Andrew

1.7K 182 13
                                    

—Que me quede claro —empezó a decir Drew mientras arrancaba el coche —. ¿He tenido que conducir toda la noche hasta llegar a un pueblucho de mierda, perdido en el culo del mundo, para sacarte de una celda en la que te encerraron por meterte en una pelea?

—¿Cómo pretendes entender la historia si no me dejas contártela? —puse los ojos en blanco —. No, no fue por eso.

—¿Entonces por qué fue? —preguntó Ezra desde el asiento trasero.

—No me metí en una pelea. Yo empecé la pelea —aclaré —. Estaba con un chico, Matt. Digamos que nos estábamos divirtiendo...

—Ahórrate los detalles. No quiero saber tu vida sexual. Gracias.

—Cuando Karma y tú empecéis a avisarme para no llegar a casa en momentos inoportunos, dejaré de contarte lo bien que nos lo pasamos mi pene y yo.

—Inoportunos para ti, querrás decir —me guiñó un ojo —. A mí me resultan de lo más oportunos.

—¿Podéis dejar de hablar de lo mucho que folláis? No todos tenemos una vida sexual tan activa como los hermanos McKenzie, ¿sabéis? —se quejó Ezra, haciéndonos callar —. Sigue contándonos la historia.

—No hay mucho que contar. Estábamos en un motel de mala muerte. Los de al lado vinieron a quejarse de que hacíamos mucho ruido y paramos —sonreí al recordarlo, sin poder evitarlo —. Pero de pronto llegó la policía, no se quién les llamó. "Solo queríamos avisaros de que hacéis mucho ruido" dijeron mientras se partían el culo. No se lo creían ni ellos. Eran un par de homófobos. Nos llamaron escoria humana, maricones de mierda y muchas cosas más. Matt parecía calmado, pero yo no lo estaba. Me recordaron a papá. Así que les pegué. Y Matt se unió a la fiesta —me dolían los nudillos de solo pensarlo —. A ojos del departamento de policía, estábamos borrachos y queríamos bronca. Pero la verdad no es esa.

Ezra, que había tenido la cabeza entre los dos asientos delanteros, se recostó contra el asiento y murmuró algo sobre que parecía mentira que viviéramos en el siglo XXI.

Drew, en cambio, se mordió el labio a la vez que tamborileaba los dedos contra el volante, al ritmo de una canción que sonaba en la radio. Cuando estaba tan serio, daba miedo.

—Algún día volveremos —dijo sin apartar la vista de la carretera.

—¿Perdona?

—Algún día volveremos. Y será ahí cuando les hagamos ver quien es la escoria humana.

—Nadie llama a Andrew McKenzie "maricón de mierda" sin meterse en problemas —por el espejo retrovisor vi a Ezra hacer movimientos de kárate, bastante absurdos, que me hicieron reír.

Drew me observó por el rabillo del ojo y sonrió.

Y fue entonces cuando me di cuenta de la suerte que tenía.

¿Qué os parece la nueva portada?
Por cierto, ¿os gusta el cast? ¿Cómo os imagináis a Olivia y Jared?
- An.

Sinners | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora