𝐄𝐬𝐩𝐞𝐜𝐢𝐚𝐥:𝐂𝐡𝐨𝐢 𝐒𝐨𝐨𝐛𝐢𝐧

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—¿Y bien,Bin? ¿Sabes por qué tu madre ha decidido traerte aquí? —el psicólogo hablaba de manera muy amigable,cosa que a lo mejor hubiera hecho que Soobin ya no tuviera tanto miedo,pero en realidad eso seguía ahí.

Era su primera vez en ese sitio , en realidad su madre había decidido llevarlo ahí porque la profesora de su colegio no paraba de llamar por sus conductas "extrañas".

Soobin no le veía nada de raro a lo que hacía,podría ser entendible por su corta edad,pero de todas maneras lo que hacía no era normal.

Una vez, estaba pintando algo en clase, pues la profesora les había dicho que dibujaran algo con las pinturas del salón.
Esa vez Soobin no alcanzó a tomar las suficientes pinturas para lo que quería hacer. Solo había tomado un frasco de pintura verde  y un pincel.

Quería hacer unas rosas como las que había visto que pintaba su padre,y sabía que el verde no era suficiente para eso. Así que tomó la punta de su lápiz,se la clavó en la palma de la mano y aprovechando el rojo de su propia sangre,la tomó y decidió pintar con ella. Se hirió y se lastimó hasta que hubo una enorme mancha de rojo en su mano,solo buscaba el rojo para pintar pero si se veía de otra perspectiva eso se veía aterrador.

Había tomado sus lágrimas para mojar el pincel, tampoco había conseguido agua para mojarlo así que las utilizó de esa manera.

Y, en realidad, eso no le había dolido. Solo pensaba en pintar aquellas rosas.

Cuando la profesora se dió cuenta y vió como el pequeño niño pintaba con sus propios chorros de sangre, quedó completamente horrorizada.

¿Qué clase de niño de seis años haría eso?

Soobin,al parecer.

Llamó a su madre y le contó lo sucedido. Ella no hizo mucho caso, pues a su parecer solo había sido un acto inocente. Así que al llegar a casa solo habló con él y le consiguió una tela del color  favorito del niño para cubrir la herida.

La siguiente fue cuando durante la hora del receso de otro día , Soobin se escabullo entre el jardín del colegio para tratar de encontrar un conejo que había estado saltando por ahí. Lo perdió de vista y corrió lo más rápido posible para alcanzarlo,pero se estampó directamente al suelo cuando uno de sus pies pisó algo y resbaló. Cuando el pequeño niño pudo darse cuenta,vió que lo que había pisado había sido el conejo y ahora estaba en el suelo envuelto en sangre.

Soobin no sintió nada al verlo de esa manera.

Se acercó con curiosidad y examinó al animal muerto.  Luego de unos segundos se le ocurrió una idea.

Fue por su lapicera y volvió emocionado. Con las tijeras escolares cortó las orejas del conejo y el pelaje de este. Tenía planeado hacer un peluche o quizá un disfraz con él. La sangre estaba por todos lados y los adentros del conejo estaban por el suelo. Cuando el conserje vió eso,fue inmediatamente por su profesora y esta,más horrorizada llamó de nuevo a su madre.

Nuevamente ella no hizo algo grave en contra de su hijo, volvió a hablar con él y trató de ser lo más amable con Soobin. Ella creía que su pequeño no tenía malas intenciones con nada y solo había sido mera curiosidad. 

Todo se salió de las manos cuando durante una clase de natación al pequeño Soobin se le había ocurrido hacer realidad uno de los sucesos de su imaginación. Como en Charlie y la fábrica de chocolates,quería que la piscina del sitio fuera color café. Así que soborno a sus compañeros de clase para contarles el cabello y así colocarlos en la piscina para que se viera oscuro.

El trato era que debía darles dulces gratis.

—¿Esto es buena idea? Yo solo lo hago por los dulces —Dijo una niña mientras veía como Soobin cortaba pacientemente el cabello de los demás.

𝐓𝐇𝐄 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐀𝐋𝐀𝐑𝐌 𝐀𝐍𝐃 𝐈𝐓𝐒 𝐀𝐏𝐏𝐑𝐄𝐍𝐃𝐈𝐂𝐄𝐒 ; ¹ 𝐭𝐱𝐭 Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora