Remember. n.h / a.i [FANFIC]

Capítulo 17: "Allá vamos."

Mientras tanto yo fui a cerrar con llave las puertas delanteras y juntar las cortinas para luego dirigirme hacía el jardín trasero y dedicarme a observar el lindo cielo del cual éramos presentes hoy.

De pronto sentí unos brazos rodeándome por la espalda que inicialmente me sobresaltaron, pero luego sentí familiares. -¿Qué tal el día, cariño? -Susurró en mi nuca a lo que yo cerré los ojos.

-Perfecto. -Susurré en respuesta intentando moverme lo menos posible.

-¿Sabes? Quiero tomar todos los días como este, meterlos en una cajita para llevarlos conmigo siempre a todos los lugares que vaya y poder sacarlos cada vez que mi día sea horrible. Pero eso es imposible. Así que me gusta intentar recordar cada cosa, como tus desayunos, ¿Recuerdas los primeros? Oh Dios, la pizza fría no era un desayuno real. -Ashton susurraba en mi oído. -Oh, este es bueno. ¿Recuerdas también nuestra primera vez? -Él guardo silencio mientras yo comenzaba a reírme mientras mi cara se tornaba completamente roja.

-Oh por favor no recordemos eso, ¡Fui una completa perra! Era nuestra primera "cita formal" -Hice comillas con mis dedos. -Y terminamos en... ¡eso! -Volví a reír.

-Oh no, ¡Antes de eso habíamos tenido muchas citas! -Rió abrazándome con más fuerza. -Las noches de películas cuentan. De todos modos, hay chicas más fáciles que tú, descuida. -Rió.

-¿Ashton Irwin le acabas de decir "fácil" a la madre de tu hijo? -Me hice la ofendida, porque en realidad, cualquiera que supiera nuestra historia pensaría así y no lo culparía de hacerlo.

-Claro que no. -Dijo entre risas. -No me arrepiento en lo absoluto de nada de lo que sucedió esa noche, ni de lo que sucedió las noches siguientes... -Ashton comenzó con un nuevo ataque de risa.

-¡Para! Sigue contándome tus recuerdos felices. -Dije suavemente mientras entrelazábamos nuestras manos.

-Bueno... Otro recuerdo que espero siempre tener vivo en mí es ver ese desorden de cabello y laguna de baba a mi lado cada mañana. Tan adorable.

-¡Hey! ¿Crees que acaso tú luces muy perfecto? Cariño, baja ese ego.

-Las fans dicen que soy genial todo el tiempo, lo siento amor.

-Amor a veces me haces dudar. Cálmate.

-Está bien, pero hablaba enserio, te quiero a mi lado cada mañana de mi vida siempre, siempre. -Tomó mis manos y las presionó con un poco más de fuerza. -Andy es lo mejor que me pasó en la vida, y es mi mejor recuerdo, porque lo tengo a mi lado, lo veo crecer, y es algo nuestro. Nosotros creamos a ese niño y no puedo estar más feliz de poder ser llamado su padre. Aún que tenga sólo dos años me siento muy orgulloso. Y estoy muy feliz de todo lo que nos sucedió, te juro que no cambiaría absolutamente... nada. -Terminó en un susurro.

-Soy una maldita llorona. -Susurré.

-Puedes llorar siempre que sea de alegría. -Me respondió.

-Te amo demasiado. -Hablé una vez que ya me había calmado.

-¿Tú cambiarías algo? -Preguntó luego de largos minutos de silencio.

"Cambiaría muchas cosas en realidad, porque en mi siempre estará el maldito cargo de conciencia." -Me respondí mentalmente.

-No, nada en lo absoluto. Realmente todo está bien así y de la forma en la que sucedió. Hay muchas cosas que no hice pero ahora ya no tienen valor para mí. Dejaron de tener importancia hace mucho tiempo. Me gusta esta vida, y mi mejor recuerdo también es Andy, sonará ultra cursi pero, lo tuve nueve meses dentro de mí, y luego sentirlo entre mis brazos fue algo que me llenó el alma, el corazón, desde ese momento una personita en el mundo dependería de nosotros, sólo de nosotros. Una experiencia totalmente de otro mundo.

-No suenas cursi, suenas como una madre. Estoy totalmente de acuerdo. -Reímos.

-Somos unos malditos cursis.

-Lo somos.

Luego de quedarnos un largo rato tirados en el pasto observando el cielo en silencio, decidimos entrar ya que era bastante tarde.

 -Debemos dejar de tener estos momentos cursis. -Hablé entrando a la casa.

-¿Qué? Claro que no, porque luego de estos momentos, puedo hacer esto. -Al finalizar esa frase se acercó a mi cerrando la puerta con el pie a nuestras espaldas y acorralandome en la esquina de la sala.

-¿Este es tu método de seducción? -Pregunté apoyando mi frente con la suya.

-Sólo contigo. -Pronunció suavemente y me besó.

 Entonces dimos por finalizada la conversación de ese día.

¿Porque todos nuestros días no podían ser así?