nueve

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Narra Hange

El sol empezaba a verse en el horizonte y los rayos de este mismo se reflejaban en el hermoso rostro de Angela, me encontraba acostada a su lado, en mitad de la noche desperté con la espalda adolorida así que no me quedo opción, después de todo ella tenia razón. Al igual que para la expedición fuera de las murallas al momento de subirme al caballo con ella, la cercanía entre nosotras, era algo que me hacia olvidar de todas mis preocupaciones, justo como ahora, me gustaría estar así mas veces de las que pueda contar con ella.

Espero ansiosa su despertar para poder contarle todo lo ocurrido ayer, los titanes en la muralla, la cristalización de Annie, estoy segura que le encantara saber de ello. En ese momento comenzó a despertar, me senté rápidamente sobre la cama mientras ella bostezaba.

-Bueenos días ¿Como amaneciste? ¿Te duele la cabeza o tu pierna?Tengo muchas cosas que contarte sobre ayer, Annie se- - Fui interrumpida por Angela quien trataba de sentarse en la cama. -No! debes descansar, recuéstate por favor- Me acerque a ella y la ayude a acomodarse.

-Buenos días, Hange, yo estoy mejor creo, pero yo te debería preguntar si te duele la espalda- Alzo levemente una de sus cejas, seguido de eso empece a girar mi torso de un lado a otro. -Ves? Estoy perfectamente- Por ultimo me lance de espaldas a un lado de ella.

Narra Angela

Gire levemente y con algo de dificultad mi cuerpo para quedar frente a frente con Hange, la cercanía era considerable ya que la cama era pequeña, trate de disimular los nervios que me consumían por completo al tener a Hange tan cerca, pero no era algo que me incomodara, al contrario.

-Entonces... ¿Que me decías de Annie?- Nuestros ojos se conectaron y Hange comenzó a contarme sobre la cristalización de Annie, los titanes en la muralla, toda esa información me sorprendía, los que nos protegían de los titanes que no acecharon durante 100 años fueron los titanes colosales? Era algo que ansiaba por ver con mis propios ojos, pero dudaba que eso fuera posible, ya que según Hange el pastor Nick del culto de la muralla sabia acerca del secreto de las murallas y dijo que a ese titan no debía llegarle el sol por ningún motivo, ¿Porque eso debía ser un secreto' ¿Porque esconderlo de su propio pueblo? Era algo que nos hubiera permitido dar un paso mas por sobre los titanes. También me conto que el cristal donde se encuentra Annie no se sabe de que esta hecho, que a pesar de los esfuerzos por romperlo no se pudo hacer nada.

Hoy se iban el resto de mis compañeros a un castillo que pertenece al cuerpo, ayer estuvieron preparando suministros sin saber de la misión ocurrida durante el día de ayer por razones que desconozco. Seguí hablando con Hange durante un rato hasta que una idea se vino a mi mente debido a un mal presentimiento que tenía

-Hange, necesito pedirte un favor muy grande, necesito una chaqueta del capitán Levi, negra de preferencia, tu eres la única que puede conseguirla- Junte mis manos en señal de súplica esperando su respuesta.

-¿Sabes que puedo morir en el intento, verdad?- Baje mi rostro levemente, era una posibilidad que esa respuesta llegara. -Tienes razón lo sien- -Fui interrumpida por la melodiosa voz de mi contraria.

-Solo bromeo, linda. Claro! te ayudaré, pero después debes decirme para que es- Con una gran sonrisa y un sonrojo notorio en mi rostro ante como me llamo, sin dudarlo dos veces me lancé a sus brazos a darle un abrazo en muestra de agradecimiento, lo que pareció sorprenderle, al darme cuenta de lo impulsivo que fue eso trate de separarme pero no me lo permitieron los brazos de Hange los cuales me rodearon en correspondencia.

