XVI

2.2K 340 91
                                    

[Xiao Zhan]

Una vez salimos del edificio, cerrando el portón de la entrada, el doctor Wang y yo comenzamos a caminar en dirección al kombini que estaba cerca de aquí.

La tensión era notoria entre nosotros, ya que yo no sabía que decir y él solo se mantenía callado con una tenue sonrisa en su rostro.

— E-en verdad no era necesario... — Traté de decir más al ver como volteaba y arqueaba su ceja me percaté de lo que había dicho. — Quiero decir... Que no se hubiera molestado en acompañarme... Podía ir solo, pero eso tampoco significa que me moleste y agh...

Nuevamente quería que la tierra me tragara. Nunca sabía que decir ante su presencia y terminaba diciendo puras incoherencias.

Escuché como reía para seguido llevaba su mano a mi cabeza y revolvía un poco mis cabellos.

— Tranquilo, Xiao Zhan... Además, ¿Cómo crees que no te acompañaría? Aún eres menor de edad y a estas horas... Ya es peligroso para que alguien este caminando solo por estos rumbos.

— Está exagerando un poco... — Le digo, deslizando mi mirada al frente cuando pude sentir la suya sobre mi, muriendo de la vergüenza.

— Claro que no. — Hizo una leve pausa — Si yo viniera solo, ¿tratarías de robarme? — Me dijo, a lo cuál me fue imposible aguantar las ganas de reír. — Tú eres un omega muy alto y yo un alfa pequeño.

— Claro que no, tan solo mire su tamaño y el mio. Usted luce mucho más fuerte que yo, ¿Cómo podría? — Le respondí, mirándolo de reojo por unos segundos, sintiendo mis orejas arder.

— Somos de la misma estatura. — me respondió acompañado con una leve risita. — Además, no me hables de manera formal Zhan, no estoy en el hospital ahora... — Me pidió, al sonreírme.

— L-lo siento... No puedo evitarlo.

— Me haces sentir muy viejo, simplemente tratame como un amigo más, pero para que no sientas que me estás faltando al respeto, te dejaré decir Gege. ¿Qué te parece? —

No sé, si se debe a que es una persona muy alegre y se la vive rodeado de niños pero... no dejaba de sonreír.

Haciendo aquella vista tan adictiva.

No me atreví a preguntar su edad, no quería que se ofendiera o algo parecido, por lo que preferí callar, divagando entre mis pensamientos hasta sentir como chocaba contra su espalda, haciendome entrar en razón.

— ¡P-Perdón! No fue mi intención... Venía distraido. — Me disculpé, percantandome como nos habíamos detenido en la esquina de la calle, esperando a que los autos pasaran y así cruzar al kombini.

Al entrar, caminando directamente a los congeladores para tomar una bolsa de hielos, solo que por instinto, mi vista se posó donde están los helados, teniendo el antojo de uno en ese instante, sólo que tendría que ser para la próxima ya que traigo exacto para el hielo.

— ¿Quieres uno? — Escuché como el doctor Wang hablaba, atrayendo mi atención.

— ¿M-me... Está diciendo a mi? — En ese momento cerró los ojos por unos segundos, mientras asentí y dejaba ver su hermosa sonrisa.

— ¿A quién más le diría?

— Ahh... No, no quiero — Le respondí para así huir rápidamente al pasillo de las sabritas, dejando que fuera el quien tomara la bolsa de hielo, y al ver como caminaba hacia la caja, me acerqué a él.

— Muchas gracias — Le agradecimos a la chica a la vez que el doctor Wang tomaba de la bolsa ya que al parecer había comprado unas cosas más, para así finalmente salir de la tienda, regresando a mi casa.

I'm an alpha || YizhanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora