Strings | kooktae |

9.

En cuanto Taehyung salió de la habitación, cogió su móvil, viendo como el nombre de su amigo brillaba en la pantalla.

—Hola Hobi, ¿qué pasa? - lo saludó.

—Hola Tae. Pues no mucho en realidad, hace algunos días que no hablamos. ¿Cómo estás?

—Bien, estoy bastante liado con esto del tour. He tenido que aprenderme algunas canciones del repertorio y es algo estresante, pero por suerte nos dan un par de días de descanso entre un destino y otro, para que disfrutemos de las ciudades un poco.

—Joder, voy a hacerme cantante.

Taehyung rio ante el comentario.

—Por cierto, me han cogido en una academia de danza para dar clases. Al parecer conocen mis proyectos y tal, y creen que soy bueno para el puesto.

—Oh dios, me alegro mucho por ti Hobi. Siempre has querido esto.

—Lo sé. Es genial. ¿Cuánto te queda para acabar el tour?

—Pues no mucho. Hacemos bastantes paradas, por eso hemos tardado más. Llevamos dos meses, y creo que este fin de semana es nuestro último concierto. Tengo muchas ganas de volver a Corea.

—Si quieres podemos vernos alguna vez cuando vuelvas para… bueno, ya sabes. Me has dicho que estás estresado, y conozco la mejor forma de quitar el estrés.

—S-Sí, claro. - se sonrojó.

—Si no quieres, podemos quedar para tomarnos algo.

—No, me… me parece bien. En parte también lo necesito.

—Pues perfecto. Ya hablamos Tae.

—Adiós Hobi. Ten cuidado.

Hoseok y Taehyung eran follamigos, sin más. Se habían conocido en una discoteca una de las pocas ocasiones en las que Taehyung había ido, y la verdad es que habían congeniado. Después de esa noche volvieron a verse más días, y no solo para follar. Pronto se hicieron muy buenos amigos, pero no pasaba de ahí. Así era mejor para los dos. Conocían sus límites y en ningún momento se les había ocurrido atravesarlos.

Taehyung se metió en su habitación hecho un lío. No sabía que le estaba pasando. Sus sentimientos por Jungkook estaban comenzando a aflorar, y se negaba a aceptarlo. Se repetía una y otra vez que solo eran amigos, además de que el menor era drogadicto y adicto a otras cosas. No podía enamorarse de alguien así. Simplemente sabía que no era sano, y no quería tener una relación así. Y de nuevo llegaba a la conclusión de que eran amigos y nunca podrían ser nada más. Se estaba comportando como un adolescente, y odiaba esa sensación. Lo hacía ser débil e ingenuo.

Unos golpes en la puerta lo alarmaron.

—Hyung, ¿qué pasa? - dijo nada más ver a Yoongi en el pasillo.

—Quería preguntarte sobre Jungkook.

—Ah, de acuerdo. ¿Quieres pasar? - preguntó invitándolo a entrar.

—Sí, gracias. - se sentó en la orilla de la cama y esperó a que Taehyung se sentara. - ¿Cómo está?

—Está... regular. Pero quiere mejorar. Va a entrar en un centro de desintoxicación cuando lleguemos a Corea.

—¿Te lo ha dicho?

Taehyung asintió.

—Vaya... pues eso está muy bien.

—Sí. Aun así, necesita ayuda profesional para lo demás. Es decir, no me ha comentado nada más, pero tiene algún problema grave. Solo hablando un poco con él lo puedo ver.

—En estos dos meses lo has conocido más que Jin y yo en cinco años. - rio. - Gracias.

—No, no me des…

Yoongi lo cortó.

—Desde que has llegado noto a Jungkook más contento. Sigue teniendo sus problemas y bueno… ya sabes, pero por lo menos cuando estamos todos y no ha bebido ni tomado, tiene una sonrisa en la cara. Los primeros días que pasó eso, estuvimos algo impactados, porque Jungkook no solía sonreír a menudo cuando estaba sobrio, pero poco a poco nos dimos cuenta de que sonreía por ti. Gracias.

Taehyung sonrió tontamente ante la confesión del mayor.

—En serio, no me lo agradezcas. Al principio es cierto que pasaba tiempo con él para ayudarlo, pero después empecé a estar más con él porque me lo pasaba bien. Tan solo es una persona muy reservada. Cuanto más trato tienes con él, más te vas dando cuenta de que muchas de las cosas que puedes pensar en un principio sobre él son mentira. En el fondo no es más que un conejito achuchable. - terminó riendo.

—Nunca hubiera imaginado oír eso de Kook. Siempre ha sido tan… callado, serio, introvertido.

—Bueno, lo veo normal, por una parte. Teniendo en cuenta los problemas y tal. Cuando es consciente de lo que hace se arrepiente de todo, y como no se atreve a pedir perdón, prefiere mantenerse aislado en sus pensamientos… creo que todos lo hemos hecho alguna vez. - dijo moviendo sus anillos.

Yoongi notó el gesto y le contestó.

—Si tienes algún problema tú también, puedes contar conmigo. Yo no tengo ningún master en psicología, pero se me da bien escuchar. Así que ya sabes.

—Gracias hyung.

—También se me da bien intuir, por lo que intuyo que le contarías tus problemas a Jungkook si él no fuera así, si siempre fuera el chico sonriente que vemos a veces. Como no es así, prefieres callarte y no hacer que él tenga más cosas en la cabeza.

—Se te da bien esto. - respondió Taehyung sonriendo.

—Gracias. Bueno, tengo que hacer una llamada. Si necesitas algo ya sabes dónde estoy.

—Claro. Hasta luego hyung.

—Luego nos vemos Tae.

En cuanto oyó la puerta cerrarse, Taehyung se tiró hacia atrás en la cama, cansado de todo.

Estaba volviendo a ocurrir. Estaba volviendo a convertirse en alguien que no contaba nada. Que lo guardaba todo para él, y que no soportaba la presión.

Ya anteriormente le había ocurrido al entrar en otro grupo de música. En la banda, todos exigían demasiado, y a veces era inviable para él, así que tan solo evadía cualquier problema que surgiera, esperando a que se arreglara solo o que lo arreglaran por él. Eso incluía problemas laborales, personales e incluso con sus amigos y familias. Por suerte, Hobi siempre lo escuchaba y lo aconsejaba, así que cuando esto le pasaba, podía acudir a él, pero no quería depender del chico, porque en momentos como ese, en el que estaban separados, lo que más necesitaba era una sesión para quitarse el estrés, cosa que obviamente no podía darle el mayor en esos momentos.

Debía aprender a solventar sus problemas solo.