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Conway entro en los vestuarios. Vio a Greco y a mi lado.

-Greco 10-33.- dijo conway. Greco me miro y se marchó.

Mire a conway. Su rostro no me revelaba nada.

-lo siento mucho.- dije poniéndome de pie.

-no eras tú.- contesto serio. -tu fuerza, tu caminar. no eras tú.- siguio hablando.

-estaba cegada... -aclare.

-lo se muñeca esa era la agente exclusiva... Todo acabará pronto.- dijo.  Acercándose a mi. Lo abrace sintiéndome culpable por apuntarle, por golpearle... El estaría mejor sin mi.

-quiero ir a casa.- dije luego de unos segundos. Nos separemos, mi miro a los ojos.

-vale. Ponte la capucha, nos vamos.- dijo sorprendiendome.

-¿no tienes cosas de súper intendente que hacer?.- pregunté.

-No hay ni una mierda. Dejaré a volkov a cargo.- dijo sin más.

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Ya en el piso saque toda mi ropa quedando en bragas y camisa. Me estire en la gran cama. Conway había salido de compras no se que cojones va a comprar. Cerré mis ojos. Podía recordar cuando llegue a mi hogar, los cuerpos de mi familia sin vida, llenos de sangre. Solo han pasado dos años de eso y lo recuerdo como si fuera ayer.

Conway llegó y creo que dejó algunas cosas en el refrigerador pues había ruido en la cocina.

Lo escuché en la habitación, abrí los ojos y el tenía tenía una caja de donas en sus manos, se veía tan tierno está visión de conway la tengo muy pocas veces. Sonreí y me senté, el hizo lo mismo.

-me harás engordar.- dije riendo.

-se que te gustan también.- respondió. Comimos donas sentados en la cama. Tenía una duda que no me dejaba de dar vueltas. Cuando lo apunte el levantó las manos.

-¿Me tienes miedo?.- pregunté alfin y al cabo. El me miro.

-No, se que no me harías daño con intenciones malas.- respondió mordiendo una dona.

-te quiero.- le dije.

-y yo a ti hermosa.- me besó en los labios y el deseo fue aumentando. El beso se intencifico. Me subí en su regazo sosteniendome de su cuello jalandole el pelo. Podía sentir su erección abajo.

El me quito mi camisa y brasier, tomo mi cadera y hizo que voltearamos ahora el estaba arriba. Bajo un poco besando mi cuello, hasta llegar a mis pechos. Beso cada uno de mis pezones succionado.

-ah...- gemi involuntariamentente.  Este se levantó y salió de la habitación dejándome con ganas de más. Cuando volvió tenía una lata de crema batida en su mano. Agitó la crema y puso un poco sobre mis pechos, la lamió limpiandome.

-Joder... Esto es mucho mejor que la crema sola.- dijo arrodillándome entre mis piernas. Lo segui y le desabotone la camisa lo empuje un poco, otra ves estaba ensima de el. Le quite la lata de crema, agite y puse desde su cuello hasta el comienzo de su pantalón y comenze a limpiarlo con mi boca. El gruñía mientras mas bajaba, por sus abdominales marcados hasta dejarlo limpio. Decise su cinturón,  baje el ziper y sus boxer, dandome acceso libre a su miembro erecto. Lo tome con una mano y comencé a moverla de arriba a bajo, alze la vista para verlo el me miraba con una sonrisa perversa.
Tome la lata de crema y puse un poco el la punta de su polla. La lami lentamente, ahora conway tenía los ojos cerrados y la mandíbula apretada.

De un momento a otro este se incorporó tomándome y colocándose arriba de mi. Rodee mis piernas en su cadera.

-ay muñeca... Tienes una cara de ángel pero dentro de ti está la mismísima lujuria.- susurro con voz ronca. Acariciando mi entre pierna.

Jack Conway y...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora