CAPÍTULO SIETE

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HISTORIA NO EDITADA

Llegamos a nuestro puesto cuando las estrellas y la luna ya brillan en el oscuro cielo belga. Frente al fuerte, el río Dyle corre silenciosamente. Después de poner todo en orden y ser asignados a una posición, los cocineros comienzan a servir la comida. Somos alrededor de setecientos soldados. La fila para recibir mi plato de humeante sopa con pollo se me hace eterna.

Cuando finalmente me entregan el plato me uno a James y los demás, que están comiendo sentados en un tronco caído alrededor de una fogata. Nadie habla mucho. Uno de ellos me llama la atención porque trae una carta en las manos y lee el contenido con los ojos desorbitados. Es Bill, un joven flaco, con manos nerviosas y ojos saltones que es -tal vez al igual que los setecientos hombres que nos acompañan-, amigo de James.

-No puede ser... -susurra Bill.

-¿Qué? -pregunta James con la boca llena de pan.

-¡Mi esposa está embarazada! -responde Bill ahogando un grito. Le muestra la carta a James muy emocionado.

-¡Felicidades! -grita Harry y los hombres a nuestro alrededor vitorean.

-¿Y de quién es? -pregunta James con una amplia sonrisa. Bill le da golpe en la cabeza.

-Espero que sea una niña -dice Bill después de un rato, aparentando la carta contra su pecho.

-¿Y eso por qué? -le pregunta un compañero sonriendo, como a la espera de una broma.

-Así no tendrá que pelear en las guerras por venir -responde Bill, muy serio.

No puedo evitar que la furia me suba por el cuerpo. Dejo caer la cuchara en la sopa de golpe y lo miro con las cejas arqueadas.

-¿Crees que por tener vagina no sufrirá? -le pregunto muy calmada. Bill se atraganta con la sopa-. Las mujeres nos dieron la vida y aún así no son respetadas. Son violadas, menos preciadas, vendidas como animales y humilladas -mi tono continúa muerto-. No luchan en la guerra porqué no las dejan -le digo igual de tranquila pero puedo oír la rabia en mi voz-. Y si lo hicieran, estoy seguro de que lo harían con tanta valentía y honor como cualquier hombre. Tal vez incluso con más fiereza y determinación.

Algunos se echan a reír como si acabara de contar un buen chiste y hasta James me da un empujón, riéndose a carcajadas. Vuelvo la atención a mi sopa y cuando levanto la vista descubro que Harry me está viendo como si fuera la primera vez que posara sus ojos en mí. Trato de no parecer afectada y hasta rio un poco. Después de unos minutos me levanto con la intención de largarme pero alguien me toma del brazo.

-¿Adónde? -pregunta Harry en voz baja-. Ni siquiera te has terminado la sopa -Su tono no es amenazador pero me da escalofríos. Me suelto de su agarre con una brusca sacudida.

-Tengo guardia.

Me alejo de ahí y cuando estoy lo suficientemente lejos como para no estar en el campo de visión de Harry, me echo a correr. «No debiste de decir eso» me espeta mi subconsciente con enojo. «Seguramente Styles ha comenzado a sospechar. Eres una estúpida». Y aquella voz indescriptible tiene toda la razón: debí de haber mantenido la boca bien cerrada. De ahora en adelante tengo que ser sumamente cuidadosa con mis palabras.

Mis pensamientos de enfocarse en Harry Styles cuando de repente empieza a llover. Las gotas de agua están heladas y abro la boca para que pasen a mi garganta. Solo la mantengo así por un corto tiempo, pues no quiero beber mucho porqué, lógicamente trato de evitar orinar. Les he dicho a los chicos en el camino que me dio una diarrea terrible para que no sospecharán nada cuando me largara a hacer pipí, lejos de su vista y oídos.

DUNKERQUE → Harry Styles. (Dunkirk) / TERMINADAWhere stories live. Discover now