El día ha llegado y al verme al espejo tengo unas ojeras que espantan. Me llevo la mano a los ojos y froto éstos queriendo quitarme el sueño de encima, pero apenas funciona. Anoche no he resistido y he tenido que acudir a mi padre para pedirle ayuda; obviamente no le dije la razón por la cual Daphne no quería verme, porque sé que me regañaría y no me diría nada, mucho peor si mi madre se enteraba. ¡Con lo que se había encariñado con Daphne! No había noche en que mi madre no nos diese las buenas noches a Daphne y a mí desde el día de la cena, y me hacía muy feliz que a mamá le agradase Daphne, como Daphne también adoraba mucho a mi madre. Las dos eran tal para cual de melosas y extrovertidas. Finalmente, mi padre me dijo que sólo debía darle paciencia, no sabiendo cómo ayudarme del todo, pues no le había dicho mucho como para que me dijese mucho tampoco, pero me dijo que si de verdad la quería y la situación había estado un poco fuerte, debía darle su espacio y dejar que las aguas se calmen. Pero estaba claro que yo estaba lo suficientemente desesperado para ello. Por supuesto, no faltó la burlona de mi hermana, que al parecer había estado espiándonos y se burlaba de mí y me acusaba de ser una nenilla enamoradiza, y también me dijo que Daphne había abierto los ojos y se había dado cuenta de que andaba con un anciano. Siempre tan dulce con su hermano, a que sí.

No estaba de ánimos como para arreglarme como usualmente lo hacía, y ciertamente me había levantado tarde por haber permanecido despierto hasta horas tan altas anoche. Tan sólo me puse una camiseta y unos pantalones de mezclilla, unas zapatillas que poco solía usar y mis gafas, me acomodé la mochila en la espalda para después salir de casa sin siquiera haber desayunado o bañado. Estaba hecho un desastre. Estaba que daba pena. Y eso es lo que me ocurría ahora sin Daphne; daba pena. Daphne me ha afectado como nunca lo pensé y ahora sentía que dependía mucho de ella. No me cansaré de repetir que ella es mi karma.

Llegue a la escuela aún de manera vaga, y ni hablar de las clases, no presté atención en absoluto y me sorprendí al ver a Daphne, ella estaba con sus amigas, pero ella estaba distraída y ni siquiera se había percatado de mi llegada. Cuando quise acercarme, la profesora irrumpió y la campana sonó.

—Buenos días. Todos a sus sitios. De pie —ordenó tal militar, y nosotros nos limitamos a obedecer tal soldado. No podría hablar con ella sino hasta la siguiente hora, y aquello despertó mi desesperación nuevamente.

La clase terminó y antes de siquiera poder levantarme o decir algo, Daphne salió junto con Jazmín y Emily corriendo y riendo del aula. Gruñí de frustración.

—Hey, Harry —me llamó detrás Phoenix cuando el aula se encontró vacía. Levanté la cabeza y la miré un tanto desconcertado... Pero ciertamente me encontraba agotado; agotado por la noche de ayer y de no poder hablar con Daphne.

—Hola —le dije, claramente cansado, física y mentalmente. Ella jaló de una silla y se acomodó frente mío.

—¿No has solucionado nada con Daphne aún? —Negué con la cabeza y ella formó una mueca—. Mira, ustedes son lindísimos juntos, voy a admitirlo. La gente aún no se acostumbra a verlos juntos, y eso es un coñazo. Pero, hombre, ¿sabes los rumores que están inventándose todos ahora? Espero que Daphne no lo haya oído, pero todos están diciendo ahora que nuevamente le ha puesto los cuernos a alguien... Y debería golpearte por ello, o mejor aún, no tener compasión de ti y decirle a Liam, Louis y Zayn que te agarren a golpes. Pero quiero mucho a Daphne, y no lo hago por ella y porque te quiere — me advierte. Ahora siento la sangre hirviéndome; ¿en qué mierda he metido a Daphne? Joder—. Voy a ayudarte porque no la quiero ver mal. Y si crees que ella está bien porque la has visto riendo hace un momento, voy diciéndote que estás en una idea errónea. Las chicas y yo hemos estado haciendo de todo para distraerla. Le ha estado llorando a Emily y a todas nosotras diciéndonos que eras un gilipollas, y concuerdo con eso, yo te hubiese mandado a volar si hubieses hubiese estado en esa situación —me dice con seriedad, y por un momento me compadezco de Zayn—. Ahora sí, no voy a rogarte y te voy a exigir que me digas lo que sucedió para que pensaras eso de ella, y me va importar una mierda, me lo vas a decir y punto, ¿me oíste?

NERD.Where stories live. Discover now