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-La pequeña Destiny... que alegría tenerte entre nosotros.- dijo Lord Voldemort caminando donde se encontraba ella sentada.
Estaban en la mansión Malfoy. Allí es donde se reunían todos los mortífagos para decidir qué hacer, o simplemente seguir las órdenes de su señor.
-Estás lista.- dijo de repente con voz terrorífica.- Lo puedo ver en tú interior... tú crees que estás lista? -Si señor.- respondió ella inmediatamente.
Sus padres le habían enseñado cómo hablar delante de él. Frases cortas y seguras. Contacto visual solo si él lo hace primero.
-Bien, una chica segura.- dijo sonriendo.- Que su iniciación sea lo antes posible.- miró a Snape que se encontraba también allí.- Noticias nuevas?- dijo refiriéndose a Harry Potter.
Y ahora Destiny entendía por que Hermione no irá a Hogwarts este año. Estaría junto a Harry Potter y la orden.
Al final, Voldemort decidió ir tras el niño que vivió, y junto con todos los mortífagos atacarles mientras lo transportaban a un sitio más seguro.
Destiny por otro lado no iba. Se tenía que quedar para iniciarse como nueva mortífaga. -No te preocupes, dolerá mucho.- dijo el hombre que iba a marcarla.
De mientras Hermione se encontraba en el cielo, con una poción multijugos ahora era idéntica a su amigo azabache pues los de la orden se dirigían a la madriguera, un lugar seguro para que no atraparan a Harry.
Pero los mortífagos les sorprendieron con una emboscada, alguien les había traicionado.
Hermione llegó finalmente sana y salva, y no pudo evitar preguntarse si Destiny le habrá enviado una respuesta a su carta.
-Duele.- dijo Destiny apartándose de su hermano.- No me habías mencionado nunca que ardiera tanto.
-Que te crees? Que es una simple pegatina? Esto.- dijo enseñándole su brazo.- Es para siempre. -Si, como sea.- Destiny salió de la habitación donde se encontraban y se cruzó con la persona que menos esperaba.
-Arde?- preguntó Draco mirando su brazo, ella asintió.- Te acostumbrarás.- y al decir eso se marchó por los oscuros pasillos de la mansión.
Una vez sola, la chica sacó un trozo de pergamino. No era seguro que se enviaran más cartas, no al menos durante algún tiempo.
Hermione,
Te entiendo, será mejor que dejemos de hablar durante un tiempo, al menos hasta que esto se acabe.
Con cariño,
Destiny.
***
Envió la carta y se estiró en la cama de invitados.
Por qué las cosas tenían que ser así? Por qué simplemente no puede hacer lo que ella quiera?
Esas preguntas se las hacía cada día. Pero al fin y al cabo sabía la respuesta. Esa era la vida que le ha tocado y no podía hacer nada para evitarlo.
