Aunque me gustaba aquel olor prefería algo diferente, a decir verdad.

-¿No quieres hacerme compañía un rato?, sabes que no puedo dormir si te la pasas vigilándome.- dije riendo.

Sabía que su cara estaría algo enrojecida por aquel comentario pero no estaba dispuesta a esperar un no como respuesta.

Por lo que en cuanto pasaron algunos minutos y no obtuve una afirmación o negación continué. 

Vamos Levi~!.- dije con un tono de voz que sabía era demasiado irritante, mientras alargaba la última letra de su nombre para hacerlo mucho más molesto.

-Por favor, cierra la boca.- sonaba exasperado.

Maravilloso, estaba funcionando.

No tardaba mucho en ceder a mis demandas, siempre lo hacía es por ello que ahora todo era tan claro para mi.

Quería pasar más tiempo conmigo pero no quería pedirlo, no sabía si se trataba de algo que tuviera que ver con su orgullo o alguna otra cuestión, pero esta era su forma de demostrar que quería estar acompañado.

Y honestamente yo no podría ser más feliz de complacerlo con algo tan tonto como mi presencia.

Levi~!.- dije una vez más con aquel tono que hacía que cualquiera pero especialmente él suspirara exasperado.

-Ya voy, solo... deja de hacer eso, es demasiado molesto.- termino de decir aquello mientras se acomodaba a mi lado en su propia cama.

¿Lo ven?, ¡tenía razón!

Asentí felicitándome mentalmente por aquel logro.

-¿Cómo te fue hoy?.- pregunte mientras soltaba la almohada y la colocaba detrás de nuestras cabezas para poder pegarme lo más posible a él.

Supuse que estaba tan acostumbrado a mis muestras de afecto que ya ni siquiera podría conseguir alguna reacción pero en cuanto apoye mi cabeza sobre su pecho escuché su corazón latiendo desbocadamente.

Sonreí ligeramente sobre la tela de su camisa.

-Todo fue un asco, los malditos mocosos son un dolor de cabeza, los odio, a todos ellos pero odio aún más a Erwin por dejarme a cargo de ellos.- respondió cerrando los ojos mientras suspiraba.

-Hmmm, entiendo.- dije asintiendo levemente mientras intentaba no reír a causa de su comentario.

Nos quedamos en silencio, escuchando los ruidos de aquellos que patrullaban la zona por la noche, algunas risas y después nada más que el sonido del aire pasando entre las hojas de los árboles.

-¿Levi?.- pregunte en voz baja.

Suspiro, pero no respondió como tal a la llamada de atención.

-¿Sigues despierto?.- volví a insistir.

Obtuve un sonido desde el fondo de su garganta como respuesta, fue en ese mismo momento que me decidí a preguntarle, dejaríamos las tonterías para después.

-¿Por qué si quieres que me quede, no solo lo pides?.- dije abandonando mi lugar sobre su pecho y observando su rostro teñirse de rojo a la altura de las mejillas.

-¿Quién dijo que te quiero aquí?.- respondió con voz neutra sin abrir los ojos.

-¿Me voy entonces?.- dije sonriendo aunque él no pudiera verme hacerlo.

Su rostro ahora se notaba molesto pero aquel rubor cubriendo sus mejillas no lo hacía ver tan atemorizante como él creía. 

Abrió los ojos.

Lo observé, dedicándole una mirada llena de cariño así como una leve sonrisa, antes de que decidiera responder lo primero que se le viniera a la mente.

Apretó los labios y pude ver que estaba haciendo un gran esfuerzo por no ser el quien terminara huyendo por la ventana.

El intercambio de miradas se prolongó por algunos momentos más de lo esperado.

Y aunque esperaba escuchar una negativa o una confirmación lo único que recibí fue una negación solamente con la cabeza, sin olvidar mencionar que antes de aquello termino cerrando fuertemente sus ojos ,así como poco a poco el enrojecimiento en su rostro se volvía cada vez más intenso.

¡Dijo que no!
Bueno es decir, técnicamente no había dicho nada pero había respondido a mi pregunta.

-¿Quieres que me quede?.- insistí.

Dejó de negar para comenzar a asentir.

Y no pude evitarlo, me acerque más a su rostro para poder llenarlo de besos superficiales, observando con entusiasmo como el ligero sonrojo se volvía de un profundo color escarlata en su nívea piel. 

Debía aprovechar este tipo de momentos en los que él dejaba de estar tan a la defensiva y se mostraba lo más sensible que antes hubiera visto.

Cuando me canse de hacerlo sentir incómodo, me aleje un poco.

-Cuando quieras que me quede contigo, solo pídelo, no va a suceder nada si lo haces.- dije quitándole algunos mechones de oscuro cabello negro del rostro.

Abrió los ojos y luego los entrecerró para poder mencionar lo siguiente.

-No quiero que retrases tus investigaciones por culpa mía, así que ni lo sueñes.- dijo ofuscado mientras giraba el rostro hacia la ventana.

Lo mire con arrogancia, no sabía en qué se había metido.

-Si no lo haces le dire a Erwin que todos los reclutas nuevos deben ser entrenados por ti...todos. Después de todo eres el mejor.- dije con malicia aquello último, aunque con aún más satisfacción termine escondiendo mi rostro entre su hombro y cuello.

-No te atreverías.- dijo entre dientes, sonaba molesto.

Perfecto.

-No me obligues.- respondí dándole un beso sobre la piel a mi alcance.

Pude sentir cuando su cuerpo se tensó por aquella acción inesperada de parte mía. 

Apretó un poco los puños e hizo un drama interno, lo sabía.

-Bien.- agregó refunfuñando,  aquella había sido su última palabra.

Reí un poco ya que al final, terminó accediendo.

Siempre lo hacía.

¡Mil gracias por la espera!

Rất tiếc! Hình ảnh này không tuân theo hướng dẫn nội dung. Để tiếp tục đăng tải, vui lòng xóa hoặc tải lên một hình ảnh khác.

¡Mil gracias por la espera!

Amo mis historias, pero los amo más a ustedes por amar mis obras, agradezco mucho todo el apoyo que le han dado a cada uno de estos escritos a lo largo del tiempo.

No tengo idea de donde vaya a parar todo este libro pero seguramente tendré más ideas inesperadas por escribir.

Me he encontrado con algunas dificultades, las cuales espero se resuelvan pronto para poder volver a ustedes con más frecuencia.

💗

-Levihan- OneShots en EdiciónNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