Tres: Terror en el asilo

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N/A: Esta historia es por el especial de hallowen del año pasado. No podía dejarlo morir, así que aquí lo tienen.

>Not with shipp<

El día parecía ir bien en la vida de Elisa, Kevin, Sarah y Kobeh. Habían decidido ir juntos a una fiesta de Hallowen en el pueblo natal de un amigo en común. Los cuatro escogieron sus mejores disfraces y se encaminaron hacia el punto de reunión. En la fiesta había mucho ruido, bebidas, comida y un sinfín de personas. Como era de esperarse, el alcohol hizo efecto en sus cuerpos.

—¡Hagamos algo divertido! —Sugirió Kevin mientras se tambaleaba sobre una silla.

La fiesta se había tornado un tanto aburrida después de que la gente se comenzará a retirar o a quedarse dormidos en alguna parte del hogar, pero los cuatro amigos parecían tener bien controlada la situación del sueño, puesto a que se mantenían entretenidos con sus teléfonos. 

—Estoy demasiada ebria como para jugar —Comentó Elisa mientras se levantaba del pasto donde se había recostado—. Pero estoy lo suficientemente animada como para salir a caminar. —Convenció a sus acompañantes. 

Los cuatro amigos se encaminaron a altas horas de la noche a descubrir nuevas zonas del viejo pueblo, caminaron un tiempo sin un rumbo fijo, no pensaban que existiera algún peligro y tampoco creían que se perderían en un lugar tan pequeño. El reloj apuntaba a las 2 de la mañana y ellos seguían riendo por las calles. El clima empezó a empeorar poco a poco, hasta el punto de crearse una enorme tormenta que llenaba el lugar de fuertes rayos y retumbantes truenos, las gotas de lluvia cada vez eran más densas y el frío que empezaba a aislarse hacia que la neblina cayera sobre ellos. Ebrios no eran los mejores tomando decisiones, así que deliberaron refugiarse en el primer lugar que vieran, corrieron un par de minutos y se encontraron una enorme casa. 

El aspecto que ese lugar tenía hacía que sus sentidos se agudizaran, el color de afuera era de un blanco más bien desgastado por la falta de retoque, ese lugar tenía muchas ventanas las cuales en su mayoría estaban rotas, el pasto del patio delantero estaba completamente descuidado y lleno de residuos. Se miraron con dudas, pero la tormenta arremetió contra ellos, las fuertes corrientes y los rayos que caían en la zona los encerraron.

—He visto demasiadas películas como para saber que esto no es una buena idea. —Dijo Kobeh preocupado.

—¿Tienes otra idea? —Intentaba recuperar el aire—. Afuera está cayéndose el cielo y no quiero echar a perder mi increíble disfraz, ¿acaso no vez lo genial que luce? —Agregó Kevin.

—Sí, Kobeh, no seas un bebé. —Sarah se burló.

Todos aceptaron entrar al enorme edificio con la condición de no moverse más allá de la entrada y solo permanecer ahí hasta que la lluvia cesara. Pero eso no paso tan pronto como ellos hubieran querido. Eran las tres de la mañana y seguía lloviendo con gran intensidad, los truenos se escuchaban en la entrada de la casa y el frío los empezaba a invadir.

—Listo, voy a entrar. Me estoy muriendo de frio, y esta capa de súper héroe no me da poder de mantenerme seca —Elisa se levantó del suelo y empezó a adentrarse a la casa.

—¿Qué puede salir mal? —Sarah la secundaba sin temor.

—Elisa debe estar demasiado borracha como para hacer eso. —Kevin las siguió.

—¡Esperen! —Kobeh se unió indeciso.

Con las lámparas de sus teléfonos apenas alumbraban su camino, observaban paredes llenas de grafitis, muchos residuos de comida, viejos utensilios médicos, ropa rota, colillas de cigarros, entre otras cosas. Los cuatro siguieron caminando lentamente por los pasillos de ese edificio, hasta que algo les dio curiosidad.

One-shots of Elisa GalinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora