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Desperté con un gran dolor de cabeza. Los rayos de luz me mataban. Me levanté dejando a conway... ¿Por qué coño tiene la corbata?. Rei un poco por su aspecto. tome su camisa y me coloque ensima, Baje las cortinas para que la luz no entrara y fui a la cocina. Estaba todo lleno de vasos y botellas. Cogí un vaso y lo llene de agua y lo bebi como si no hubiese un mañana.

-¿Que coño paso?.- pregunto alguien detrás de mi. Era Gustabo estaba solo en pantalones.

-no lo sé. Apenas recuerdo que bebi.- dije susurrando.

-dame un vaso de agua, siento que muero de sed.- dijo tomando mi vaso desesperadamente.

Cogí una caja de unos de los armarios y tome cuatro anelgesicos.

-ten para ti y Horacio. Le dije el se fue llevándose un vaso con agua y las pastillas.- hice lo mismo para llevarle a conway.

Al llegar en la habitación no podía despertarlo, se veía tan gracioso con boxer y corbata. Me quedé un rato mirándolo, un cosquilleo me hacía sonreír.

El abrió los ojos.

-hola, stripper .- le dije el frunció el seño. Me acerque y le tendí el vaso con agua y la pastilla. El se bebió todo el agua y se tomó la pastilla como un niño bueno.

-joder... ¿Que paso?.- pregunto colocándose las manos en la cara.

-bebimos demasiado, Horacio y Gustabo se quedaron a dormír.- le expliqué susurrando, el dolor de cabeza aún estaba ahí. Me senté a su lado y sin controlar mis movimientos le estaba acariciando la cara, la barba era áspera y picaba bajo mi palma. El solo me miraba.

La puerta de la habitación se abrio abrutamente interrumpiendonos. Antes de ver quién era ví como conway se encondia bajo las sábanas blancas.

-Conway alerta terrorista en comisaría.- dijo Gustabo entrando mientras se colocaba su camisa y salía a por Horacio creo.

-¡Mierda!.- exclamamos los dos como uno solo y empezamos a vestirnos rápido. La resaca ahora era lo último.

-¿Volkov?, ¡¿Que cojones está pasando?!.- pregunto conway mientras hablaba por radio. Se podía oír la voz de volkov pero no entendía nada. Conway se quedó estático y me miro. -No, ni de coña.- dijo tomando su pistolera, sus gafas y saliendo.

Yo tomé mis gafas, mi pipa y salí tras el. No sabía que coño pasaba. Horacio y Gustabo ya no estaban.

Conway abrió la puerta para salir pero antes de que yo saliera el se volteo.

-Tu te quedas aquí.- me dijo tapando la salida.

-¿Que coño hablas?. Claro que no, yo voy.- dije tratando de sacarlo del paso.

-Te quedas aqui es una orden.- dijo más firme.

-No me importan tus putas órdenes aparta.- dije también firme. El sin pensarlo cerró la puerta dejándola con llave.

-¡JODER!, ¡CONWAY!... ¡CONWAY!, ¿Que cojones?.- el se había ido.

Busque por todas partes mis llaves pero no estaban. Mierda.

Pero si tenía como saber que pasaba. Tome mi vieja radio chetada y comenze a buscar en las frecuencias.

-Dice que no aceptan conway. Quieren a ____.- decía volkov. ¿Quien me quiere?.

-Diles que ni de coña, No aceptamos el trato. Ofrecerles dinero, inmunidad si hace falta. Ya voy de camino.- decía conway.

-Vale. Miren lo que nos están pidiendo no se les puede dar, tenemos dinero mucho dinero. Inmunidad.- decía volkov para que los demás escucharán la negociacion.

Jack Conway y...Onde histórias criam vida. Descubra agora