La melodía - Mina y Tu -

💖🐧

Un día más, desperté sin muchas ganas de levantarme de la cama puesto que tenía entre mis brazos a la personita más adorable del mundo.

La observé durante varios minutos, tratando de capturar su belleza en mi cabeza, sus tiernas y preciosas facciones que no daban respiro a la perfección causaban algo espléndido en mí, algo de lo que tenía miedo, pero que al final me hizo muy feliz.

— ¿Amor? — llamó, la belleza en persona

— ¿Ah? ¿Si? — dije, saliendo de mi burbuja y prestando atención

— ¿Pasó algo? ¿Por qué no dejas de mirarme? — preguntó apegándose más a mi cuerpo y restregando tiernamente su rostro en mi cuello

— Te tengo una pregunta mucho mejor... ¿Cómo puedo dejar de mirarte?— acaricié su cabello con mucho cariño y suavidad, llamando su atención y obteniendo como resultado una mirada fija y adormecida por el sueño. Tan adorable

— Solo debes de voltear y listo — mencionó con sencillez mientras tomaba mi mandíbula con delicadeza y la giraba un poco, dejando un suave beso sobre mi mejilla

Ella rió un poco sonrojada cuando yo solo me relajé, cerré los ojos y sonreí después del beso, no bastó mucho más para que ella volviera a dejar otro en el mismo lugar y lograr una amplia sonrisa de mi parte.

Estuvimos un rato más así, entre risas y sonrojos, juegos y besos, llegando la hora de levantarse más rápido de lo deseado.

— No quiero ir — repetí una vez más, mientras me aferrada cual niña pequeña que no quiere entrar a la escuela, al semi marcado abdomen de la japonesa

— Pero vas a ir, iremos juntas y nos divertiremos mucho ¿okey? — dijo tratando de levantarse de la cama para alistar las maletas, pues la boda se celebrará en Estados Unidos y los boletos de avión ya habían sido comprados por mi querido hermano (q c note el sarcasmo)

— Nooooooo, yo quiero estar aquí contigo, no allá, ni se inglés — traté de defender mi punto y puse más excusas, sabía que ninguna de ellas era un problema real pero de igual forma no deseaba estar en esa boda

Ella volteó y me miró con cara de pocos amigos, dejándome en claro que mis pretextos no servirían

Seguido a eso me regaló un beso, luego otro más y así hasta que finalmente y sin darme cuenta, ella había conseguido sacarme de la cama entre estos

— Eso es trampa ¿sabes?

— Pero conseguí mi objetivo y eso es lo que importa. Ahora, ve a traer las maletas y yo haré el desayuno — ordenó mientras quitaba las frazadas de la cama y se iba, un seguro para que no vuelva a lo mismo

— ¡Aaaahhhg! ¡¿Por qué soy tan manipulable por esa mujer?! — grité con cierta burla hacia mi misma, nunca me había dejado mandar por nadie y ella viene y ya estoy haciendo todo lo que salga de sus labios... amor, si es esa madre

— ¡Y ordenas la ropa, por favor! — soltó desde la cocina

— ¡Sí, mi vida! — ya qué, mejor positiva que negativa claro que si

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