Capítulo 8

12 1 0
                                    

Las imágenes me acompañaron durante cuatro días de los cuales evite a toda costa salir de mi habitación, mi imaginación jugaba en contra mía creando escenarios que probablemente no sucedieron pero estaban ahí.
Me había propuesto seguir en esa monótona rutina pero mi madre no me lo permitió, llego abriendo la puerta de manera lenta diciendo que tendríamos un paseo solo nosotros dos; sin muchos ánimos tome un pantalón que estaba sobre el suelo, una camisa y salí de la habitación, al bajar las escaleras noté que mi madre hablaba por teléfono pero en cuanto me vio colgó.

-¡Cristian!me alegra que hayas bajado- me dijo con una gran sonrisa que no mostraba más que una felicidad genuina.
-¿A donde iremos?- Pregunté qué a diferencia de ella mi tono era bajo y apagado.

Sus cejas mostraban consternación que en su voz no reflejaba.

-Es una sorpresa pero debemos apurarnos para llegar.

Diciendo eso salimos de la casa tomamos el auto y comenzó el viaje, condujimos un par de horas rumbo a un destino que era un total misterio para mí: el camino era tranquilo rodeado por una ligera capa de nieve que apenas era visible a simple vista, los árboles se sacudían con mayor intensidad conforme avanzábamos, probablemente una tormenta se desataría más tarde. Estuve tan absorto en mis pensamientos que no me di cuenta cuando mi madre bajó del auto y fue ahi cuando lo noté, ella había conducido esas dos horas y media solo para traerme a mi lugar favorito de comida rápida: no era un establecimiento moderno o muy conocido ni mucho menos algo que alguna otra persona consideraría digno de llamarlo su "lugar favorito" sin embargo eran los recuerdos que me hacían considerarlo de esa manera.
Baje del auto dudando de aquella decisión y caminé hacia la entrada, al entrar supe porque me había traído; estaban reunidos mis amigos con quienes hace tiempo no hablaba . No eran los del instituto que solo estaban cuando de fiesta se trataba sino esos que aunque no habláramos por un gran periodo de tiempo sabía que estaban ahí.
En cuanto me acerque todos se levantaron de sus sillas recibiéndome con palmadas en la espalda y uno que otro abrazo, me sentía bien por unos instantes puesto su compañía sin saberlo era lo que necesitaba en estos momentos de confusión.
Mi madre se marchó unos instantes después no sin antes haberle agradecido que hiciera eso por mí, me hubiese gustado evitarle otra preocupación de mi parte pero nadie está seguro de los acontecimientos del futuro.

La tarde comenzó a caer, las luces del establecimiento se encendieron indicando que la obscuridad había aparecido, pagamos y salimos del lugar entre chistes y bromas que, durante todo el día generaron un cambio positivo en mi estado de ánimo; en ocasiones nos encerramos tanto en nuestra propia realidad que olvidamos que podemos compartirla con alguien más y hacerla más ligera.

No queriendo que el día se terminara los convencí para ir a otro lugar y con ello los pensamientos que me tenían cautivo no se hicieran presentes, al menos por unas horas más. Al subirnos al auto ningún de los que estábamos ahí sabía a hacía dónde ir tan solo conducimos sin rumbo llegando a lo alto de una montaña donde toda la ciudad se podía ver, las luces brillantes eran lo más destacable todo se veía tan diminuto y fantasioso que dude si no era producto de mi imaginación.

Bajamos con gran rapidez del auto sentándonos lo más cercano de la orilla dejándonos llevar por la brisa fría que comenzaba a surgir; Things Happen sonaba en el estero del carro y no pude evitar tararear el coro de aquella canción, cosa que hizo que los demás se unieran a mi formando nuevos recuerdos que me ayudaron en los siguientes meses.

Llegue a casa sintiéndome dichoso por los acontecimientos de hoy, abrí la puerta con cautela puesto creía que todos dormían lo cual fue erróneo , al subir las escaleras noté como la puerta del cuarto de mis padres estaba entrecerrada dejando ver la luz de la habitación, me acerque lentamente evitando ser escuchado y lo supe, mi madre estaba llorando, su llanto era apenas audible sin embargo ahí estaba. No quería entrometerme pero no podía dejarla sola, con lentitud abrí la puerta por completo dejándome observar los destrozos que había adentro: los cajones estaban tirados, el florero y las foto de ambos estaban hechos añicos, mi madre sostenía entre sus manos una única rosa que no estaba marchita.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Apr 24 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Detrás de la ventanaWhere stories live. Discover now