¿Y quien es Lucas? Parte 2

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Queridos lectores ¿Cómo están?, espero me disculpen por demorarme tanto en publicar, he estado un poco entretenida escribiendo mi otra historia Pacto y este capítulo de Tres reyes me ha hecho sufrir mucho, espero que les guste. 


Rompí a llorar, yo odiaba llorar, aún odio hacerlo, lo abracé preso de la desesperación, quería que se quede a mi lado y me ame, quería que lo intentáramos quería que entendiera, pero no teníamos suerte, de pronto, la puerta se abrió, mi padre y sus sombras estaban ahí, empecé a sudar frío y me puse delante de Tristan. Todo se convirtió en un caos, las feromonas de ira de mi padre, las feromonas de complacencia de mi hermano, las mías de terror, todo era un condenado caos.

- Te di trabajo – empezó a espetar mi padre, dando un par de pasos dentro de la habitación –y te atreves a manchar mi casa, faltándome el respeto de esta manera.

- Señor por favor... -Tristán intentó hablarle.

- Papá... –intenté acercarme y apaciguarlo.

- ¡Cállate Lucas! –Gritó con violencia- tu eres un menor de edad. Él te está manipulando, tu aún no sabes de la vida- respiró fuerte – llévenselo a su habitación no quiero verlo.- Ordenó a sus sombras, que empezaron a acercarse a mí.

- Pero papá entre nosotros nada malo ha pasado, estamos enamorados yo... –di unos pasos hacia él.

- ¡Cállate! - gritó el alfa lanzándome una bofetada, caí al piso con el labio roto, cuando alcé la vista vi a William de pie justo detrás de mi padre, observaba la escena, noté satisfacción en sus ojos, en ese instante me di cuenta de todo, mi hermano me había traicionado, él le había contado a mi padre lo que estaba pasando entre Tristán y yo, me sentí tan estúpido por haber confiado en él, lo miré lleno de rabia e impotencia de no poder hacer nada.

-Llévenselo – dijo mi padre ordenándole a uno de los sombras que me sostuviera, grité con todas mis fuerzas, las lágrimas salían a raudales.

- ¡No lo toquen! -gritó Tristán y uno de los sombras lo calló con un puñetazo en el estómago, me sacaron a rastras, me encerraron en mi habitación y desde ahí podía oír los golpes que le propinaban a Tristán, sentía las feromonas de rabia y desesperación de Tristán, las de ira de mi padre y las de satisfacción de mi hermano. Lloré toda la madrugada, hasta que el cansancio me venció y caí dormido, me trajeron el desayuno y no lo toqué, el almuerzo y no lo toqué, llegó la cena y mi padre entró a la habitación.

- Lucas – me dijo yo no lo miré – Lucas te estoy hablando.

- Yo te estoy oyendo –respondí.

- Tu nunca te has comportado así, nunca me habías tratado de esta forma –dijo, estaba más sereno, seguramente porque para él todo estaba solucionado.

- Me golpeaste – le respondí.

- Eres mi único hijo omega –respondió él.

- Eres mi padre, el que me ha enseñado que es lo que me merezco en la vida –le dije viéndolo a los ojos fijamente, mi padre me amaba o eso pensaba en ese entonces - tú me has enseñado como me debe tratar un alfa y yo te he adorado siempre, cada día... y me haz golpeado, tus sombras me tocaron y me trajeron a rastras hasta aquí ¡te comportaste como un salvaje! –le recriminé.

- ¿Y qué hiciste tú para que yo, tu padre reaccionara tan mal? –me cuestionó.

- No lo sé quisiera que me lo expliques –le respondí "¿Acaso enamorarse está mal?", pensé.

- Estabas con mi asistente en su habitación en la madrugada, en mi propia casa, dime Lucas ¿la casa de tu padre no merece un mínimo de respeto? – respondió.

Los Tres Reyes : DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora