Capítulo 12: Luka Ivanovish

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Nací en Rusia, hace 21 años. Cuando apenas tenía 5 mi padre murió y solo quedábamos mi madre y yo (sin contar a mis abuelos claro). Mi madre consiguió un trabajo seguro en este país y nos mudamos enseguida.

Nos costó un poco al principio ya que no teníamos ni puta idea acerca del idioma. Tardamos unos 2 años en acostumbrarnos y aprender correctamente español. Hoy en día nadie pensaría que soy ruso de tan fluido que hablo la lengua.

Al tener 12 años mi madre se volvió a casar y yo no diría que me agradó mucho ese casamiento.

Siempre se me erizaba la piel cuando estaba a solas con Frank (así se llamaba). A veces me propiciaba miradas extrañas que no podía entender. Esa situación permaneció por otros dos años. Hasta que un día pasó.

Mi madre estaba en otra ciudad, había salido de viaje con sus amigas, era el día libre de Frank y yo me encontraba en la casa, pues ya habían comenzado las vacaciones de navidad.

No sé en que momento yo estaba desnudo y el sin pantalones, pero tenía la suficiente capacidad de entendimieto como para saber que sucedería después. No tuve oportunidad, el era alto, fuerte y yo pequeño y flacucho.

Pasó una vez, dos veces, y en la tercera me emputé y le di una bofetada. Después me arrepentí. Me pegó tanto que no me reconocí al verme al espejo y al terminar de golpearme se bajó de nuevo sus pantalones y dijo:

-No te me vas a poner rebelde de nuevo.

No tenía más nada que hacer que entregarme, hasta que para mi suerte llego mi madre y lo cogió en el acto. Pensé que lo echaría a la calle o pondría una denuncia.

¿Y qué hizo? Siguió su camino hacia las escaleras como si no hubiera visto nada.

-Mamá -grité-

No me hizo caso.

-Mamá -empecé a llorar-.

Ni puto caso.

-Ma-mamá -no podía soportar tanto dolor, y es que no lo hacía suave el cabrón.

Seguí gritando hasta que se paró en medio del último escalón, se giró y pude ver una sonrisa en su rostro. Ese fue el punto culminante para colapsar y que apareciera él.

De repente me aparté a gran velocidad. El cogió su cinturón y yo cogí un cuchillo que había en el mesa. ¿Quien ganaría el o yo?

Los dos se me quedaron mirando con horror en cuanto empecé a caminar lentamente en su dirección. Me pidieron disculpas, suplicaron, gritaron, mi madre bajó corriendo las escaleras y se arrodilló junto con Frank. Pero era muy tarde para que se arrepintieran.

-De él me lo esperaba, pero de ti, madre -enfatice lo último-.

Y en unos minutos no quedaba padrastro violador ni madre sin corazón, pegaba y todo.

No sabía que hacer con los cuerpos, solo se me ocurrió una cosa: mutilarlos.

Primero me deshice del de mi madre y los trozos los puse en el incinerador. Iba a comenzar con el de Frank cuando ví una cosita que sería una pena desperdiciar.

Así que lo quemé todo menos su pene, tenía que conservar un recuerdo. Así que lo iba a poner en el sótano pero cambié de idea. Le hize un altar y lo puse en el armario de la cocina. Estaba loco.

Por último limpié cada vestigio de sangre que pudiera quedar.

Todo eso cuando tenía apenas 14 años.

Seguí asistiendo a la escuela, mi madre era rica así que no me faltó dinero. Siempre ponía una escusa cuando sacaban el tema de mis padres o amenazaba al maestro.

En todos esos años fue incrementando mi colección de recuerdos, no puedo decir que era feliz, pero al menos no era acosado por pedófilos.

No me arrepentía de nada hasta que maté a mi novio. Llevaba tres años con él. Estábamos besándonos y cuando me di cuenta estaba tumbado frente a mí, ensangrentado. Ahí tomé consciencia de todo, las muertes, mi vida, los penes, absolutamente todo. No me quedó más que buscar ayuda profesional.

Estuve un año buscando hasta que di con la doctora Mía Foox. Ella me ayudó bastante, me mostró la luz, un camino para salir del pozo en el que había caído.

Aunque el método al principio no me simpatizó mucho, pero era el único.

Por otro año más estuve luchando contra Raper, que así es como le puse. Sometiéndome a descargas eléctricas, latigazos, se que suena medieval pero resultó.

Mía me explicó que al estar expuesto a tales maltratos, mi mente se fortalecía y podía volver a tomar el control de ella. Y funcionó, parecía otra persona. Estaba tan distinto, al principio no me reconocí.

No traía ese olor putrefacto a sangre seca, había tomado más color, empecé a hacer ejercicio para mantener mi mente ocupada y otro año más tarde yacía en otra ciudad con otra casa y como una persona nueva.

Me deshice de todos mis recuerdos, menos uno, ese lo conservé como un recuerdo del recuerdo, marcaba un antes y un después en mi vida. No podía tirarlo.

Todavía tenía suficiente dinero como para vivir cómodamente el resto de mi vida, no obstante quise tener un diploma, una carrera ,ser alguien importante. Me gradúe en Ciencias, pues siempre tuve una mente brillante. Y ahora soy un científico muy respetado en mi área.

Elegí ser científico para encontrar una respuesta lógica a todo lo que me pasó y ayudar a personas como yo.

*****

Hola splitters, que fuerte la historia de los recuerdos de Luka. Sufrió demasiado en su vida y ahora se merece a alguien que lo ame y lo respete y ese alguien podría ser Kill, quien sabe.

Split Personality: La De Los Ojos Carmesí(pausada y en edición)Where stories live. Discover now