Capítulo 19

56 7 4
                                    

Herny:

Te amo, realmente te amo como nunca he amado a nadie. Eres la persona más importante en mi vida, eres la luz que alumbraba todo mi mundo.
Siempre te admiré, siempre creí en ti sin importar nada. La primera vez que nos conocimos nunca me imaginé que te convertirás en mi todo.
Los momentos que vivimos juntos fueron los mejores de toda mi vida. Antes de ti me sentía perdido.

Ahora me vuelvo a sentir así. Todas las fantasías que me cree en la cabeza hoy se derrumban. No sé cómo detener este proceso. Tengo miedo, quiero gritar y correr de esta situación. La distancia nos fue separando sin compasión, mi inseguridad, mis dudas y mi falta de hablar me jugaron una mala pasada.
¿Cuándo pasó? No sé. Nada de esto lo veía en mi futuro contigo.

Cuando inicio Arkadia no nos vimos casi nada, de hecho fueron como dos o tres veces que nos encontramos ese día, pero luego cada uno por su camino. Eramos como unos desconocidos.
Me preguntaba Jesús si todo iba bien.
¿Cómo le digo que no?
Como siempre miento. Finjo que me encuentro genial. Hago mis cosas y ya está.
Cumpliste tu promesa de que viviríamos cerca y eso me emociono, pero al final no cambio absolutamente nada, seguíamos igual.

Veo que estás bien, que estás aprendiendo del mundo junto con tus amigos. Me tranquilizó.
Pasamos varios días así, vernos un segundo y luego cada quien por otro rumbo.
Jesús se la paso todo el tiempo conmigo sin dejarme solo. Viví muchas aventuras a su lado, es amable y muy paciente. Creo que es el único que me aguanta de todos los noobs. Su cariño por mí es muy grande que siempre termina regalando me una mascota. Esperó un día compensarle todo.

Al caminar solo por el bosque me perdí y encontré un lugar idílico. Este sitio se hizo mi lugar favorito para pensar. Justo como ahora.
Veo el lago hermoso que está frente a mis ojos y deseo que estuvieras aquí, pero sólo se que da como eso, un deseo.
Qué se supone que deba hacer, nada es como me lo esperaba, todo está siendo un total fracaso. El viento cálido mueve mi extravagante peinado, mis manos tiemblan, mis ojos se llenan de lágrimas que no puedo retener.

Verte con alguien coqueteando me hace tanto daño y me mata lentamente. Me siento mal y no puedo evitar avergonzarme por lo infantil que me comportó.
Me recuesto sobre el poco pasto y miró el cielo azul.
Una voz que conozco me llama, me levanto de mi lugar y lo miró con asombro por su presencia.

— Arsilex... — no puedo ocultar mis lágrimas.

— Que lugar más complicado me haces buscarte — respondes.

— Perdón — no quería causarle molestia.

— No importa, lo importante aquí eres tú — hablas antes de aventarte al agua y nadar hacía mí.

— Yo estoy bien — mis labios tiemblan, mi voz se quebró otra vez.

— Herny, no sabes mentir — contestas una vez cerca de mí, tomas mi mano y me miras fijamente — sé que tu distanciamiento con Vegetta te duele, te sientes celoso de Rubius y todo eso te pone muy mal. Además sientes que ya no te quiere.

Sin poder decirle nada, baje la cabeza. Me conocía muy bien — ¿Cómo sabes todo lo que siento?

— Somos amigos y nos conocemos desde hace mucho tiempo — me levantas el rostro con ambas manos. Me sonríes.

— Lo estoy perdiendo... — por fin puedo decirlo en voz alta y se sintió horrible.

Arsilex con mucho cuidado me abraza — Herny, tienes que hablar seriamente con él, no pueden seguir así o terminarán peor. Deben ser honestos y buscar una solución.

— Tengo miedo... — acepto.

— Lo sé, pero cuándo dejaras ese miedo. Cuándo ya todo se vaya a la mierda — habló serio.

Siempre fuiste tú // hernygettaWhere stories live. Discover now