Una nueva vida/One Shot.

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Últimamente he dejado que mis pensamientos fluyan con tan sólo sentir la brisa, aquella brisa que recorre por cada centímetro de mi rostro. El sentir aquel cosquilleo, del cual provoca los mechones danzar por aquellos aires repentinos. Mientras que esa luz del sol contrastando el cielo, es uno más de los provocantes de aquellos pensamientos en mi cabeza. Aquellos pensamientos que me hacen reflexionar la vida que he llevado hasta ahora, esa vida de la cual, ella ha cambiado con tan sólo su presencia. Aquella presencia que puede calmar todos mis demonios con tan sólo observar cada rasgo de su rostro. A veces me pregunto, ¿qué mierda hice para merecer una familia? una familia de la cual, ella misma me la ha dado con sólo mostrarme la felicidad de vivir. Puedo pasar años a su lado y no podré cansarme, ¿por qué cansarme de la mujer quien me ha mostrado la verdadera vida? por tanto tiempo pensé que nunca saldría de ese abismo que me llevaba a la mierda una y otra vez, básicamente, ella ha sido como una diosa en esta maldita vida. Nunca odiaré en verla cada vez que despierto, ese rostro tan relajado mientras que su cabello está por todos lados, es divertido que a la vez, puedo entretenerme al enredar sus mechones en mis dedos, luego de deleitarme en escuchar su respiración profunda y estable. Por algún impulso, tomé de una de sus mejillas al frotarla con mi pulgar. De esa manera, puedo entretenerme unos minutos antes de levantarme de nuestra cama. A veces siento que es imposible dejarla aquí, sólo quisiera que esto fuese eterno aunque ella no lo sepa. Me acerqué ligeramente a su rostro sin despertarla, para así, hacer un tacto con mis labios en los suyos de una manera rápida. No podría hacer un movimiento en falso o me arrepentiría en despertarla sin más. Hasta que mis oídos sé mantuvieron atentos al escuchar unos pasos que se aproximaban a nuestro dormitorio. Cada vez se hacían más presentes que antes, e inmediatamente, observé el reloj plateado que se encontraba en la mesa de noche. Marcaba las 5:57 de la mañana y sólo quise desear en el mundo, que ella no se despertase de la peor manera posible por lo que llegará a pasar. Escuché girar la manija de la puerta marrón para ser abierta en cuestión de segundos, del cual, dejó ver a nuestro hijo de cinco años. Aquel preciado ser que nosotros pudimos traer a la vida, como si fuese aquel regalo que me dió nuevamente ella. Tomó mi cabello negro en su totalidad, mis ojos han sido plasmados en él, mientras que aquellos finos rasgos de su rostro, han sido tomados de su madre.

–¡Papaaa!—Corrió hacia mí al brincar encima de las sábanas, mientras proseguía al abrazarme dulcemente.—¡Buenos días!

–¿No es muy temprano para ti?—Pregunté al revolver su cabello gentilmente.

–¡Me prometiste que iríamos al parque!—Gritaba al tomar de mis mejillas con sus pequeñas manos.

Guarda silencio que despertarás a tu madre.

–Pero me lo prometiste...—Susurraba con dolor.—Dijiste que me llevarías.

–Y lo cumpliré, mocoso.—Dije al sostenerlo con ambas manos para llevarlo hasta la cima como él ha de pensar.

–¡Soy un avión!—Gritó al elevar sus brazos haciéndose pasar como si volara por los aires.

–¿Te gusta volar?—Pregunté.

–¡Amo volar!

–Bien, entonces prepárate para las turbulencias.—Lo tomé fuertemente para lanzarlo a una corta distancia con precaución en ello.

–¡Mira papá, puedo volar por los aires!—En cada lanzamiento, era cada carcajada viniendo de él.

Su risa era tan pegajosa que no fui capaz de prohibirme a mí mismo el sonreír. Esta misma expresión en mi rostro, nunca fue visible ni siquiera para mí mismo. Olvidé en un largo tiempo el porqué o al menos el cómo sonreír. Hasta que ella fue capaz en transmitirme el sentimiento de querer hacerlo. Aunque supongo, que mi rostro rígido a pasado a uno más relajante luego de la llegada de nuestro hijo. La presencia de estas dos personas en la vida, ha sido la que me ha llevado en agradecerle al mundo por tales situaciones que puedo vivir. Mientras más lo lanzaba, más era su sonrisa que se extendía en su rostro. Hasta que noté las sábanas moverse por sí solas en la cama, giré mi rostro al detener al niño para sostenerlo entre brazos. Hasta que mis ojos hicieron un contacto con los suyos. Estaba esbozando una sonrisa al notarme jugar a su lado. Mientras tallaba uno de sus ojos, su mano faltante se dedicaba en arreglar su cabello.

━𝗟𝗘𝗩𝗜 𝗔𝗖𝗞𝗘𝗥𝗠𝗔𝗡 ፧ ❝𝗬𝗢𝗨𝗥 𝗕𝗢𝗬𝗙𝗥𝗜𝗘𝗡𝗗❞. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora