Ella. [parte 1]

CAPÍTULO 11.

No pude parar de darle vueltas durante toda la noche a ese beso, que me dejo tan embobada y tantas ganas tenía de repetir. De volver a sentir sus suaves labios por los mios, esa forma de agarrarme. Tenía que preguntarle su nombre, todavía no me lo sabía y ya no aguantaba más con esa incognita.

Conseguí dormirme y a la mañana me preparé como cada mañana y me fui a tomar un café, al entrar, buscándola, vi que no estaba, cogí dos cafés para llevar y me dirigí a la librería, donde tampoco estaba. Me había aprendido el paseo hasta su casa, y alli estaba, recién salida del su portal, con el pelo húmedo de estar recién salida de la ducha y haciéndose un moño como si fuese cosas del viento hacérselo tan despeinado y perfecto. Levantó la mirada y somrió al verme, nos acercamos y le di su café, lentamente se acercó y me besó la comisura de los labios.

Estuvimos andando hasta aquel parque de la otra vez, mientras nos tomabamos nuestros cafés y me contaba que al día siguiente tendría que trabajar.

- Perdona por el tema, pero… ¿Cómo te llamas?- Se rio nerviosa, y miró al cielo, y justo después de sacarse un cigarro y encenderlo, lo señaló y sonrió levemente. Seguimos caminando, y al pararnos, me quedé mirando al cielo.

- Sky, bonito nombre, me gusta, es tan grande y cambiante, como tú.

- Lo has entendido, Sky, encantada. Ahora, te toca a ti, ¿Cómo te llamas?- Le miré con cara desafiante, me reí y empecé a correr.

- Tendrás que pillarme y mirar mis tarjetas para descubrirlo.- Empezamos a correr por todo el campo, frio y vacío, pero en ese momento me parecía el campo más lleno y bonito del mundo entero.

Me pilló y me tiró al suelo, agarrándome las manos me cogió una de las tarjetas y me miró seria.

- Ever, bonito también el tuyo … “I ever smile with you.”- Me soltó y me dio un pequeño beso en los labios, el cual hizo que todo me pareciese grande.

Fuimos a un restaurande de comida rápida a comer y después me acompañó hasta casa, y se alejó, sabiendo que sus pasos se dirigían a la su casa, imaginándomela leyendo con alguna de sus camisetas de grupos, alguna vela, incienso y café.