Capitulo Tres

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❀┊iii. owls and phones

 owls and phones

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—NO...NO, NO, no, ¡no puede ser! —Evangeline exclamó desesperada, viendo todas las facturas enfrente suyo.

¿En qué momento se le había acumulado tanto?

Se cubrió la cara con las manos y soltó un chillido desesperado, ser adulto apestaba. En un abrir y cerrar de ojos, ya tenía cuentas que pagar y dinero —que no tenía— que gastar.

—Okey Ev, tranquila, respira... —trató de hacer los ejercicios que Shonda le había sugerido cada vez que se sintiera apuntó de explotar, pero qué carajos, ¡respirar no le estaba ayudando!—. ¡Carajo!

Se levantó del sofá y comenzó a caminar por todo el apartamento, dando vueltas por cada rincón y tratando de enfocarse en una cosa a la vez.

—Piensa...okey, no más recetas por lo que quede del mes...o meses —su voz se quebró en desesperación a mitad de la oración mientras pensaba en otra posible solución para conseguir todo lo que debía pagar.

—¡Turnos dobles! ¡Sí! Pierre siempre me los da cuando los pido —corrió de nuevo a la sala y se sentó al frente de la mesita de café en donde tenía las cuentas, recibos y todo lo que tenía que ver con dinero desparramado, más una calculadora y una hoja y lapicero para anotar las cosas.

Hizo los cálculos de cómo saldría todo al trabajar turnos dobles, y al ver el resultado, de nuevo término por querer tumbarse a llorar al ver que no sería todo.

—Turnos triples será... —suspiró derrotada al sacar las cuentas.

Estaba todavía temprano, por lo que decidió primero darse una ducha y comer algo antes de ir al bar, no estaba dentro de su horario habitual de trabajo, pero necesitaba pedirle a su jefe esas horas extras.

Pero se había equivocado al pensar que un poco de comida iba a servir para distraerla de su terrible situación; la nevera estaba casi vacía, y lo único que encontró fueron botellas de agua, una ensalada a medio comer y una que otra sobra de cenas anteriores con Fred.

Perfecto, ahora no solo tenía que pagar las cuentas, sino también hacer mercado.

El hambre se le había quitado de inmediato, y prefirió en ese momento disfrutar un poco del agua caliente que le quedaba para darse una ducha.
Al entrar a su habitación, su vista fue a parar inconscientemente a las alcancías, donde guardaba cada euro que se encontraba en la calle o propina que algún cliente generoso le diera. Aquellos jarrones contenían los ahorros de casi 6 años, siempre se dijo que estaban fuera de limite cuando se trataba de deudas o cosas que pagar, aquellos ahorros eran su futuro, y había trabajado demasiado duro para conseguirlos.

Suspiró de nuevo y apartó la vista de los jarrones de vidrio, saco su ropa de los cajones, y se metió a bañar.

...

𝓢𝔀𝓮𝓮𝓽 𝓝𝓸𝓽𝓱𝓲𝓷𝓰𝓼 ↬ f. weasleyWhere stories live. Discover now