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Jungkook estaciona con tranquilidad su auto a solo una calle de la academia, se las había arreglado para conseguir lugar bastante cerca lo cual agradecía ya que la mayoría del tiempo debía dejarlo más lejos debido a que todo estaba ocupado.

Tiene una enorme sonrisa en el rostro. Una sonrisa que nadie podría borrar por nada del mundo. Y así camina hasta llegar a la esquina desde la cual la academia se puede ver perfectamente.

Su sonrisa desaparece en ese instante. En el preciso instante en que sus ojos captan como Park Jimin habla nuevamente con los chicos del dojo de karate. Pero esta vez el menor no coquetea con los chicos, todo lo contrario. Simplemente es amable y amigable. Y Jungkook nota perfectamente que Jimin intenta mantener una distancia indicando que solo esta hablando pero por el contrario, ese joven hormonal de pelo corto, alto y rostro envidiablemente perfecto quiere algo más.

Es evidente, toda su expresión corporal grita que quiere acercarse hacía Jimin, la forma en la que su cuerpo esta inclinado hacía el menor. O la forma en la que mueve sus brazos alrededor del chico.

Lo irrita. Lo irrita demasiado.

Por ese motivo vuelve a plantar una sonrisa en sus labios. Pero esta vez no es una sonrisa relajada ni amable. Es una sonrisa aterradora. Extremadamente aterradora.

Y eso es lo que ven San y Eunwoo con sorpresa causando que Jimin se gire y sus ojos se encuentren con los de Jungkook, inmediatamente un pequeño rosado se instala en sus mejillas y sus ojos miran al suelo con timidez.

No se reconoce. Él no es así. Pero cuando se trata de Jeon Jungkook comenzaba a entender que no hay reglas. No hay parámetros. No hay nada. Solo ellos.

—Buenas tardes, Park.

Saluda el profesor pasando uno de sus brazos por los hombros del rubio mientras lo atrae a su cuerpo.

—-Buen-

—Espero que no hayas olvidado la conversación que tenemos pendiente ¿Verdad?

Dice con sus labios pegados a la oreja del menor causando que él se el único capaz de escucharlo.

—Mejor voy entrando a la sala de prácticas. Chau chicos, fue bueno verlos. Te espero, Jeon.

Es lo único que dice Jimin para correr hacía el interior de la academia saludando rápidamente a otros alumnos o profesores del lugar.

—Si, chau chicos.

Dice Jungkook dando por terminada la "conversación" para seguir los pasos de Jimin.

Y justo en ese momento pasa por al lado de Yongsun, la saluda pero la chica lo ignora por completo y es que esta demasiado ocupada hablando con su agente de bienes raíces que finalmente parece haber encontrado un compañero prometedor para compartir su gran departamento.

Y Jungkook sigue caminando a pasos apresurados tratando de alcanzar a Jimin lo antes posible. Quiere llegar a la sala de prácticas. Quiere abrazarlo. Quiere tocarlo. Quiere besarlo. Quiere ser honesto con el chico y finalmente confesar lo que esta comenzando a sentir.

Pero tal vez, si no fuese tan concentrado en eso habría visto a Hoseok hablando con esa mujer elegante que en realidad es una de las representantes de la academia de ballet coreana.

Finalmente la sala de prácticas número 000 aparece frente a él. No lo duda un segundo. Abre esa puerta que abrió por primera vez hace ya algunos meses encontrándose con esa persona que le cambio la vida por completo con solo un paso de baile.

Porque dejo de ser Jeon Jungkook. Dejo de ser uno solo.

En el momento en el que vio a Park Jimin por primera vez. En el momento en el que sus pies corrieron para bailar junto al chico. En el momento exacto en que sus manos lo tocaron lo supo.

Se habían convertido en un nosotros que jamás podrían olvidar.

Entra en la sala de prácticas y observa a Jimin parado junto a la ventana. El viento mueve sus cabellos dorados, el sol pega en su rostro haciéndolo ver aún más etéreo y hermoso de lo que ya es. Solo es capaz de suspirar mientras cierra la puerta por pura inercia llamando la atención del chico.

Y sus ojos se encuentran en medio del silencio. Ambos se miran y saben perfectamente que en realidad no necesitan decirse nada porque lo saben perfectamente. No hubo trucos. Simplemente sus ojos coincidieron en el momento perfecto.

Y se quedan en completo silenció. Ni una sola palabra sale de sus labios. Solo se miran, como si el contrario tuviese absolutamente todas las respuestas a sus preguntas en los ojos.

Y es verdad, de cierta forma, las tiene. Por ese motivo las palabras no son necesarias. Saben perfectamente que ese brillo en los ojos de la persona a la que están mirando lo ocasionan ellos. Y es es todo lo que necesitan saber.

Eso era todo lo que necesitaban "decirse".

Pero ese momento tan intimo es interrumpido por Hoseok entrando a las apuradas en la sala de práctica. Camina por el lugar en silenció y su presencia no tiene la suficiente importancia como para que Jungkook y Jimin dejen de mirarse.

Por ese motivo, en medio del desastre pensativo que es Hoseok justo ahora, Jungkook se acerca a pasos lentos a Jimin hasta quedar enfrentado a él a solo centímetros.

—¿Sabes, Jimin? Solo nosotros sabemos lo que significa vernos a los ojos en completo silenció sim necesidad de agregar nada.

Pronuncia en un susurro que solo llega a oídos del menor causando que una sonrisa se forme en sus labios tan delicadas y atrayentes.

—Supongo que ese es nuestro idioma. Un idioma que solo nosotros somos capaces de comprender.

Agrega Jimin logrando que una enorme y cálida sonrisa se forme en los labios de Jungkook.

Pero esa sonrisa desaparece en cuanto Hoseok abre la boca para dar las noticias.

Y es que mientras la sonrisa de Jungkook es borrada, la de Jimin se convierte en una sonrisa de alivio y emoción.

—Chicos...los quieren como representantes de Corea del Sur en el campeonato mundial de ballet.

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Buenoooooo hasta aca por hoy. En unos minutos subo un capitulo de rain, uno solo porque mañana me toca trabajar a las 8am F.

Tkm very muchou💛



We [Kookmin Au] 📘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora