Different

✨twenty-two✨

Han

Llegué a casa tras mí jornada doble en la cafetería, Minho ya estaba en la cama con la luz apagada y los ojos cerrados, me acerqué a él y le di un beso en la frente, me había acostumbrado a llegar antes que él y encontrarlo acurrucado en la cama abrazado a la almohada me causó ternura, aún que si rostro se veía apagado y sus mejillas humdas, no le di importancia pensando que sería alguna pesadilla.

A la mañana siguiente me desperté y él ya estaba en la cocina desayunando, como casi siempre.

- Buenos días. - Lo saludé.

- Buenos días amor, te preparé el desayuno, tienes de todo, yogur, frutas frescas, tostada, bollitos... ¿Que prefieres? ¿Aún que sí se te antoja algo más puedo ir a comprarlo... - Dijo apresuradamente.

- Hey, hey... Relajate, está perfecto, desayuna conmigo, ¿Si? - Le dije sonriendo y tomando una taza con algo de cafe y varias frutas fresas para comenzar a desayunar.

- Ayer llegaste tarde, ¿Mucho trabajo? - Me preguntó él mayor.

- Bueno, lo de siempre pero más horas, ¿Tu qué tal? - Le pregunté.

- Lo mismo de siempre, nada nuevo, oye, ya que hoy tu no trabajas pedí el día libre... Podríamos ir a algún sitio... ¿Quieres? - Me dijo sonriendo y yo asentí.

- Claro, ¿Por qué no? Suena bien. - Dije dando un sorbo al café.

La mañana paso rápidamente y ya estabamos por la calle paseando juntos mientras ibamos hablando, desde ayer Minho estaba demasiado extraño, hablaba mucho, me preguntaba muchas cosas y no quería separarse de mi ni un segundo, incluso tuvo que acompañarme al servicio.

- Como te iba contando... ¿Sabes qué pasó después? - Volví a centrarme en la conversación.

- Oh, umm... ¿Como? - Le dije.

- ¿Estás bien? ¿Te duele algo? - Dijo parándose y mirandome nervioso.

-No, no. Min, nada de eso, solo estaba algo ido en mis pensamientos, no me duele nada, estoy bien, de verdad. - Le dije moviendo mí mano para restarle importancia.

- Bueno... Pero ya sabes, cualquier cosa dímelo, ¿Si? Dí-me-lo. - Dijo haciendo un puchero.

- Que si, Min. Ya no te ocultaré nada. - Le dije, realmente estaba raro, estaba muy encima de mí... ¿Que demonios le sucedía?

Terminamos el paseo y fuimos a casa para ir a comer algo ya que se nos había pasado demasiado rápido el tiempo.

- Oye, podríamos invitar a Sanha, Eunwoo y Moonbin a comer con nosotros, ¿Que te parece? - Le propuse nada más llegar a la casa que compartiamos los dos.

- Mmm... Prefiero que no. Me gustaría pasar tiempo a solas contigo... - Dijo escondiendo su rostro.

- Bueno, claro, sí eso quieres eso haremos. ¿Estás bien? Desde ayer te noto ansioso y algo decaído. - Le pregunté. - ¿No será por lo del Sábado, no?

- ¡No! Digo, no... Solo estoy algo cansado últimamente y debo reconocer que el Sábado me asusté un poco y se me a juntado todo... - Dijo.

Definitivamente estaba raro, parecía que tuviee miedo a todo, como sí algo malo fuese a pasar, estaba ansioso todo el rato y a penas me dejaba separarme un palmo de él.

Pasó así nuestra tarde haciendose la hora de ir a dormir, todavía no comprabamos esa segunda cama y a este paso dudaba mucho que fuesemos acomprarla algún día.

- Oye Ji... - Escuché decir a Minho desde su lado de la cama, pero no podía ver su rostro por que estaba de espaldas.

- Dime. - Le dije poniendome boca arriba en mí lugar.

- Umm... Se que todavía queda tiempo para el Sábado pero... ¿Podríamos hacer algo juntos? - Dijo en un suave susurro.

- Claro, ¿Como qué? - Pregunté mirandolo de reojo.

- Algo diferente, no se algo que nos haga tener un buen recuerdo juntos. - Dijo nuevamente.

- Claro, ya pensaremos algo, pero... Tenemos todo el tiempo del mundo para crear recuerdos no te agobies. - Le dije para tranquilizarlo.

- Prefiero que este también sea especial, ya sabes... Todo cuenta. - Me dijo dándose la vuelta y acurrucandose a mí lado, yo pase un brazo por su cintura y lo abracé.

- Claro, así sea pues. - Le dije y así los dos caímos en los brazos de Morfeo.

A la mañana siguiente Desperté para ir a trabajar, Miércoles... Quedaban tres días para el Sábado, tenía que pensar algo especial...

Así pasaron las horas y no se me ocurria mada de nada, esperaba que a Minho se le ocurriese que podíamos hacer, se me había ocurrido que podíamos ir a algún lugar bonito o pasar el día solos en la playa... No se, había tanto entre lo que elegir que estaba volviendole loco.

Cuando llegué a casa Minho ya estaba ahí, con la misma ropa que llevaba cuando me fui.

- ¿Que? ¿No fuiste a trabajar? - Le dije.

- Mí jefe me dio la semana entera, así podré recibirte cuando vuelvas del trabajo, te preparé la cena. - Dijo acelerado y alegre.

- Oh, si... Gracias. - Sonreí y le di un pequeño beso en la mejilla. Subí a cambiarme y cuando terminé bajé para ir a cenar junto a mí mayor.

Pasamos la cena hablando de nuestro día y de anecdotas de cuando ersmos pequeños, ya que Minho se empeñó en qué le contará cosas sobre mi antes de conocernos, dijo que así sería más facil conocernos profundamente, me pareció buena idea por lo que accedí y le conté miles de cosas, algunas tristes y otras muy graciosas, como cuando conocí a los Kim.

"Fue un día de primaria con cinco años o por ahí, el señor Yang había venido a buscarme a la escuela como siempre y los pequeños me habían conocido en clase, cuando vi al señor Yang lloré por que no quería volver a casa, quería jugar en el parque y el tuvo qué obligarme a entrar en el carro por lo qué los Kil gritando "¡Secuestro!" fueron corriendo a intentar salvarme, luego se aclaró todo y desde ese día los tres fuimos inseparables, nos lo contabamos todo."

A Minho esa historia le causó mucha ternura y no paraba de reír imaginandose a dos pequeños y locos Kim corriendo a ayudarme.

- Ojalá haberte conocido antes... - Me dijo.

- Bueno, no me conociste de pequeño pero me conocerás de viejo... - Le sonreí.

- Si... - Dijo con una mueca.

¿Que demonios sucedía?

🌸

¡Hola!

Quedan unos cinco capítulos más para el final, al final no pude hacer la historia tan larga... Pensé que quedaría con mucho relleno y se haría más pesada de leer de esa manera...

Espero que os guste ❤️

Byeee~