~Narra Jason~
Los ojos de ______ brillaban como focos, su sonrisa era hermosa, haciendo mi existencia completamente irrelevante si no fuera por ella. Su felicidad era lo más importante para mí. No tenía corazón suficiente para decirle todo ahora, éste momento era demaciado perfecto.
-¿Tienes hambre?- preguntó ella mientras pasaba sus manos alrededor de mí, sintiendo su calor.
- No, ¿por qué?- contesté, ella rió y me dió un golpecito en el estómago.
- No te creo Jason.
Lentamente soltó su mano de la mia y no me pude resistir, la tomé y acerqué hacia mí, haciendo que se sentara en mis piernas.
-No quiero que pases hambre, McCann.- murmuró.
- Oh ya veo, entonces, ¿estamos jugando ese juego de nuevo verdad?- exclamé, ella volteó su cabeza confundida.- ¿Cómo que "McCann"?- Ella sonrió y sus mejillas se tornaron de un rojo adorable. -Ah, amo que hagas eso.
Besé su mejilla y la acaricié, ______ miró mis ojos y lentamente reposó su cabeza en mi hombro. Atrapé la escencia de su cabello, haciendo que mi nariz se llenara de su aroma floral. Mis manos se enredaron entre sus hermosos mechones de cabello que caían por su espalda.
- Oh Jason... te amo tanto.- susurró.
Besó mi cuello haciendome casi temblar de placer, volteé mi rostro lentamente hacia ella y la besé, me tomó del cuello y me apretó hacia ella, se alejó un poco y se volvió a inclinar para morderme el labio. Mis ojos se cerraron mientras ella se alejaba un poco. Aún sentía su rostro cerca y su respirar acariciaba mi piel.
- Hmmm... ______, estás haciendo el trato aún mas difícil.- susurré a su oído y abrí mis ojos.
~ Narras tu~
Jason abrió sus ojos, sus hermosos ojos color miel, se veían tan pacíficos. Lo besé lentamente y sentí sus fornidos brazos alrededor de mi cuerpo.
- Sigo pensando que debes comer algo.- le dije. Él sonrió pícaramente.
- Te comería a tí... pero no soy un canibal, lo siento.
Reímos y me levanté, llevándolo de la mano hacia la cocina. Miré al rededor y ví que la comida ya estaba casi lista.
- Wow, Alan te venció.- exclamó Jason.
Comenzé a ayudarle a Alan con lo que estaba haciendo porque al parecer había subido las escaleras. Jason sacó vasos y sirvió jugo de mango que estaba en el refrigerador. Miré que lo hacía de una forma seria, sin ganas.
- ¿Cómo te sientes?- le pregunté, él me miró, sin sonreir. Mi sonrisa desapareció automáticamente.
- Hmm, bien.- contestó sin ánimos. Me pregunto qué lo hizo cambiar de estado de ánimo. Escuché a Alan salir de la ducha.
- Gracias _____. Pensé que había dejado la comida en la estufa- dijo Alan al entrar.
- No lo creo, si se estuviera quemando la cocina, Jason sería el bombero.- le contesté. Alan sonrió pero Jason no respondió.
Seguí mirándolo pero él estaba completamente en otro planeta, pensando. Todos nos sentamos y Jason apenas y se movió, tal vez había algo que no me había dicho. Miré a Alan, quien tambien miraba a Jason, Alan tenía justo esa mirada que te hacía pensar si podía leer tu mente.
- Quiero agradecer a Dios por tenernos aquí con vida, disfrutando una rica cena. Personalmente quiero agradecer por mantener a nuestro Jason sano y salvo y regresarlo a casa sin heridas graves, exceptuando la herida en su pierna.- comenzó a decir Alan, éso totalmente me confundió. ¿Tiene una herida? - Muchas gracias por todo, y bendice a toda la gente que lo necesita.
- Amen.
Alan comenzó a servirse en su plato, lo seguí y miré a Jason, que no se había movido ni un centimentro, sus manos descansaban en la mesa y sus ojos se enfocaban en la pared. Fuí con él y toqué su mano, Jason posó sus ojos a los míos.
- Jason, ¿estás bien? Pareces...
- Distraído.- interrumpió Alan. Jason apenas abrió su boca y la cerró de nuevo.
- ¿Pasa algo malo? Además de tu pierna, que no me dí cuenta.
- Jason tuvo un día muy largo y pesado ______, pasaron muchas cosas y por eso está muy pensativo.- murmuró Alan, ¿A qué se refería con "muchas cosas"? Mi estómago se revolvió.
- ¿Cómo cuales?- pregunté. Volteé hacia Jason, quería que él me respondiera.
- Maté a muchos hombres hoy- murmuró.
En verdad no quería escuchar eso, había estado bloqueando ese pensamiento muchas veces hoy, mi mirada bajó hasta nuestras manos.
- Y eso fué...- comenzé a decir. ¿Eso fué qué? ¿Necesario? ¿Normal? ¿Eso fue qué? Ninguno de mis pensamientos encajaba.
- Entre ellos...- comenzó susurrando, y apartó sus ojos de mí. - Ben y mi padre...
Ahora estaba completamente confundida. Jason me había dicho una vez que su padre estaba muerto. Entonces... supongo que fingió su muerte, y ahora está en verdad muerto. Asesinado por su propio hijo.
Mi corazón estaba muy acelerado, Jason tenía demaciadas cosas en su cabeza. Sentí la verdad atravesar mis sentidos, yo estaba tan feliz de verlo de nuevo que nisiquiera puse un solo esfuerzo en pensar en todo lo que le había pasado hoy y en cómo había sido afectado mi Jason.
Me sentía la peor pesona del mundo, no respondí y sentí mis emociones tomarme desprevenida. Comenzé a derramar lágrimas y solté la mano de Jason, mientras sus puños se cerraban con fuerza.
- Pero todo eso quedó en el pasado ahora.- exclamó Alan. Tratando de calmar el ambiente.
Escuché una silla rechinar sobre el piso y después la puerta cerrarse, Jason se había ido de la cocina sin comer nada.
