Strings | kooktae |

3.

—¿Me estás escuchando? - preguntó una voz a su lado, y cuando miró en esa dirección, se encontró a un Jungkook mirándole muy profundamente, haciéndolo removerse en su asiento.

—Lo s-siento. No te he escuchado lo último. - dijo fijando la vista en el suelo. No quería encontrarse de nuevo con esa mirada que lo había hecho estremecerse.

—No te preocupes. - rio. - ¿Por qué estás tan tenso? Relájate. No muerdo. - le dio una calada al cigarro mientras miraba a su compañero de reojo.

Le hacía gracia que el chico estuviera tan rígido ya que lo único que él quería era conocerlo un poco. Iba a estar en la banda, y para poder estar dentro, tenía que pasar por una especie de prueba para Jungkook.

—¿Y qué edad tienes Taehyung? - lo miró arqueando una ceja.

—Veinticinco. - respondió automáticamente.

—¿En serio? Nunca hubiera imaginado que sería el pequeño del grupo, pero, en fin.

Taehyung sonrió. - ¿C-Cuántos tienes tú? - preguntó todavía algo nervioso.

—Veintitrés.

Taehyung asintió haciéndose el sorprendido.

Obviamente ya lo sabía. Había investigado a la banda en cuanto la habían ofrecido el puesto de vocalista, además de que ya los conocía de sobra.

—Sigues tenso, aunque pretendas demostrar lo contrario. - dijo el menor dándole una última calada al cigarro antes de desecharlo en el cenicero que tenía en la mesita de noche. - Sé que puedo parecer intimidante, descarado, y más, pero te aseguro que no tienes porqué sentirte incómodo.

Taehyung volvió a mirarlo y sin poder evitarlo sus ojos volvieron a ese marcado abdomen que seguía desnudo.

Se regañó mentalmente e intentó concentrarse en mirar a la cara del menor.

—Ah, así que es por eso. - rio Jungkook con una pequeña sonrisa. - ¿Me pasas la camiseta que hay en el tirador del armario? - espetó señalándola.

—C-Claro. - dijo pasándole la camiseta negra.

—Gracias.

Se la puso bajo la disimulada mirada de Taehyung, terminando con un "listo" cuando se la puso.

Mientras se la puso, el castaño pudo notar algunas magulladuras en sud brazos, incluso alguna herida que parecía hecha por un sarpullido.

—Bueno, ahora sí. Cuéntame algo sobre ti.

—Mmm ¿qué quieres saber?

—Lo que sea. Te escucho.

—Pues he cantado anteriormente en otros grupos, pero no de la magnitud de Black shadows. Soy de Daegu. No sé qué más.

—Oh, está bien para empezar. Bueno, pues yo soy de Busan y llevo en este grupo desde hace cinco años. John, nuestro mánager nos escuchó cuando actuábamos en algún bar, vio nuestro potencial, y desde entonces no hemos dejado de hacer música para los fans. - rodó los ojos.

—¿No te gusta?

—Claro que sí, pero preferiría hacer música por pasión. El componer se ha vuelto una obligación, de la que por suerte no aborrezco. Si no fuera así, ni sabrías quien soy.

—Oh, vaya. No sabía que iba así. Es decir, en mis antiguas agencias no había presión ninguna.

—Como has dicho antes, no has estado en un grupo de nuestra escala. Este mundillo de música internacional se mueve así. - cogió otro cigarrillo y se lo encendió. - Incluso el nacional. Siempre que sea conocido en todo el país, claro está.