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Podríamos ser cualquier cosa.

Unos fuertes toques en la puerta hicieron despertar a Yuna asustada, no tardó mucho tiempo para que su expresión cambiara por una de enojo, seguramente era Yeji, mientras se levantaba de su cama decidió hacer una pequeña apuesta consigo misma.

—Si es Yeji unnie tomaré una malteada de chocolate, si no, solo beberé leche. —murmuró antes de abrir la puerta.

—¡Yuna! —saludó—, lamento venir tan temprano, ¿Ya puedo ver a Ryujin? —la menor suspiró.

—No Yeji, sigue enferma, igual que ayer, y ante ayer, y hace tres días. —el pecho de la mayor dolió, bajó la mirada y asintió para irse en silencio, dejando a Yuna sintiendo algo de culpa, pero a la vez un poco de felicidad, hoy tomaría leche con chocolate.

La pelinegra cerró la puerta para volver a dormir, pero una Ryujin con un short y un hoddie azul, despeinada y lagrimeando se encontraba en medio de su camino. Yuna hizo un puchero y se acercó a abrazarla antes de que ella también empezará a hacerlo, la mayor inmediatamente comenzó a llorar, empapando su hombro.

Hoy se cumplían dos semanas desde que aquellas mejores amigas se habían visto por ultima vez, Ryujin no quería ver a Yeji, no estaba enojada con ella, pero estaba herida y no podía siquiera escuchar su voz sin empezar a llorar. Decidió alejarse mientras el dolor pasaba, pero este no desaparecía, la morena le había pedido a Yuna decir que estaba enferma si alguien preguntaba. Eso incluía a Yeji.

—Unnie —habló intentando contener el nudo que comenzaba a formarse en su garganta—, tienes que salir, los instructores comenzaran a preocuparse —la mayor negó—. No tienes que hablar con ella si no quieres, pero tienes que salir.

—S-Solo escu-ché su vo-voz y mira-me -se alejo para limpiar sus lágrimas con la manga de su hoddie—. M-Me siento mal —inhaló profundo, los hipídos no la dejaban respirar—, pero me siento peor po-or mentirle —Yuna solo presionaba sus labios mirándola, esa no era su hermana Shin—. Soy una cobarde

Volvió a tirarse a su cama, la menor la siguió después de unos minutos recostándose a su lado. Ryujin veía hacia el techo con hipídos aún saliendo de su boca, Yuna tomó su mano y la apretó, la mayor se giró y descubrió a su amiga sosteniendo un pequeño envase de lo que era un jugo con una pajita, se acercó y bebió un poco.

—Lo intentaremos durante algunas semanas, solo iremos a las prácticas y regresaremos, ¿Bien?

—Bien.

Iban a ser unas semanas muy largas para todas.

En las dos primeras semanas Ryujin mantuvo su trato con Yuna, asistió a todas las practicas, Yeji la saludaba y ella le devolvía el gesto, pero no pasaba de ahí, cada que la mayor intentaba entablar una conversación, la pelinegra fingía sentirse m...

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En las dos primeras semanas Ryujin mantuvo su trato con Yuna, asistió a todas las practicas, Yeji la saludaba y ella le devolvía el gesto, pero no pasaba de ahí, cada que la mayor intentaba entablar una conversación, la pelinegra fingía sentirse mal y salía corriendo.

FRIENDS || RYEJIWhere stories live. Discover now