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Vacaciones de navidad. La familia Weasley decidió invitar a Hermione y Harry a pasar las fiestas con ellos.
Todos estaban contentos, se lo estaban pasando genial, todos menos una persona.
Hermione no dejaba de mirar esa carta, esa carta que no había respondido desde que le llegó. Dudaba en hacerlo, no quería ser más lastimada por alguien que ni conocía, por qué si.
A Hermione le gustaba la persona misteriosa de las cartas. Le gustaba una chica de la cual no sabía su identidad.
-Podemos hablar? Y me gustaría que me dijeras la verdad...- dijo el azabache haciendo que la castaña guardara la carta y mirara a Harry.- Sabes que puedes contarme lo que ocurre verdad?
Hermione suspiró y sacó otra vez la nota. -A principios de curso, una persona ha estado enviándome cartas anónimas. Lo cierto es que al principio pensaba que era una broma cruel... pero resulta que le gusto. Nos empezamos a escribir... y esa persona me iba dando pistas de como era su aspecto... lo cierto es que solo Ginny sabía de esto.- dijo con una pequeña sonrisa.
-Por eso actuabais tan raras...- mencionó Harry entendiéndolo todo. -Si, pero no solo es eso, el día de la fiesta... antes de que tu aparecieras... me iba a rebelar su identidad.- dijo mirando la nota.- Siento haberte empujado, estaba nerviosa.
-Hermione siento mucho... yo no sabía, pero puedo ayudarte. Que pistas te ha dado el chico?- dijo a lo que ella solo negó. -Lo cierto es que es una chica... y creo que me gusta de verdad.- soltó dejando al azabache en shock.
Harry estaba sin palabras, siempre pensó que a Hermione le gustaba su mejor amigo Ron pero estaba claro que la iba a apoyar igual. -Bien, dime las pistas que te ha dado, a lo mejor se quién es.- dijo mirándola.- No tienes que avergonzarte por eso Herms, nadie decide quién le gusta y quien no.
Hermione sonrió, se alegraba de habérselo explicado a Harry. Ahora estaría mejor acompañada... sabía que no estaba sola.
Sola.
Sola como Destiny.
Por otro lado la chica, se encontraba en su casa, junto a sus padres y hermano. -Y como van las notas?- preguntó su madre de repente haciendo que ella solo suspirara. -Sobresalientes, como siempre madre.- respondió lo más cortante posible.
-Y el quidditch?- preguntó ahora su padre. -Bien, se podría decir que soy de las mejores, de hecho, el profesor Slughorn me invita a sus cenas privadas solo con los alumnos más sobresalientes.- mencionó orgullosa esperando algún comentario positivo.
-Ese es tu deber, no es así?- preguntó su madre. -Claro.- mencionó su padre igual de distante que su esposa hacía su hija.
-Y que hay de amores hermanita?- preguntó de repente Marco, su hermano mayor. Destiny se sonrojó, no pensaba decirles que le gustaba Hermione, primero la desederarian y segundo le lanzarían un avada.
-Nada en especial. No hay gente interesante en Hogwarts.- mintió lo más calmada posible para que no se dieran cuenta.
Si solo supieran que esta loca por una chica de Gryffindor además hija de muggles pensó... ya estaría enterrada bajo tierra.
