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Me tocó renacer, para poder seguir adelante y cumplir las metas que alguna vez te comenté, pero que ya no estarás ahí para verme cumplirlas. Y es algo que me incomoda un poco. 

Repetías tan segura que estarías a mi lado, tomando mi mano, quitándome el miedo para que fuera valiente para ir por mi camino, estaba dispuesta claro. Pero solo si estabas conmigo.

Por momentos veo al cielo y me pregunto ¿Pensarás en mí cada vez que tatúes a tus clientes? ¿Pensarás en mí? ¿Cada vez que abras la puerta de tu local o apuntes tus citas en la agenda negra que te mandé a hacer? ¿Pensarás en mí, cada vez que te mires al brazo y mi nombre esté ahí?

No hay manera de que yo no piense en ti, en cada una de las decisiones que tome, porque cada una de esas ideas que hice, las hice pensando en nosotras.

Me tocó renacer, inventarme, recrearme y remodelar cada una de las cosas de mí, porque yo estaba meramente hecha para ti.  

Pegar a mi manera cada uno de los pedacitos que se cayeron con tu partida. 

Pero si regresas, no me culpes. 

Los pegué como mejor pude, de forma que no encajaras en mí otra vez. 



Soltando mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora