seis

45.5K 6.1K 30.7K
                                    

Harry / Pasado

Llegué temprano a la clase de Madame Lesauvage como siempre lo hacía. Me estaba esperando con unas tijeras. Mis manos volaron hacia mis rizos de forma protectora.

Se acercó a mí con una expresión severa y me cogió del brazo. Hice una mueca de dolor al oír el corte de las tijeras. Tuve miedo de abrir los ojos y mirarme en el espejo, pero cuando lo hice me di cuenta de que no me había cortado los rizos. Me cortó las coloridas pulseras de la amistad trenzadas. Tres pulseras para los únicos tres amigos que tenía en Cheshire. Las había llevado durante años. Eran una parte de mí. Mi muñeca se sentía desnuda sin ellas.

"¡Mis pulseras!" Grité.

Ella se mostró fría pero no totalmente indiferente. "Pronto empezaremos los ensayos de El sueño de una noche de verano. No puedes actuar con ellos. Beauchamp no lo aceptará". Me los devolvió. "Todavía puedes guardarlos como un recuerdo. Átalos a tu bolso".

Asentí y olfateé. Los estaba atando a mi bolso cuando Louis y Liam entraron en el estudio. Agaché la cabeza para que no me vieran llorar.

"Oye, ¿qué pasa?" preguntó Louis.

"Nada", dije, llevándome una mano a la muñeca.

Louis sabía que algo iba mal. Me conocía mejor que nadie. Después de la noche en que compartimos la cama, Louis y yo continuamos compartiendo la cama tanto si Zayn estaba como si no. No era algo de lo que habláramos, simplemente ocurría. Intentábamos dormir separados, pero uno de nosotros siempre cedía y se colaba en la cama del otro. Normalmente era yo, y por la mañana le rodeaba con mis brazos y piernas como un koala. También odiábamos estar separados durante el día. Pasábamos las mañanas, las tardes y las comidas juntos, y las pocas horas que pasábamos separados durante las clases eran una agonía. Cuando teníamos que ir a nuestras respectivas casas para el fin de semana largo, nuestros padres tenían que separarnos físicamente cuando nos despedíamos con un abrazo. Decían que nos habíamos encariñado demasiado, pero a mí no me importaba y a Louis tampoco.

Así que, más tarde, cuando la máquina de refrescos del piso de Louis no funcionaba, no era raro que se ofreciera a acompañarme al piso de los otros chicos para usar la suya. Realizábamos juntos hasta las tareas cotidianas más sencillas. Pero Louis estaba ocupado trabajando en una redacción y yo no quería apartarlo de su trabajo. Le dije que no me importaba ir solo.

Me aventuré a ir al piso de los otros chicos de Jebsen House, con el dinero suelto tintineando en mi bolsillo. Sólo que éste no parecía el piso de los otros chicos. Vagabundeé hasta que encontré una máquina de refrescos. Debería haber sabido que estaba en el lugar equivocado. Estaba limpio y todo olía a champú.

Estaba en la planta de las chicas.

Cogí rápidamente una Pepsi y corrí hacia la escalera cuando Gigi salió de su habitación.

"Vaya, vaya, vaya, ¿qué tenemos aquí? ¿Te has perdido, corderito?"

"Estoy..." Antes de que pudiera explicarlo me agarró del brazo y me arrastró a su habitación.

Eleanor estaba tirada en el suelo pintándose las uñas encima de sus deberes de matemáticas. Chilló de placer al ver mi expresión de miedo.

Las chicas no perdieron tiempo en torturarme. Gigi me ató a un brillante tutú azul mientras El empezaba a pintarme las uñas. Era más fácil ceder que intentar luchar contra ellas. Además, no era tan malo. En cierto modo, salir con las chicas era un alivio. No tenía que preocuparme de que se me pusiera dura y siempre tenían chocolate.

"No puedo quedarme mucho tiempo. Louis se preguntará dónde estoy".

"¿Qué pasa con ustedes dos?", dijo Eleanor con picardía.

Flightless Bird || l.s. españolWhere stories live. Discover now