—No, mamá soy Jungkook y aquí esta Taehyun— la mujer bajó su mirada al piso con tristeza y las lágrimas una vez más mojaron sus mejillas —Iremos a la escuela, por favor come algo, ayer traje ramen instantáneo está en la alacena— le destrozaba el alma ver a su madre en ese estado, pero debía lograr que ella hiciera algo y despejara un poco su mente —Perdón por no poder quedarme contigo debo irme, te amamos— depositó un beso en su frente, gesto que su hermanito imitó.

Emprendió camino hacia su escuela después dejar a Taehyun en el jardín de niños y despedirse con una sonrisa, una sonrisa que en ocasiones debido al cansancio necesitaba fuerzas para hacerla, pasó siete horas encerrado en el aula, cuando la campana de salida alertó a todos, agarro su mochila y corrió hasta su trabajo en la cafetería que siempre frecuentaba con su madre.

A veces mientras recibía las ordenes de los clientes observaba aquella mesa donde su familia se reunía los fines de semana a tomar un café y una ligera sonrisa se dibujaba en su rostro. Cuando esos recuerdos llegaban a su mente, quería volver a esos tiempos, perderse en la felicidad que en esos momentos desconocía que tenía, pero el golpe de realidad llegaba a él cuando algún comensal agitaba su mano para que tomara su orden.

Después de la cafetería su trabajo en la tienda de conveniencia no era diferente, un lugar donde no pagaban mucho, pero aceptaban a estudiantes desesperados, ahí atendía a las personas que compraban sus alimentos, limpiaba los estantes y ordenaba los productos, un trabajo simple, pero a la vez agotador para su corta edad.

Terminada su jornada de trabajo de ese día regresó a su casa, giró la llave en la cerradura de la puerta roja, dejó sus cosas sobre la mesa y un abrumador silencio invadió su casa, algo inusual ya que los sollozos de su madre siempre traspasaban las delgadas paredes, justo en ese momento un sentimiento de intranquilidad llegó a su pecho.

Subió corriendo las escaleras y dio un portazo cuando entro en la habitación, las lágrimas en sus ojos no se hicieron esperar cuando encontró la terrible escena de su madre colgada de una cuerda a mitad de la habitación, su relicario de oro en el que guardaba la imagen de su padre estaba tirado debajo de ella.

—¡Mamá!— grito con su pecho lleno de desespero y miedo, rápidamente con sus manos temblorosas agarro el cuerpo de su madre tratando de bajarlo, mientras los desgarradores sollozos hacían que su garganta se rasgara.

Tomó el teléfono de su bolsillo y llamó a emergencias con las pocas y torpes palabras que podía pronunciar, su cuerpo estaba helado y pálido, no respiraba, sabia en su interior que era muy tarde, abrazó su cuerpo, llorando con fuerzas, se sentía un inútil, no había podido proteger a su madre como su padre le había hecho prometer, gritos de rabia y sensaciones de nauseas, eso era lo que su cuerpo le hacía sentir.

Los segundos se convirtieron en minutos, su mente estuvo en blanco por un tiempo mientras sostenía a su madre en sus brazos, no sabía qué hacer, todo se le había escapado de sus manos, su familia, su felicidad, incluso sus ganas de vivir.

Su vista fue al relicario de oro y luego hacia la soga con la que su madre tomó su decisión, aquello fue como una respuesta divina para su deshecho corazón, se colocó el relicario, subió a la silla, puso la cuerda alrededor de su cuello y observó una vez más el cuerpo inerte de su madre sobre el piso.

—Perdón Taehyun por dejarte solo— sollozó desesperado con las lágrimas mojando sus mejillas —Espero y encuentres una buena familia— miró nuevamente con su vista nublada la foto que colgaba de su pecho —Pronto estaré con ustedes— esas fueron sus últimas palabras cuando dio un paso hacia la nada, sintiendo como el aire de sus pulmones desaparecía, sus oídos a lo lejos percibieron el sonido de una ambulancia, pero su conciencia poco a poco se fue disipando.

