La melodía - Mina y Tu -

S

La llamó y no recibió respuesta, siguió insistiendo durante quince minutos y de todas formas siguió sin responder.

Sentía el frío ingresar a su cuerpo rápidamente, no pudo con los pensamientos que la atormentaban cada vez más y decidió finalmente tocar la puerta tratando de guardar los nervios que sentía por la persona desconocida en el interior del lugar.

Respiraba profundamente y aún así el resultado era casi nulo, empezó a desesperarse al no escuchar nada cuando de repente la puerta fue abierta con rapidez para mostrar el rostro que tanto deseaba ver desde hacía horas que parecían la infinidad misma

— Oh, minari — murmuró asombrada, tomando segundos después la mochila que llevaba conmigo, para ayudarme y entrar

— T/n... L-lamento no haberte dicho pero hablé con mánager unnie y podré quedarme contigo después de cumplir todo el horario — una tímida sonrisa se hizo presente en mi rostro con lo dicho mientras seguía a t/n por el lugar como si fuera la primera vez aquí

— ¿Enserio? Eso es increíble minari — contestó volteando hacia mi y sonriendo en emoción por la noticia aunque aún había una muy grande por dar pero lo haría luego, luego de ver quién más está aquí

— Amor, cuando estaba viniendo... Escuche que estabas con alguien más y-

— Ah em... E-este, verás... Hoy vino mi hermano de visita y pues... como sabrás él... no sabe nada de... ti osea de nosotras ¿entiendes? Yo me encargaré de que no piense nada raro, tu puedes ir a mi habitación directamente si quieres — interrumpió con prisa, ofreciendome lo más fácil, esconderme

— Pero es tu hermano, quiero conocerlo y saludar — respondí frunciendo el seño mientras la abrazaba

— B-bien, entonces vamos — dijo separándose y caminando hacia la sala de estar

Fue un corto trayecto pero no pude evitar ver el nerviosismo en el cuerpo de t/n, lo que no me permitía tranquilizarme por completo

Al llegar ví a un chico de una estatura cercana a la de mi novia y el gran parecido entre ambos, lo que extrañamente me dio un poco de paz, él al notar nuestra presencia dejó el control del televisor sobre el sofá y se levantó con una expresión de asombro total, tenía los ojos bien abiertos y los labios levemente separados dejando en claro lo sorprendido que estaba

— E-emm... Hola — saludó aún consternado por la nueva presencia femenina, sonando gracioso pues se notaba que venía del extranjero

— Hola, me llamo mina — devolví el saludo con timidez, acercándome inconcientemente a mi novia

— Bueno mina, él es Yujeon, tiene 27 años, se fue a estados unidos para estudiar medicina por cosas de mis padres y se quedó a vivir allí hasta el día de hoy, donde ni yo sé que hace aquí — abrevió restándole importancia a la presencia del mencionado

— Yo también te quiero, hermanita — soltó con sarcasmo y una sonrisa

— Si, si, ahora vuelvo — dijo tomando mis hombros, llevandome a su habitación

Una vez allí, reí por el suspiro que soltó al cerrar la puerta, dejándose caer sobre la cama tomó mi mano y jaló de ella tratando de hacerme caer también pero solo me solté para sentarme a su lado y acomodar su cabello que lucía suave pero incómodo sobre su rostro

— ¿Viste como te miraba? Parecía que en cualquier momento le saldrían corazones de los ojos, al estúpido — soltó repentinamente, riendo con molestia que trataba de ocultar

Reí por la ternura que me causaba y me quedé con una sonrisa al ver el seño fruncido de su rostro.

Sin duda alguna, no se había equivocado al entregarle su corazón a aquella chica y eso la hacia inmensamente feliz

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