Love of the Million - Markhyuck

CAPITULO 10

El domingo llegó rápidamente mientras trabajaba en la fundación, no había podido ver a Mark en un par de días y lo había extrañado en gran manera.

Después de cambiarse en el auto estaba más que listo, así que bajó y sonrió a Sungchan cuando le entregó la tarjeta de autobús.

- Gracias, realmente no quiero que siga pagando él los pasajes.

- Eres muy considerado, pero deja que te invite algo también, si no se sentirá mal.

Haechan asintió.

- Gracias por el consejo, y en cuanto a ti... - sonrió - Shotaro me pidió ayuda para decorar su nuevo departamento, así que ve a ayudarlo.

Sungchan lo miró entre agradecido y preocupado.

- Pero... ¿Yangyang y Jaemin?

- No te preocupes, ellos son... Un poco... Entrometidos y a veces quieren hacer las cosas a su manera, eso termina por desesperarnos un poco a Shotaro y a mi, pero tranquilo solo tendrás que colgar cuadros, mover cosas, no es mucho.

Sungchan asintió.

- Está bien, mándame tu ubicación en cuanto quieras que vaya por ti.

- Sí, nos vemos.

Se despidió y comenzó a caminar a la tienda de conveniencia, ese día hacían un poco más de frío que los demás pero aún así le gustaba.

Cuando llegó Mark ya estaba afuera esperando, se veía muy lindo, parecía que había cortado su cabello.

- Perdón, llegó tarde.

Mark alzó la mirada y negó.

- Llegas a tiempo.

Fue un segundo donde pudieron compartir una sonrisa para después comenzar a caminar.

- Te vez un poco distraído ¿Estás bien?

Volteó a ver a Mark y asintió, sí en particular ese día el sentimiento de culpa estaba torturandolo demasiado.

- Sí... Sólo un poco cansado, comencé a trabajar en un fundación y... Hay mucho que hacer.

- ¿De la que me hablaste? ¿En esa?

Asintió al ver la sonrisa de Mark.

- Sí, pero ya sabes soy nuevo en eso y... Es un poco difícil al principio.

- Sí, siempre es así pero... Sé que puedes, te ves realmente angustiado pero no te preocupes, sé que lo harás muy bien.

Sonrió sintiendo una felicidad dulce, siempre que estaba con Mark se sentía cálido por dentro también.

El viaje en autobús fue tranquilo, Mark le contaba como fueron sus últimas noches en el bar, en particular fue divertida una cuando un Señor ya borracho subió a cantar con él.

- Fue divertido, tenía mucho sentimiento - sonrió - Estaba ahí con su esposa que estaba muy avergonzada pero después por el micrófono dijo: "Quiero cantarle al amor de mi vida y agradecerle por estar a mi lado tantos años"

- Awww eso es lindo.

Mark asintió.

- Después cantó muy feo, traté de seguirlo con mi guitarra pero fue un desastre, aún así la Señora estaba encantada.

- Que lindo, me hubiera gustado verlo.

- Oh, podemos enseñartelo Johnny lo grabó todo.

- Genial, entonces... Iré hoy.