Faithfully [actbh #2]

Capítulo 6

She was the one who got away
She was the one who I never got to say how much
I miss your touch
She was the one who meant the most
She was the one who I kept close amongst it all
So just let's fall

They'll tell you it's easy
But you can't deny
That we'd still stay up all night
What a waste of time

So give me it all
And I'll give it right back
Show me the bottom of this bottle
We can pick up where we left off, tomorrow

[ She was the one - The Vamps ]

Julia.

Si hace unos años me hubiesen preguntado si creía en el destino, probablemente la respuesta habría sido "NO". Hasta hace un año era una de esas personas que pensaban que todo pasa por casualidad. Pero, ahora, después de todo lo que ha ocurrido en mi vida y los millones de giros que ha dado, el concepto de "esto ha sido obra del destino" está bastante presente en mi mente. ¿Quién sabe? Tal vez, solo tal vez, el universo haya conspirado a mis espaldas para organizar mi vida desde el mismo día que nací, y lo hará hasta el día en que muera. Puede que el destino decidiese por su cuenta los sucesos, y, por supuesto, consecuencias de estos sucesos, de mi vida.

A día de hoy, ya no sé ni qué pensar. No después de todo lo que ha ocurrido.

Tirito de una forma tan exagerada que me castañean los dientes y me tiembla el cuerpo entero. Los hombros se me sacuden al ritmo de mi tembleque, y aún siento el frío del lago en cada parte de mi cuerpo. Tengo la sensación de que, en vez de tener sangre en las venas, por estas discurre un agua helada.

Es cierto que, para ser mayo, y dado que esto es Inglaterra, el ambiente es bastante cálido, pero no lo suficiente como para, después de caer a un lago congelado, no pillarse un buen resfriado. Lo que me faltaba. Tengo que estar lo más sana y sobrepuesta posible para poder continuar con mi ritmo de vida. Está claro que estar constipada y puede que incluso tener fiebre va a suponer un problema. No quiero ir como un zombie de un lado para otro (incluso más de lo normal), quedarme dormida sobre los apuntes o estornudarle a los clientes encima.

En cuanto llegue a casa, debo tomarme la pastilla más gorda que encuentre y seguir adelante con mi agotadora rutina.

Sin embargo, de momento eso va a tener que esperar.

Ahora me encuentro empapada de pies a la cabeza y sin más ropa de cintura para arriba que la chaqueta de Niall. Mis zapatillas, calcetines y camiseta se encuentran secándose junto a mí, sobre la hierba, y el único sonido que se oye es el de mis dientes castañear, que se oye con mayor claridad debido a la tranquilidad del bosque.

No debo obviar el hecho de que esta es la situación más incómoda que he vivido en mucho tiempo. En fin, no es que sea muy normal estar medio desnuda delante de mi ex novio, al que pensaba que no iba a volver a ver en mi vida, y encima llevando su chaqueta. Sin embargo, tengo tanto frío que, sorprendentemente, todo eso me da igual. Lo único que me importa en este momento es calentarme y cruzar los dedos para no ponerme enferma.

Desde que he visto a Niall y, fatídicamente, he caído al lago, no hemos dicho ni una palabra, lo que hace esta situación incluso más embarazosa. A diferencia de los silencios que ambos disfrutábamos cuando estábamos juntos, el de este momento rezuma una tensión tal que, puedo asegurarlo, se puede cortar con un cuchillo. La última hora ha sido la más extraña de mis últimos meses. Con una expresión de circunstancia, Niall me ha ayudado a salir del lago tendiéndome una mano y me ha ofrecido su chaqueta sin decir ni una palabra. Me he escondido detrás de los árboles para cambiarme (no había necesidad de complicar aún más las cosas desnudándome frente a él) y he vuelto a mi sitio, donde me he sentado y he comenzado a tiritar, con el pelo chorreando agua y mis manos temblando.