Atrapados En Dramas.

Capítulo 25: Nadie se lo esperaba.

-¡No! ¡No! ¡No! - los gritos de Vicky hacen eco por toda la habitación, y de mis ojos salen lágrimas sin previo aviso.

Encontramos el cuerpo de nuestro amigo en la cama tendido, al principio pensamos que podría estar muy profundamente dormido, pero en cuanto Liam lo sacudió, hasta cacheteo, y no reaccionó. En ese momento vimos nuestra infancia junto a Fede pasar rápidamente. Julie probó el pulso intentando calmarse para poder sentirlo, pero se encontró con la misma nada. Su cuerpo yacia sin vida, en su cama.

- ¿¡Por qué lo hiciste Federico!? ¿¡Por qué!? - mi mejor amiga sacaba su dolor gritándole a un cuerpo sin vida.

En el momento que no lo vi reaccionar, divagué en la habitación por algo que me de razón a su muerte o a que le habia pasado. Y me encontré con pequeñas cajas de distintas pastillas en el lado derecho de su cama y una botella de vodka vacia para empeorar la situación. Con mi mirada guié la de los demás en señal de respuesta. No emití una sola palabra al igual que Liam. No sabia que decir, o a quién reclamar. Sólo sabía que en frente mio, se encontraba mi mejor amigo de toda la vida, muerto, y nosotros sin saber el por qué tomó tan drástica decisión.

Fede parecía ser tan alegre, transparente y lleno de vida, pero como por ahi dicen, "No todo lo que brilla es oro".
Él podía ser la persona más comprensiva del mundo, pero muchas veces confesó no entenderse a si mismo. Lucha8ba por obtener sus logros, ya sean académicos, de video juegos o personales, no entiendo porque está vez no lo hizo. O porque no pidió ayuda. ¿Será que si lo hizo y no lo supimos interpretar?

Si era verdad que jamás faltaba al Instituto, pero todos sabíamos que cuando Fede estudiaba mucho, tenia que cumplir algún récord de juego o cargaba con mal genio, se aislaba de todos. Su dicho era "Hoy no me aguanto ni yo, y voy a ir a aguantarlo a ustedes." Algo que siempre terminaba en risas, porque se lo conocía por ser el más paciente. Nunca tuvo novia y es lo que más me duele. Cada vez que el se reclamaba eso, yo le decía, que aún no nacía quien lo merecía. Y era verdad, el se merecía que lo quieran bonito, que lo vieran más allá de su fachada nerd y quizás era algo que ni nosotros, sus mejores amigos, lo supimos ver.

Mientras Liam llamaba a los demás chicos, y a mis padres, dió aviso a Marta quién hasta no ver el cuerpo, creyó que mi amigo le hacía una mala broma. Corrió en busca del teléfono y avisó a sus jefes.
Julie abrazaba a Vicky y ambas lloraban en silencio. Pero yo quería encontrar algo más, qué, no sé, por lo que seguí caminando por la habitación divagando sutilmente entre sus cosas.

Donde menos esperé, encontré un papel doblado por la mitad, se encontraba en su mesa de noche junto a uno foto grupal nuestra, una foto tomada en mi fiesta de quince, nos veíamos todos formalmente arreglados y en el mismo cuadro se encontraba otra foto de la misma noche pero donde cada uno hacia una mueca rara. Y ahí estaba él, con su radiente sonrisa, de traje, con los lentes mal puesto hecho al propósito. Se me escaparon unas lágrimas, las limpié y me dispuse a guardar el papel en mi bolsillo.

La tarde se había vuelto fría, llovía a cántaros. Todos nos encontrábamos en la sala de esa gran casa. Se habían llevado el cuerpo de Fede a la morge, para una autopsia. Los policías hablaron con nosotros debido a que fuimos quienes lo encontraron, interrogaron a Marta y por último a sus padres.

Creo que intentábamos llenar un vacío al estar todos juntos en la gran sala, ya que el cuerpo de nuestro amigo lo traerían mañana.

Tyler abrazaba a Julie, mientras unas cuantas lágrimas caían por sus mejillas. Axel ocultaba su rostro en el cuello de Luana, como quién busca ocultar su dolor. Vicky apoyaba su cabeza en los hombros de Oliva, quién corrió a abrazar a mi amiga sin nada que decir. Esas personas son las que realmente valen la pena, quienes dejan el enojo de lado para apoyarte en momentos tan vulnerables como este. Liam se encontraba con su cabeza en mis piernas. De Thomas no sabíamos prácticamente nada, no había atendido a ninguna de nuestras llamadas. En cierta parte eso, hacia que todo me pese más, no tenerlo