00

1.6K 128 21
                                    

Era extraño, sinceramente le daba una importancia mínima para no decir que en realidad el interés por su presencia en esa habitación era un tanto inapropiada. Entendía que en ese curso cualquiera era bienvenido pero era tan absurdo que lo tomaran a lo literal, él creyó en un principio que ese cartel se refería a los que dudaran de no tener algún talento, pero obviamente todo le dió en su contra.

Ya era su cuarta semana asistiendo al taller, agradeció internamente a su insistente amigo Jaehyun, el alto por más cariño que le tenga tiene una personalidad muy característica, su nivel de manipular e insistir cuando quiere ser acompañado a alguna actividad o lugar es increíblemente efectiva.

Estaba concentrado en aquél árbol de cerezos que se situaba en el parque a tan sólo unos metros de su taller. Las ojas estaban lentamente callendo indicando que la primavera estába llegando. Quería ir y capturar ese momento, le gustaba mucho ver la flor de cerezo, era el árbol que más simbología tenía en él.

Regresó su atención al tablón en frente de él, ya había terminado de dibujar el árbol, era su pintura hasta ahora preferida, anteriormente había dibujado cosas simples que el profesor les pedía debido a que algunos no eran buenos en esa área.

—Seonghwa, ¿terminaste?, quiero comer. —En un tono bajo le habló el alto detrás de él.

—Sí, pero no creo que Hongjoong quiera dejarnos salir, podrá tener mi edad pero le tengo miedo. Faltan... —Dirigió su mirada al reloj en su muñeca ya que desde la primera clase Hongjoong fué muy claro en no usar aparatos electrónicos.

Se sorprendió al ver la hora, iban a dar las 3pm, ¿en qué momento el tiempo avanzó tan velozmente?

—Seonghwa, vamos, está concentrado en su niño prodigio, no creo que la atención que le de a Kang llegue a ser opacada. —Insistió y posó su mano en el hombro indicándole que viera en dirección al frente, dónde se hallaba Kim Hongjoong su profesor, y el prodigio y favorito Kang Yeosang.

Suspiró, sabía muy bien el rumbo que iba a tomar esa conversación.

—Si nos atrapan juro que le diré a Tzuyu que te golpee en sus clases de taekwondo como pareja. —Amenazó comenzando a guardar sus materiales ya limpios en su bolso.

—No puedes ser tan malo así, Yuyi golpea muy fuerte. —Puchereó llevando sus manos a su pecho mostrándole compasión.

Rió bajito y quitó las manos de su pecho delicadamente.

—Te advertí, vámonos.

Se levantaron silenciosamente, esquivando cada tablón de sus compañeros delicadamente para no chocar, estaban cerca de la salida, dos pasos más y fuera, cuando escucharon una voz familiar detrás de ellos.

—Habían tardado, Jeong y Park, ¿ahora qué?

Ambos suspiraron en derrota, girándose y regalarle una no tan sincera sonrisa a Hongjoong.

Hongjoong estaba de brazos cruzados, haciendo un molesto sonido con sus pies en señal de poca paciencia hacía esos chicos de altura exageradamente alta. Aunque para Hongjoong la altura de Park estaba bien, pero Jeong era muy alta, su autoridad se veía totalmente absurda delante de él.

—¡Hongie lindo! —Exclamó el más alto. —Íbamos a comprarte una bebida, como agradecimiento ante tu trabajo, era una sorpresa pero ahora ya lo sabes. —Fingió tristeza.

Hongjoong no del todo convencido lo dejó estar para regresar hacía Yeosang, sin antes decirles.

—Mañana tendrán una exposición de sus fotografías, espero que ya las tengan listas, ¡feliz tarde!

Ambos amigos se dedicaron miradas de sorpresa y enfado saliendo así del taller.

—Condenado enano, nos odia.

—En realidad más a ti que a mí.

—Oh sí, gracias querido Park por animarme.

Seonghwa se encogió de hombros restándole importancia a sus quejas, para su suerte el ya tenía adelantado una gran parte, sólo necesitaba editar unas 20 imágenes y estaría listo.

—¿Qué haré?, Tzuyu y yo tenemos la cena de aniversario hoy, y si le cancelo quedaré sin partes íntimas. —Al recordar eso último no pudo evitar llevar sus manos a su entrepierna y cubrirse con horror.

Seonghwa rió al ver la actitud de su amigo, era bueno estar soltero, una relación amerita de dedicación y disposición, y para Seonghwa en éstos momentos no contaba con ninguna.

—Tengo unas imágenes extras, te las mandaré pero ni creas que volveré a ayudarte, lo hago por Tzuyu, merece un gran día, no como el imbécil que me cargo de amigo.

Jaehyun evitó molestarse ante el comentario, simplemente se acercó al más bajo y lo abrazó fuertemente.

—¡Gracias! ¡Muchas gracias!, te amo tanto. —Fingió lloriquear.

—Ya, quitate de encima, lo que sea. Me voy, debo ir a ayudar en el negocio de mi mamá. —Alejó al pelinegro de su cuerpo. —Nos vemos mañana, mandale saludos a yuyi de mi parte. Pasen linda cena.

Se despidió y encaminó hacía el parque, quería obtener esas fotos del árbol de cerezo hoy.

No había quitado sus ojos de la lentilla que tenía su cámara, amaba como quedaban las fotos, no sabe cuántas logró tomar pero sin duda las adjuntaria a su trabajo de mañana.

Iba a tomar la última cuándo escuchó una voz lejana, se giró y ahí estaba Yeosang acostado en el césped viendo las nubes. No sabía porque no lo dejaba estar no podía evitar que el chico se llevara su debida atención, mientras se debatía por dejarlo hablar o contar las nubes quién sabe sólo lo veía apuntar hacía arriba, se escondió para tomarle fotos, no negaba lo muy bien parecido que era el pelinegro, había visto su sonrisa sólo cuando estaba en el parque observando el cielo.

Había capturado alrededor de 50 fotografías en unos 20 minutos, en cada una salía mil veces mejor que la anterior se preguntaba cómo alguien así pudiera existir.

Notó la hora, una hora y media desde que salió del taller, ya debía partir su mamá se molestaría si llegaba pasadas las 5pm.

—Hasta la próxima, Kang Yeosang, el nefelibata más lindo que he visto.


les traigo otro proyecto, no sé qué tan extenso podrá ser, pero lo empezaré a actualizar después de finalizar declaration. Espero que sea de su agrado, nos vemos.

nefelibata  |  seongsangWhere stories live. Discover now