🌈30 días OTP [Ishimondo]🌈

🌈Día 21🌈

🌈Cocinar/hornear🌈

El día afuera era horrible: el gélido viento hacía balancear los árboles y lo único que se podía ver en el cielo eran las grises nubes.

Por suerte, nuestros dos chicos estaban tranquilamente en su casa. Mondo acostado en el sofá, viendo una serie; y Kiyotaka repasaba por sexta vez sus apuntes.

—Taka... —Murmuró Mondo, con un tono dramático, mientras extendía su brazo en dirección a Ishimaru, aún sin levantarse del sofá.

—¿Que? —Contestó el buen estudiante, sin levantar la mirada de sus apuntes.

—Pidamos comida a domicilio. —Dijo, incorporándose para sentarse en el sofá. —Estoy famélico. —Añadió, acariciándose la barriga.

—Pero amor, ¿no viste el tiempo que hace? Ninguna tienda estará abierta. —Dijo Ishimaru, mirando por la ventana.

—Perdón, señorito listo, es que no tengo el suficiente coeficiente intelectual para pensar en eso. —Bromeó el oji-lila, con una sonrisa ladeada en su rostro.

—Anda, cállate. —Contestó el oji-carmesí entre risas, para luego lanzarle uno de sus bolis, que aterrizó en su cara.

—¡Oye! Tanto que te quejas de las malas conductas... ¡esta es una mala conducta! —Exclamó Mondo, riendo.

—Oye, ¿tanta hambre tienes? —El peli-negro de repente apareció enfrente de Mondo; él mismo admite que le pilló por sorpresa.

—Pues sí, la verdad. —Contestó.

—¡Pues entonces cocinemos algo juntos! ¿No sería divertido? —Exclamó el antiguo monitor, emocionado.

Mondo no tenía ningunas ganas de moverse de aquel sofá, pero si quería comer, tendría que aceptar. Además, así podría pasar más tiempo del que ya pasa con su querido Kiyotaka.

🌈

Ishimaru se puso una camiseta de manga corta y un delantal blanco con estampado de flores amarillas.

Mondo simplemente se arremangó las mangas de su camiseta.

Luego de buscar alguna receta en internet, supieron qué hacer: un bizcocho.

Ishimaru estaba frente al horno. Se giró para ver a Mondo y dijo:

—¡Trae los ingredientes!

Mondo hizo caso, y en un santiamén, ya tenía todos los ingredientes frente a él.

—Okay, pásame la leche, el aceite y la mantequilla. —Dijo Ishimaru, con su típica voz potente.

Mondo hizo caso, le pasó los ingredientes e Ishimaru los echó en un bol.

—Venga, mezcla todo. —Dijo el peli-negro, extendiendo su mano en dirección al bol, como seña de invitación.

—Si esto acabara en desastre, sería culpa tuya. —Le advirtió el oji-lila.

—Lo tendré en cuenta.

Mondo empezó a mezclar los ingredientes del bol. Iba bien, hasta que se puso histérico porque la mantequilla no podía mezclarse bien.

Al final hizo tanta fuerza removiendo que la mitad de los ingredientes se salieron fuera del bol.

—Te lo dije, ahora hazte responsable. —Dijo Mondo.

Ishimaru suspiró y se acercó hasta donde estaba su novio, para luego cogerle la mano con la que agarraba la cuchara, y empezó a remover por él.

—No es tan difícil. —Dijo el peli-negro.

El pandillero no hacía nada, ni decía nada, tan solo se quedaba mirando como la mano de su novio lo hacía todo por él.

Acabaron de mezclarlo todo. Solo faltaba meterlo en un molde y ponerlo al horno.

—Venga Mondo, ya lo hice yo todo, así que vierte la mezcla en el molde por lo menos. —Dijo Kiyotaka, mirando la mezcla, sonriente.

Mondo, sin rechistar, hizo caso. Con todo el cuidado del mundo, hizo todo lo posible por poner la mezcla en el molde.

—¡Ya está! —Dijo este, orgulloso.

—Sabes que solo has vertido una mezcla en un molde, ¿verdad? —Dijo Ishimaru, restándole importancia.

Mondo pretendió no haber escuchado las palabras del antiguo monitor y metió cuidadosamente la mezcla en el horno.

Estuvieron más de media hora esperando a que el bizcocho se hiciera. Mientras tanto, limpiaron los ingredientes y fueron de nuevo a su sofá para una de sus sesiones diarias de mimos.

Finalmente el horno produjo unos seis irritantes pitidos, como aviso de que el bizcocho ya estaba hecho.

Fue Ishimaru quien se fue a sacar aquel bizcocho del horno, para luego aparecer por la puerta de la sala de estar con un gran bizcocho de chocolate, el cual estaba encima de una bandeja.

—Wow, ¡quedó genial! —Exclamó el pandillero emocionado.

—Por supuesto, no me esperaba menos. —Contestó el peli-negro emocionado.

Se pusieron manos a la obra, comiendo aquel gran bizcocho hasta reventar.

🌈

Holaaa, no desaparecí, no, aquí estoy
Cada vez queda menos para acabar este fanfic, pero tengo pensado hacer un oneshot y otra historia ishimondo lo antes posible wiii
Esta vez aproximadamente 700 palabras
Como siempre, espero que os haya gustado! <3💞