capitulo 3- el regreso-

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Capítulo 3

El regreso

El verano había pasado como el viento, pero lo he disfrutado y aprovechado al máximo, pasamos unos hermosos días de playa, mis padres habían organizado una serie de actividades espectaculares, playa, obras teatrales por las noches, cenas…mis amigos habían llegado el primer fin de semana, mis padres siempre estaban encantados con ellos, la pasábamos tan bien todos juntos, parecíamos una gran familia. En aquel primer fin de semana no había dormido nada, bares, playa, paseos, discotecas, entre tantas otras cosas que era imposible desperdiciar tiempo para dormir, pero cuando todo aquello acaba, caes en la cuenta de que te espera un largo año por transcurrir.

Preparar los bolsos, cargar el auto y cuando estas en marcha ves como dejas atrás todos los momentos de felicidad para un adolecente que bueno, en mi caso estaba en la puerta de la adultez.

Cuando por fin de un largo viaje llegamos a la ciudad, la nostalgia me había invadido, mis amigos ya estaban cada uno tratando de direccionar sus caminos.

Me encontraba en  mi cuarto sacando la ropa de mi bolso, ventilando el ambiente, tenía mi cama pegada a la ventana, me encantaba estar acostada y ver como llueve. Al acercarme al escritorio y tomar mi cuaderno, recordé el encuentro fatal con mi nuevo vecino que por cierto no lo he visto más, pareciera que el departamento seguía sin habitarse, no se escuchaba ni se veía movimientos algunos. Aquella tarde en que lo conocí me había quedado muy molesta, no podía creer la falta de educación que tenía ese joven, no pretendía que me llene de disculpas pero con una sola bastaba, pero no, se rio en mi cara y yo como una grandísima tonta no le dije nada. Moví mi cabeza para sacudir todos esos recuerdos y pensamientos para poder memorar mis vacaciones.

Por la tarde cuando había regresado con mi madre del supermercado nos encontramos con un hombre que salía del departamento nuevo, era alto, cabello castaño, era un calco  al joven grosero que me encontré en el ascensor, seguramente era su padre o algún pariente. Paso por nuestro lado y levanto la vista, mi madre y yo lo miramos disimuladamente

-buenas tardes-

Particularmente me quede asombrada, pensé que seguirá de largo, pero me equivoque, ese hombre tenía modales

-buenas tardes-

Le respondió mi madre, el hombre entro al ascensor y nosotras a nuestro departamento

-es nuestro nuevo vecino-

Comentaba mi madre

-sí, me di cuenta-

-viste que distinguido que es, y su acento al hablar lo hace más importante-

-¡mama!-

Le exclame con una sonrisa

-¿Qué dije?-

-estas babeando-

Reímos tanto

-hay hija a estas alturas, aparte tengo ojos para tu padre-

Cuando terminamos de acomodar la mercadería me apresure a cambiarme de ropa y salir a encontrarme  con  mis amigos en el lugar de siempre.

Estaba saliendo del edificio cuando se detiene un auto muy hermosos, mientras guardaba m celular y las llaves en el bolsillo de mi vestido vi que mi nuevo vecino, el joven que me encontré hace semanas atrasen el ascensor, bajaba de aquel auto, impecable con su vestimenta se dirigía hacia mí, me observo de arriba abajo, mi pulso se aceleró, pero paso de largo directamente al edificio, me quede anonadada con su presencia, la forma en que me miro, no sabía si fue con gusto o con desprecio, no estaba desfachatada ni nada, pero seguro que no soy de su agrado, tampoco pretendo serlo. A pesar de que era un antipático y mal educado, era muy atractivo.

El amor de un asesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora