Raven y sus cómics

C i n c u e n t a y u n o (FINAL)

Raven bailaba al ritmo de Selena Gomez en su sala. Las buenas noticias parecían perseguirla.

Había sido aceptada en el programa pre universitario de la ciudad, algo que me confesó había deseado desde hace mucho. Eso no solo le garantizaba el ingreso a esa universidad, sino le permitía experimentar lo que sería su vida por adelantado. También, logró sobrevivir a una exposición en clase de historia con una calificación aceptable, una de las más difíciles por ser parte de las calificaciones finales del año. La última gran noticia fue un regalo de sus padres, un viaje a Europa por su graduación en un par de meses.

-Baila conmigo, Charles -Me pide llena de emoción. 

Yo, que no nací con el don del ritmo, acepto de inmediato. 

-Creo que este año podría coronarse como el mejor de mi vida -Admite Raven- No te preocupes, conocerte también fue algo positivo.

-Más que positivo -Aseguro yo- Te ganaste la lotería con mi amistad.

-O tú la ganaste con la mía -Dice riendo. Jamás se habría visto un baile tan descoordinado como el mío y Raven parecía no notarlo- No solo mi amistad, también fuiste beneficiado con un par de besos míos.

Siento el calor recorrerme e colorear mi rostro.

-Debo admitir -Continúa ella. Con cada movimiento se acerca más a mí- Que también me beneficié yo. No besas tan mal.

- ¿Qué clase de cumplido es ese? -Digo con voz temblorosa. No puedo evitar sentirme nervioso con Raven delante, tan libre y moviéndose como una profesional.

- El único problema -Dice ignorando mi pregunta- Es lo que sucede después de besarnos. Se arruina todo.

-Esta vez no sucedió eso -Me acerco un poco y la sorprendo dándole un beso- ¿Ves?

-Puede que estemos en un periodo de suerte -muerde su labio con delicadeza, sin dejar de bailar.

-Entonces ¿estamos condenados a ser amigos por siempre?

Hay gran verdad en sus palabras. Todo se arruina entre nosotros cada vez que intentamos algo más que una amistad. Como la primera vez, y la segunda (100% mi culpa)

Ahora, casi seis meses después de mi cumpleaños, hemos pasado mucho tiempo a solas charlando, disfrutando el conocernos más y dándonos uno que otro beso escondido. Ha sido el paraíso, estar junto a Raven tan cerca a mí. He logrado abrirme con ella, hablar de todo un poco. Y ella conmigo.

Raven medita un momento. No para de bailar. Está muy concentrada, supongo que eligiendo sus próximas palabras. Yo me detengo porque es imposible llevarle el paso.

- ¿Crees que jamás podremos ser más que amigos? -Pregunta con obvia sinceridad.

-Parece que sí.

-No -Dice firme- Te he preguntado que es lo que tú crees.

-Yo creo que siempre se puede cambiar lo que ya está escrito -Susurro, también con sinceridad. Me acerco un poco a ella- Y me encantaría que funcionara entre nosotros algo más que una amistad. 

- ¿Entonces quieres intentarlo de forma oficial? 

Su pregunta hace que un pequeño escalofrío me recorra. La luz del domingo por la mañana entre detrás de Raven y la ilumina como a un ángel. Mi corazón da un salto que me pone a sudar. Porque sé muy bien que quiero hacerlo. Más que nada en este mundo.

Quedan dos meses para decirle adiós a la vida de secundaria y no quiero que Raven se quede en el olvido junto a todo lo que viví en esa institución. Ella es lo único que vale la pena salvar.

-Tú te irás a la universidad -Murmuro con timidez- Conocerás a gente distinta, interesante. Encontrarás a alguien mejor.

-Si existiera alguien mejor que tú, estoy segura que no estará ni disponible ni cerca a la universidad de esta ciudad tan pequeña -Dice casi riendo- Además, dudo mucho que exista alguien mejor. Olvídate de eso, tú eres asombroso. Lo he confirmado todo este tiempo juntos ¿Me quieres?

-Muchísimo.

-Ahora pregúntame si yo te quiero.

- ¿Tú me quieres? -Me siento como un tonto preguntándole eso a Raven, cuando es claro que ambos nos queremos y mucho. 

-Más de lo que Wanda ha querido a Visión -Dice con una sonrisa traviesa- No puedes decirme que no entiendes la referencia, hemos visto todas las películas.

-La entiendo -Y sus palabras me reconfortan mucho- Sí quiero intentarlo, Mafer.

Ella me mira asustada al oír su nombre real. Se acerca a mí y me abraza con fuerza.

- ¿Sabes qué? De pronto no suena tan mal ese nombre.

Nos quedamos así, abrazados en medio de su sala de estar, en un soleado domingo que nos quema por todos los ángulos. Es más pequeña que yo y sentir su cabeza reposada en mi pecho me hace feliz, mucho más de lo que me había sentido en años.

Me pregunto en el silencio de nuestro abrazo si todo habría sido así de fácil cuando nos conocimos, o cuando nos dimos nuestro primer beso en esa calle fuera del cine. Me respondo que fue necesario aquel rechazo, aquella pelea y esta conversación. Porque yo me enamoré de Raven por todo lo gracioso y divertido, pero también por todo lo vulnerable y difícil.

- ¿Tienes hambre? -Pregunta contra mi pecho- Podemos pedir pizza, no voy a cocinar.

-Pizza está bien -le respondo con suavidad. Beso su cabeza, sintiendo la suavidad de su cabello.

Y entonces, sé dentro de mí, que todo está bien si Raven se mantiene en mi vida. 

  n/a: Tres años tuvieron que pasar para que yo termine de editar esta historia y lo lamento mucho. Pero les doy las gracias por seguir aquí. Espero que nos leamos pronto y que les haya gustado la historia :)