𝒶 𝑔𝑜𝑜𝒹 𝓂𝒶𝓃 𝒻𝑜𝓇 𝒽𝑒𝓇

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-¿son ordenes de Scarlett?

-no, son ideas mías, de hecho, se lo comente a Scar y le agrado, pero no son de su parte.

-parecen sacadas de ella, por lo que lo acepto- el castaño hizo una mueca, y anoto algo en su libreta, comenzando a ordenar a los hombres nuevos- ¿Pauline? ¿por qué hay tanta gente? Si, acá hay bastardos que no conozco.

-son nuevos, señor- movió sus manos detrás de su espalda, sabiendo a que venia aquella pregunta- por ellos prepararemos más comida.

Se estuvo preparando durante la noche para mentir.

-fueron ordenes suyas, Ollie los trajo de la frontera, por algo su acento peculiar, pasaron por varias pruebas antes de estar aquí.

-oh, bien, bien. ¡me encanta cuando trabajamos así de bien, por la mierda! ¡Davis! ¿Dónde esta Phoenix?- el chico señalo el lugar donde se exprimía la uva, por lo que con ayuda de la joven, logro llegar con rapidez hasta la puerta de metal.

La aprendiz estaba con un lápiz entre sus labios, con el cabello amarrado en alto y sus ropas usuales, sus dedos con anillos llamaron su atención cuando comenzó a chocarlos entre sí. Alfie sabia que aquello significaba estrés, e intento mantenerse enfocado durante la conversación que tendrían.

El lugar estaba con sonidos constantes, bien iluminado, espacioso y con buena ventilación, sin colores extravagantes que se ensuciarían en seguida, podría no estar en el lugar donde ocurría todo, pero le gustaba ver que todo funcionara cómodamente, sin inconvenientes de por medio como insolación o de lo contrario deshidratación como consecuencia.

La mujer con tatuajes en los brazos estaba sentada al fondo del lugar, en la mesa estaba una botella de vino con dos copas, un teléfono y algunos libros de finanzas.

-Alfie, me alegra que salieras y vinieras- sus ojos, verdes e hipnotizantes le hicieron volver a sonreír, dejando atrás a la sirvienta para que siguiera con sus deberes- ¿qué haces por aquí?- se levanto de su lugar para recibirlo, viéndolo a los ojos.

-desperté de un buen humor, y en la cocina dijeron que prepararían mas platos para los trabajadores- se acercaron bastante, más de lo que se acercarían unos amigos, y susurro en las penumbras- me dijeron que yo los contraté, ¿es verdad? Porque no los recuerdo, querida, no los recuerdo y no quiero comenzar a olvidar mierdas, no quiero olvidar de nuevo.

La bruja quedo en silencio, Solomons menor le había llamado, informándole que le avisaría a Alfie de los nuevos hombres y que tendrían que hablar en persona mas temprano que tarde, y aceptó, porque el hombre con el que compartía cama logro alejar sus malos sueños, dejando a un indefenso niño que explota con lo mínimo, cuestionándose a su alrededor. Sin sus pilares estaba devastado, y por mas que intentase limpiar sus energías y alma, necesitaba a su sangre.

-podríamos probar con cosas nuevas- aquello basto para el barbudo, asintiendo contra el hombro de la francesa, sintiendo su aroma combinado con la tierra- estaremos bien, cielo, quizás tendremos que volver con Larissa.

Sintió su suspiro decepcionado, no le gustaba mentirle, menos cuando estaba inestable. Acaricio su espalda e intento retomar su emoción.

-¿quieres probar el vino? No podemos darle el gusto bueno si es que tu no lo haces primero, ¿si?

-si, es una buena idea, querida, aunque no sé una mierda de vinos- su comisura izquierda se alzo y espero a que la copa se llenase.

El sonido del teléfono alerto a la mujer, quien entrego el objeto de vidrio y levanto el aparato, viendo al hombre observar el líquido.

𝔓𝔩𝔢𝔞𝔰𝔞𝔫𝔱 ℌ𝔢𝔩𝔩 [Thomas Shelby]Where stories live. Discover now