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Las desilusiones amorosas. Al pensar en estas palabras sentimos la boca del estómago apretar fuertemente, ese incómodo dolor que te deja intranquilo. Todos en nuestra vida lo sentimos, a veces es positivo a veces es negativo. Pero ambas afectan igual, llegas hasta creer que es ganas de ir al baño, pero no, simplemente nervios a flor de piel y es totalmente incontrolable. Solo nos recuerda que somos o fuimos unos  niños incapaces de controlar que sentimos. 

El amor ...Un desastre total. 

Siempre alguien sale herido tarde o temprano, hombre o mujer, nadie se salva. Pero somos tan tercos y cabezas huecas como para saber que es terreno peligroso sin embargo ahí estamos como avestruces, metiendo la cabeza hasta el fondo sin siquiera pensar en las consecuencias. A pesar de los dolores, de las incomodidades, de los temas vergonzosos, nos gusta, nos gusta que nos hagan creer que somos especiales, nos gusta que alguien esté ahí detrás de uno viendo y viendo cuando cedemos. 

El estar acompañado nos gusta, digo, somos seres humanos, esta en  nuestro gen estar rodeado de personas, pero el hecho de que pasemos mucho tiempo con una persona es  accesible a que cualquier momento nos hiera eso nos afecta, nos da miedo, a todos. 

Todas estas cosas son inevitables, que te guste alguien, que te enamores, nadie lo pide solo llega, pero como llega se va. Solo en ocasiones se queda. A pesar de que seamos erráticos un sinfín de veces ahí afuera o dentro donde sea, hay alguien para ti. Tal vez no sea tu alma gemela o la persona que esperas, pero está ahí. Valórala. 

Al final, cuando todos esos nudos en el estómago y el vagón se altibajos se va, sientes un vacío, uno agonizante que te corta la respiración, y ahí estamos, esperando como estúpidos el tren de la destrucción para montarnos y salir de nuevo hechos un lio.



Soltando mi almaDär berättelser lever. Upptäck nu