✨twenty-seven✨

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Han

Desperté y no había nadie a mí lado, debía de ser una jodida broma, una mala pesadilla, ¿Como iba a dejarme Minho solo después de todo lo que habíamos vivido juntos? Pensé que tras lo sucedido aquella noche estabamos más unidos... Fui corriendo a la cocina con la vaga ilusión de encontrarlo sentado sobre la encimera con su café como todas las mañanas desde que nos instalamos en Busan, pero no, él no se encontraba ahí, en su lugar había una pequeña notita pegada sobre el mármol, la tomé y comencé a leer lo que había escrito en ésta.

Él ya no me amaba, solo me utilizó para matar el tiempo... Eso decía la nota, ¿Todo este tiempo me había estado mintiendo? ¡Y un cuerno! Iba a encontrar a Minho estuviese donde estuviese, no iba a rendirme y si para eso necesitaba años de busqueda iba a hacerlo, lo encontraría, o eso era lo que deseaba desde el fondo de mí corazón, realmente mis intenciones eran encontrarlo pero todo se vino abajo cuando ella cruzó la puerta.

- Han, hijo, volvamos a casa.

Tres meses después

Odiaba todo, desde que me escapé mis padres eran todavía más controladores conmigo si eso era posible, no podía ir a casa de los Kil, si quería verlos eran ellos los que debía venir a casa, estudiaba en casa y últimamente mí madre hablaba mucho por teléfono con un doctor, ¿Estaría enferma?

- Ji... - Dijo Seungmin sacandome de mí trance.

Me giré y lo miré a la cara pero no dije nada, es más, no le dije nada a nadie desde que me forzaron a volver a Seoul.

- Ji... Tienes que comer, ¿Como pretendes reunirte con Minho Hyung si no tienes energías? - Dijo nuevamente Seungmin. Aparté la lirada de él y volví a posarla sobre la ventana de mí antigua habitación.

Era normal que los Kim viniesen frecuentemente a casa, mis padres no se preocupaban si estaba comiendo o descansado bien, ellos en cambio si.

No volví a ver a Changbin, Hyunjin, Chan ni Jeongin. Mis padres ordenaron a nuestro servicio que no dejaran pasar a nadie mas que a los Kim o se entrarían.

- Jisung enserio, entiendo que no quieras hablar... Tómate tu tiempo para ello pero cómete la merienda por favor. - Insistió Félix preocupado.

Lo miré a los ojos y luego bajé la mirada al plato con las galletas y frutillas pero simplemente no podía, tenía el estomago cerrado, comía lo justo y ya.

- Sunggie... Tenemos que irnos, se que no tienes teléfono ahora mismo por tus padres pero... Si pasa cualquier cosa llamanos desde el teléfono fijo, ¿Vale? - Se despidió Félix.

- Jisung, nos vamos. Come. - Se despidió también Seungmin.

Cuando ambos hermanos Kim salieron de mí hogar me tumbé boca arriba en mi cama observando el techo de mí habitación.

Eran las siete de la tarde y me encontraba solo en la planta de arriba, obviamente el exterior de la casa y la planta de abajo estaban controladas por el servicio, no había manera de huir, había perdido la cuenta de todas las veces que lo había intentado antes de rendirme.

Entonces algo sonó en la ventana, unos golpecitos, abrí y mire, no había nadie pero cuando me di la vuelta una pequeña piedra con un papel pegado entró por esta. Tomé el papel y miré lo que había escrito en ésta.

"Calle X"

¿Que demonios?

Alguien trataba de comunicarse conmigo y no solo con esa piedra, a lo largo de la semana fueron llegando mucjas más.

La primera solo decía "Calle", la segunda "567", la tercera "Itaewon" y la cuarta decía "12 - 7A" alguien trataba de indicarme una dirección un lugar al que ir. Pero tenía miedo de que fuese algo raro, no sabía que hacer hasta que llegó la quinta piedra.

"LM"

🌸

¡Hola!

Estos capítulos son algo más cortitos ya que se aproxima el final, espero que os esté gustando y voy a echar mucho de menos actualizar esta historia, ¡Espero que tengáis un gran día!

Byeee~

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