𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 յօ

Start from the beginning
                                    

—¡Tú me lastimas más a mí! ¡Me dás asco!—Después de lo dicho, me giró de manera brusca quedando boca abajo.—¿¡Q-Qué haces!? ¡No!—Grité al sentir sentir sus garras recorrer lentamente mis muslos hasta llegar a mis glúteos, los apretó con algo de fuerza, disfrutando de su textura.

—¿Por qué me rechazas? ¿Por qué no me aceptas? ¿Por qué no me amas?—Me preguntó mientras se posa arriba mío y se apega demasiado a mí.—Esto que haces amerita un castigo—.

—Jack, por favor. No me hagas nada y deja que me vista, te lo ruego... No me hagas esto, para con todo esto...—Ruego removiéndome debajo de él.

—Demasiado tarde, pastelito. Ahora sabrás cómo comportarte.—Me dió una fuerte nalgada.

—Ah...—Un débil suspiro escapó de mi boca al sentir algo grueso rozar mi entrepierna desnuda, pero enseguida supe qué era.—¡N-No!—No tardé en empezar a sentir y a sufrir cuando él comenzó a querer entrar en mi pequeña cavidad.

Con sus garras separó mis glúteos y su miembro comenzó a entrar más en mí, haciéndome sentir mucho peor, a tal grado de sentir cómo estaba siendo un proceso y una tortura realmente dolorosa... Comencé a llorar y a temblar por el insoportable dolor.

—¡Ay! ¡Sácalo, me d-duele!—Supliqué con mi cara bañada en lágrimas.—¡D-Detente...! ¡Jack, d-duele mucho...!—Volví a suplicar cuando siguió entrando más profundo en mí, es un dolor que no se lo deseo a ninguna mujer.

Seguí llorando y gritando, hasta que Jack tapó mi boca.

Finalmente, su miembro entró de forma brusca sin ser compasivo.

Mi cavidad empezó arder tanto que enterré mis uñas en la cama como soporte del dolor de sentirlo completamente adentro.

—¡Mhg! ¡Mhg!—Traté de gritar y a Jack lo escuché reírse mientras reparte besos húmedos en mi cuello.

«Es un maldito desgraciado, no se compadece de mi dolor, ni de mis lágrimas».

—Nadie puede abandonarme, nadie puede. Nunca lo olvides... Ah...—Gime con notable placer.—Espero que esto te quede más claro que el agua, pequeña.—Susurró con voz ronca y empezó con embestidas lentas y bruscas.

Soltó gruñidos llenos de placer cuando empezó a entrar y salir de mí, mientras que yo siento que me partirá en dos y toca hasta lo más profundo de mí.

—Te quiero demasiado, Scarlett.—Susurró entre jadeos mientras aumentó el ritmo de las embestidas.

Lloré aún más al sentir el dolor aumentar.

Ignoró mis llantos y quejidos de dolor y me embistió a una gran velocidad haciéndome más daño. Lamió mi nuca, espalda y orejas.
Me siento asqueada, ya no aguanto que me torture, que me maltrate y que me tome a la fuerza cada vez que quiere.

«Ya no aguanto, ya no puedo soportar más este dolor».

Su mano dejó de tapar mi boca y pude soltar gemidos, gritos, suspiros y llantos.

Las embestidas cada vez eran más salvajes y feroces, a la vez que Laughing Jack muerde y rasguña mi espalda dejando heridas graves y profundas que sangran mucho.

Duele y arde demasiado.

Empezó un vaivén mucho más rápido y recargué mi cara en la almohada y enterré mis largas uñas en las sábanas, como si eso fuese a aliviar mi dolor.

🍭🍬

Me torturó y me violó hasta que quedó satisfecho y me dejó ahí tirada en la cama como una cosa. Cubrí mi cuerpo con las sábanas de su líbida mirada.

Para Laughing Jack mis gritos de dolor y agonía lo excitan y son música para sus oídos.

Debo admitir que la segunda vez me dolió más que la primera.

Siento mis ojos pesados y estoy muy cansada. Pero me alegra que ya haya acabado, ahora sólo me queda llorar y maldecir, pero ya me encuentro un poco más tranquila.

Mi mirada se llenó de miedo cuando Jack se posicionó encima mí.

—No... Ya no quiero... Por favor...—Negué con voz débil.

—Sólo es un beso.—Devoró mis labios con un beso cargado de posesividad. Traté de alejarlo de mí y él tomó con fuerza mis muñecas dejando marcas y las aprisionó en la cama.—¿Ves que ya no te hice nada? Aunque... Sí quisiera... Pero te dejaré descansar porque ya hemos jugado bastante—.

Rió burlón al ver mi mirada llena de terror por sus palabras.

—Voy a salir, aquí te quedas. Descansa porque quiero seguir jugando contigo.—Se vistió y se acercó a mí para dejar un beso en mi mejilla.

Me sonrió con morbo y se marchó dejándome destrozada.

Me quedé un rato más acostada, llorando y lamentándome.

Recuerdo aquéllos días cuando yo era feliz; Cuando papá estaba vivo... Cuando yo estaba con mamá... Los extraño muchísimo.

Me levanté con mucha dificultad de la cama y caminé afuera de la carpa.

Ya no quiero vivir...

Mis esperanzas por escapar de aquí son nulas...

Ya no aguanto... Maldito Laughing Jack, te odio...

Maldito y mil veces maldito...

No sé el motivo por el cuál me haces esto... Pero has logrado destruír mi vida...

Mi vista se posó en un pedazo de vidrio que estaba por ahí tirado... Es la única salida...

Lo tomé y lo miré detenidamente...

—Me repugna estar a tu lado, me dás asco.—Susurré con odio.

Sonreí retorcidamente con lágrimas en mis ojos y lo acerqué lentamente a mi muñeca. Sin piedad de mí misma, corté con fuerza y lentitud sintiendo placer y satisfacción al sentir este placentero dolor.

Ver mi sangre correr por mi brazo es muy satisfactorio y excitante, por esto también acudí con psicólogo.
No es la primera vez que hago esto, pero ahora sí voy en serio.

Cuando menos lo pensé ya me estaba desangrando, poco a poco mi vista se oscureció, me sentí mareada y mi cuerpo impactó contra el césped. Mi respiración y mi pulso se volvieron débiles, siento cómo la vida poco a poco me abandona a medida que pasan los segundos.

«Ya no más dolor...
Ya no más sufrimiento...
Ya no más miedo...»

Ahora sólo me concentro en el sonido de los árboles moviéndose y en el aire fresco que acaricia mi cuerpo. Comienza a ser relajante.

Sollocé en silencio llena de dolor.

Mi vista lentamente se nubla más, a tal grado de ver los árboles moverse en especie de cámara lenta.

Me siento tan vacía e inerte. 

«Al fin».

Toda esta tranquilidad se esfumó cuando apareció un ser muy alto frente a mí. Muestra un semblante preocupado, sus ojos son dos cuencas negras al igual que su boca, un sombrero de copa, y un traje negro con puntos de colores.

Sentí que me cargo en sus brazos y me susurró con voz amable:

“Tranquila. Estarás bien, pequeña”.

Mis ojos se cerraron muy lentamente, hundiéndome en mi dolor...

𝐅𝐑𝐈𝐄𝐍𝐃'𝐒 𝐔𝐍𝐓𝐈𝐋 𝐃𝐄𝐀𝐓𝐇┃(Book 1) Laughing JackWhere stories live. Discover now