𝒻𝓊𝒸𝓀𝒾𝓃𝑔 𝒻𝒶𝓂𝒾𝓁𝓎 𝓂𝑒𝑒𝓉𝒾𝓃𝑔

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Volvió a disculparse para subir por las escaleras con rapidez impresionante, sin darse cuenta de si es que sus sobrinos estaban en casa, sinceramente, le era muchísimo mejor estar sola con Michael.

Se quitó las ropas pasadas a alcohol y cigarros con rapidez, vertiendo agua en una fuente de vidrio, lavó su cara sucia llena de maquillaje y rastros de besos pasados, olvidándose de donde estaba su peine para desenredar su cabello hecho un lio.

Su niño, su Michael, estaba frente ella, a minutos de tomar té como si fuese algo cotidiano entre ellos, una ilusión hecha realidad. Era hermoso, se parecía a su padre, con la sonrisa afilada, sus colmillos sobresalían con hermosura heredada.

Deseo saber todo lo que vivió después de tanto tiempo.

Se vistió con una blusa color crema, además de una falda oscura larga, comenzando a preocuparse del desastre que tenia en su cabeza.

Se observo al espejo luego de un rato, sonriendo con emoción, negando la faceta que veía en su reflejo, se había presentado a su hijo como una desgraciada, lo mínimo que podía hacer era verse divina. Por lo que olvido el sentimiento de resaca para beber agua limpia y pasar el sabor agrio del cigarro, maquillándose con velocidad impresionante. Asintió cuando encontró que estaba hermosa.

-gracias- susurro a la nada, besando sus manos juntas para agradecer a aquel dios que hizo posible su encuentro.

Bajo nuevamente terminando de retocar su cabello, viendo las tazas listas delante de su hijo.

Su hijo. Se escuchaba espectacular.

-perdón por la demora- se apoyo en la mesa para sentarse, sintiéndose repentinamente débil- y dime, ¿Qué quieres saber? ¿Cómo llegaste aquí? ¿Quién...?

-bueno, ¿Elizabeth?- dudo, aun sin saber como dirigirse a ella.

-puedes decirme mamá- se arrepintió en seguida, fue impulsivo y hasta algo inadecuado, el menor la miro pensando- oh, es que... o puedes decirme Polly, así me llaman todos. 

-creo que mamá estaría bien- sonrío, contagiándola en segundos, no podía estar mas feliz- mi primera duda es por qué no me crie contigo, por qué me tuve que quedar con otra familia.

-fue una confusión, mi niño, me acusaron de cosas que yo no cometí para que me apartaran de tu lado y el de tu hermana, nunca pude pelear por ustedes por mas que lo intenté- tomo su mano, sintiéndola cálida- perdón por no haber sido lo suficiente.

-lo bueno es que ya pasó, y pudimos volver a encontrarnos después de tanto- beso los nudillos de su hijo, con lagrimas amenazando nuevamente.

Un portazo interrumpió aquel momento, sobresaltando a ambos.

-¡pium! ¡pium! ¡te di!- Arthur apareció saltando con John, jugando con sus revólveres mientras se apuntaban entre si- muérete, John, se supone que te disparé- movió su arma en busca de que le siguiera el juego.

-Arthur...- apunto detrás de él.

-¿acaso hablo en otro puto idioma? Dije que te tienes que morir- al escuchar a Pol aclarar su garganta se asustó.

Ambos guardaron sus armas con rapidez, viendo a Thomas entrar de los últimos, quedándose cerca de la puerta, observando al desconocido que había en su casa.

-ellos son mis sobrinos, Michael- se levanto unos segundos, comenzando a apuntar a cada uno según su edad- Arthur, Thomas, John. Faltan dos, pero después los conocerás. Ustedes saluden- hablo seriamente, con aquel gesto que los llevo a obedecer de inmediato. 

-hola- susurraron aun avergonzados.

-un gusto, Michael Gray- también se levantó, extendiendo la mano con cortesía al mas cercano, siendo el líder quien se quedó en silencio, detallando la mano ajena.

𝔓𝔩𝔢𝔞𝔰𝔞𝔫𝔱 ℌ𝔢𝔩𝔩 [Thomas Shelby]Where stories live. Discover now