Soltando mi alma

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Alguna vez te has preguntado ¿Cómo sabes que es el amor de tu vida?  y te han respondido "Es que te das cuenta". 

Pero, ¿Cómo te das cuenta?

Es que solo lo notas y ya.

En los chinos que se ponen tus ojos cuando ríes, en su risa.

Lo notas en tu palma de la mano, en su tacto, en el aire.

Lo notas cuando hablas. Te das cuenta cuando lo sientes. Llegas a una especie de éxtasis del cual no quieres salir. Cuando respiras y el aire fluye ligeramente desde tu nariz a tus pulmones, cuando te relames los labios ansiosos. Pero dices "es que le tengo cariño". Lo puedes llamar como tú quieras. Pero un consejo entre nosotros, el momento exacto cuando te das cuenta, es cuando ya no está.

Entonces lo notas en tu latido desenfrenado, en los chinos que se ponen tus ojos cuando lloras, en tus lágrimas.

Lo notas en el vacío entre tus brazos, en tus labios, en el aire que te hace falta.

Lo notas cuando ya no hablas, en el silencio. Cuando tu pecho arde, cuando tus ojos pesan. Cuando tus labios rotos escuecen por las lágrimas, cuando tu nariz roja habla.

Es irónico que en el momento que te das cuenta, es cuando ya no está.

Cuando sonríes por el recuerdo, de su risa, de sus ojos chinos. Repito mucho lo de los ojos chinos. Por qué es lo que me hizo darme cuenta que era ella.

Me gustaría tomar un café con la persona que dijo" nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde". Porque tuvo que ser alguien muy inteligente para darse cuenta lo que estaba perdiendo, y ser muy fuerte para seguir adelante a pesar de ello.

Y es así, puede que te lo haya explicado, sin embargo, para que lo entiendas, tienes que vivirlo.

Pierde el miedo, enamórate. Enamórate mil veces hasta que una de esas te haga sentir que te falta aliento, porque entonces sabrás que ya le habrás encontrado.