Me encontraba en comodidad, me gustaba estar así con ella, su compañía, no quería que acabase, el estar cerca de ella me causaba seguridad, le transmitía calidez a mi corazón que no recibía hace años después de la muerte de mis padres, ella me hace sentir como cuando volvía a mi casa luego de jugar toda la tarde con Eren, Armin y Mikasa cuando ellos siempre me recibían con todo el cariño del mundo y me acabo de dar cuenta hace unos instantes, realmente estaba agradecida con Hange Zoe por hacerme sentir de esta manera en unos pocos meses.

Lamentablemente Eren entró a la habitación con una bandeja en sus manos que tenía al parecer mi desayuno, sus rostro de sorpresa al vernos de esa manera con Hange fue digna de retratar, no pude evitar reírme.

-¿Interrumpo algo?- Eren alzo una de sus cejas cuando me miro, definitivamente esta vez no podría escaparme de una conversación con el, Hange se levanto rápidamente y se acerco a Eren-Eren! Haz visto al enano?- Con su mano libre apunto hacia afuera de la habitación -Por lo que se estaba con el comandante Erwin- Sin mas, Hange salio disparada hacia quien sabe donde, Eren cerro la puerta y dejo la bandeja en el banco a un lado de mi cama para después ocupar el lugar en el que estaba Hange.

Con un suspiro, pose mi cabeza sobre el hombro de mi contrario. -Ah... Eren, me estoy enamorando- Una pequeña risa salio de sus labios. -Era obvio Angela, se les nota a las dos, tu eras la que no se daba cuenta, tonta.- Golpee su brazo. -Hey! Eso duele, de igual forma tienes mi apoyo, cuenta conmigo para lo que sea.

Definitivamente no se que seria de mi sin el, sin mis amigos, ellos estuvieron cuando mas lo necesite, somos inseparables, incluso estamos enfrentándonos a la muerte día a día siempre preocupándonos por los otros, protegiéndonos porque somos una familia, nuestra amistad es algo que no se rompería por nada del mundo, en el fondo, yo se, que podremos ver el mar juntos, nosotros cuatro.

[...]

Ymir se encontraba con la chaqueta que Hange le robo a Levi, frente suyo se encontraba Christa con una falda y una blusa blanca, con una sonrisa en sus rostros. Organice este pequeño encuentro, siento que algo va a salir mal en ese castillo así que no podía quedarme de brazos cruzados.

Se veía en sus ojos lo mucho que se amaban, en los 3 años de entrenamiento nunca dejaron sola a la otra, se hicieron compañía todo ese tiempo, es un amor que las palabras no pueden describir, un amor que va mas allá de lo pensado, harían lo que fuera la una por la otra, de verdad espero que ellas puedan tener su final feliz, que puedan ante toda adversidad que se les presente, porque eso es lo que ellas se merecen, lo que todos mis compañeros se merecen.

Me encontraba en la espalda de Jean ya que yo aun me encontraba con molestias en mi pierna. A lo lejos al borde de una baranda pude ver a Hange observando con una sonrisa el pequeño acto que estábamos realizando, le pedí a Jean si me podía dejar a un lado de Hange luego de haber felicitado a las recién casadas, que si bien no fue un casamiento como tal, para ellas tenia la misma validez.

Al llegar donde ella, me apoye en la misma baranda que ella, estábamos en silencio deleitándonos con la tranquilidad del ambiente, Hange se giro hacia mi y yo imite su acción, quedamos frente a frente al igual que esta mañana con nuestros orbes cafés conectados.

-Sabes Angela... Me gustaría casarme algún día contigo.-


Nota de la Autora

Lamento mucho la demora con este capitulo, la verdad es que estuve al pendiente de otras cosas. Espero que este capitulo sea de su agrado, no olviden darle amooor.



𝙏𝙤𝙢𝙖 𝙢𝙞 𝙢𝙖𝙣𝙤 - 𝙃𝙖𝙣𝙜𝙚 𝙕𝙤𝙚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora