—Qué. Es. Eso. —Harry apretó los dientes.

—Um, bueno es... —Hermione vaciló.

—Es una poción que lentamente drenará tu vida. Poco a poco te hará más débil. Tu cuerpo y tu magia se desvanecerán. Te desvanecerás. —Draco comenzó enojado, pero al final su voz era suave.

—Podrías haber sido un poco más sensible al respecto, Malfoy. —gruñó Ron.

Harry no dijo nada. Al borde de la muerte. De nuevo.

—Así que voy a morir —Harry hizo una pausa y se frotó los ojos. Aún le dolía la cabeza—. No siento que esté a punto de morirme.

—Eso sería porque no está a punto de morir, señor Potter. Las pociones de fuerza vital no matan inmediatamente. A veces pueden tardar años en matar. —dijo Madam Pomfrey. Su voz sonaba tranquila pero le temblaban las manos.

—Entonces mi vida está en una línea de tiempo. De nuevo. —la voz de Harry era monótona. No sabía cómo sentirse ni qué decir.

—Hay una solución —Hermione murmuró en voz baja—. Pero no es algo que te gustará.

— ¡Cualquier cosa es mejor que la muerte! —gritó Harry. Estaba harto de que lo trataran como si fuera frágil, como si no pudiera manejar lo que le decían. Deseaba que todos se fueran y poder volver a dormir con Malfoy.

—Tendrías que atar tu núcleo mágico al de otra persona. Alguien cuya magia sea compatible con la tuya. Esto te haría compartir tu magia. Pero esto puede ser arriesgado. —dijo Madam Pomfrey en voz baja.

—Entonces, ¿o muero o me vuelvo dependiente de alguien más? ¿Por qué me pasa esto a mí? —gritó Harry— ¿Por qué siempre yo? —Harry miró a Malfoy, quien estaba mirando al suelo—. Que se joda tu padre, Malfoy. Que se jodan a todos.

— ¿Crees que yo quería que esto sucediera? —la voz de Draco era fuerte, pero cualquiera podía ver el dolor escrito en su rostro— ¡Yo no te envenené! ¡No quiero que mueras! Resulta que me caes bien Potter, resulta que no eres tan malo —Harry estaba a punto de gritar un poco más cuando Malfoy tomó su mano. Eso lo hizo callar rápidamente—. No culpes a todos por lo sucedido. Ninguno de nosotros causó esto, ninguno de nosotros te obligó a beber esa poción. Lamento el papel que mi padre jugó en esto, pero yo no soy mi padre. —Draco miró a Harry a los ojos, olvidándose de todos en la habitación por un segundo.

Harry apartó la mano de Malfoy con enojo. No tenía derecho a decirle a quién culpar.

— ¿A quién puedo atar mi magia? ¿Y cuáles son los riesgos? Me niego a sentenciar a muerte a otra persona. —Harry miró a Madame Pomfrey, buscando respuestas.

—Atarías tu magia a quien sea más compatible. Pondremos a prueba tu compatibilidad mágica mediante hechizos conjuntos. Y sí, hay un pequeño riesgo de envenenar a quien sea a quien la atamos, pero es un pequeño riesgo. Sin embargo, hay problemas más grandes que eso. Quien sea que elijas, estará atado a ti para siempre. Tendría que vivir en la misma ciudad y estar siempre cerca el uno del otro. Cuando uno muere, también muere el otro. —explicó Madame Pomfrey.

—Así que mis opciones son morir lentamente o arruinar la vida de alguien. Simplemente genial. —Harry golpeó su cabeza contra su almohada e hizo una mueca cuando sintió el dolor dispararse a su cabeza.

—Lo haré —se ofreció Hermione—. Eres uno de mis mejores amigos, me niego a dejarte morir.

—No Hermione, yo debería hacerlo. Ambos queremos ser Aurores de todos modos, estaremos cerca pase lo que pase. —dijo Ron.

Stuck in Love [ Drarry ]Where stories live. Discover now