De repente sus ojos llorosos fueron a la cara del ángel el cual le miraba con pena.

—¿Lo recordaste Jungkook?— preguntó Taehyung abrazándolo con cariño mientras este asentía con su cabeza y rodaban lágrimas por su cara —Ahora podrás venir con nosotros—dijo besando su mejilla.

Jungkook apretó el relicario en sus manos para después tomar la mano del castaño, a quien le regalo una sonrisa.

—Vamos— dijo tratando de jalarlo hacia la fuente.

—No puede— contestó con firmeza el ángel —Este no es su lugar, no puede ir con ustedes.

—P-pero, él recordó todo— comentó Taehyung el cual perdió su confianza cuando la mano de Jungkook abandono el agarre de la suya —No— susurró Taehyung sabiendo lo que aquello significaba.

—A él lo ata algo más fuerte que un simple objeto, algo que aún después de recuperar sus recuerdos no puede dejar ir— confesó el ser de blancas alas volteando su vista al azabache —La decisión es tuya.

Su vista fue a los ojos llorosos de Taehyung quien lo abrazaba con cariño y después a la foto vieja de su hermanito en el relicario, tomó con ambas manos las mejillas caramelo de su amado y limpió las lágrimas de este, dándole nuevamente un beso de necesidad pura, no se sentía para nada reconfortante tenía un sentimiento de despedida y un sabor amargo, ambos se separaron lentamente con sus ojos cerrados.

Taehyung colocó su mano en los labios de Jungkook que estaban a punto de abrirse —No digas nada, primero quiero decirte que... No importa lo que elijas ya sea a mi...— las lágrimas e hipidos cortaron sus palabras tomando una bocanada aire para volver a hablar —O aquello en el otro mundo, yo siempre estaré para ti, si te vas estaré cuidándote desde aquí— alejó su mano de su boca y le dio una sincera sonrisita cuadrada.

—Te amo Taehyung, te amo como nunca he amado a nadie, pero... debo volver— dijo con un nudo en su garganta —Hay cosas que aún debo resolver por allá— abrazó nuevamente su cuerpo y beso sus nudillos.

—Lo sé— susurró Taehyung bajando su vista.

—Yo voy a volver— le dijo al ángel el cual le respondió señalando la fuente.

—Debes sumergirte ahí.

Jungkook caminó lentamente hasta llegar al borde del mármol y volteo hacia Taehyung quien se despedía con su mano.

—¡Te esperare hasta la eternidad si es necesario Jungkook, Te amo!— gritó Taehyung con sentimientos encontrados.

—¡Por favor sé paciente amor!— se despidió metiéndose en el agua que rápidamente lo hizo caer por una espiral turbulenta, miles de imágenes de su vida pasaban frente a su cabeza, hasta que todo se volvió negro.

—Tiene pulso de nuevo, pero débil— dijo una voz desconocida.

—Pondremos otra dosis de epinefrina, sigue con las ventilaciones y las compresiones— contestó la voz de un hombre.

—Está volviendo y el trazo se está normalizando—decían con emoción.

De pronto una luz borrosa comenzó a cegar su vista, sus ojos trataban de abrirse con dificultad, hasta que pudo enfocar su vista en una chica con un uniforme de enfermera que le daba oxígeno por una mascarilla.

—Bienvenido de nuevo— dijo la joven mostrando una sonrisa cuadrada, aquello le hizo sonreír nostálgico.

Fin.




Muchísimas gracias por seguir este fanfic este es el último capítulo aunque creo que habrá 1 especial por si gustan leerlos, enserio estoy muy agradecida por sus votos, seguir mi trabajo y esperar tanto tiempo, los quiero mucho, tomen agua y sean felices.

Atte. Mayu

Alone In The Woods  [KookV/ Yoonmin/ Namjin]Where stories live. Discover now