Jerry baynard;Parte 1

Capitulo 34 || Princesa.

Briela se perdió dejándome solo en este lugar. Miraba hacia todos lados buscando una distracción, pero lo único que lograba ver eran niños corriendo por el pasillo.

Hasta que el el llanto de una niña me alertó, busque a la causante de aquél sonido, y estaba en lo correcto era una niña que se encontraba abajo de las escaleras, con un vestido muy sucio y una muñeca en su regaso, que en vez de darme santificación me daba miedo.

Ojos de un color verde aceituna, tez de un color pálido, y un cabello marrón algo largo, pero apesar de la apariencia física que se veía como una princesa, su ropa decía todo lo contrario, al verla de esa manera y llorando no pude resistir acercarme a ella.

— Hola — pregunté, agachandome para estar a su altura, ella se escogió en su lugar y se alejo un poco — soy Jerry — me quite la boina de mi cabeza y le extendí mi mano — ¿estás bien?.

Su ojos seguían rojos. Sus mejillas estaban mojadas, no hice nada, no quería incomodar a la niña. Pero ella no dijo nada, solo miro dónde se encontraban un grupo de niñas, riéndose y tirando una muñeca en mejor estado junto con unos libros, claramente hecho trizas al basurero.

— ¿Ellas te hicieron eso? — sentía pena por ella, por qué me recordaba a mí de niño, no tuve una infancia muy linda, pero agradezco que tengo a mis padres hasta ahora, pero ella está sola. A mí respuesta ella asintió — ¿Cuánto años tienes?.

Miro a su muñeca y con sus dos dedos hizo haciendo el número dos.

— ¿Tu nombre?.

Ella solo se escogió sus hombros. ¿Tiene dos años y no tiene nombre?.

Mire hacía su muñeca, tenía escrito en la frente “princesa”, se aferraba a la muñeca como si su vida dependiera de ella.

— ¿Por qué estás molestando al señor Baynard, niña? — dijo una monja apareciendo atrás mío, su tono era tan prepotente.

— Lo siento, Señor Baynard — respondió automáticamente la niña. Claramente no iba a dejar que le hable de esa manera.

— En realidad ella no me está molestando, lo está haciendo usted — dije.

— Jerry, está niña que tienes aquí paso de orfanato en orfanato por su actitud, dudo que alguien quiera adoptar a alguien que fue tiraba en un basurero.

La forma que seguía expresándose hacia que por primera vez querer insultar a una mujer (bueno segunda vez) como se merece.

La niña la cuál solo tenía dos años, a pesar de que posiblemente no entienda el motivo del odio de la mujer, ella igualmente estaba llorando, la estreche en mis brazos.

— Se equivoca —  dije, dedicando mi mirada de odio hacia la monja — porque ella va hacer un Baynard.

— ¿Que es barbie? — pregunto la pequeña balbuceando.

— Prepararé los papeles — respondió la monja, ahorrandose los insultos que se que su lengua de víbora se está guardando para después, y se retiro.

— No, princesa, es Baynard, ahora serás una Baynard — sonreí.

— ¿Papá?.

— Sí, voy hacer tu papá.

[...]

— Tenemos un problema,Jerry — dijo Briela, llegando a mi lado.

— No hay nada que no podamos solucionar — respondí.

— ¿Dónde van a vivir? — preguntó, mientras se mordía las uñas, bueno, vamos aceptar que no tenía todo calculado.

— Conmigo.

— No voy a vivir con mi ex.

— No vas a vivir con Logan, vas a vivir conmigo, van a vivir conmigo — mire tiernamente a las tres criaturas que se encontraban sentados en un sofá crema.

— Mira voy hablar como la única persona adulta y la que sí piensa con el cerebro y no con el corazón, ¿que te parece en mi casa?.

¿Vivir en la casa donde casi nos matamos con Harry?, no gracias.

— Briela, tenemos veinticinco, no podemos vivir en un lugar como acomodados, somos adultos, yo sinceramente creo que debemos tener nuestro propio espacio.

— ¿Y los chicos?, ambos sabemos que dejar a Harry con Logan no es bueno, son como el agua y el aceite, uno va terminar muerto uno de estos días.

— ¿Y Lily?, crees que es seguro dejar a una extraña, en la casa de ambos, no sabem...

— Confío permanente en ella, ella solo quiere lograr sus metas, así como tú Jerry.

— Lo mío es distinto — respondí cruzándose de brazos.

— ¿Por qué?, ¿por que tú si tienes padres?, ¿por que no fuiste usado?, ¿por que tú si tienes futuro y no yo? — Dijo una tercera voz atrás de la puerta de la cocina.

— No quise decir eso Lily, solamente...

— ¡Tranquilo! — Dijo la rubia sonriendo — Se que una “extraña” llegué a tu vida es raro, pero es entendible, aprendí a no tomarme todo personal — sonrió y hizo un ademán ignorando lo que dijimos anteriormente, y luego se acercó al sofá donde estaba mi pequeña princesa, y mis dos campeones — ¿y estás preciosuras?.

— Nuestros hijos — dijo Briela, con orgullo. Sonrió, ¿por que esa palabra se siente tan bien?, mi familia, nada puede empeorar.

— ¿Y como se llaman? — Dijo Lily, acariciando el cabello de mi princesa.

— No son un perro,Lily — dijo Briela en una de las sillas — aún no lo sabemos, pero no sé imaginan como salto de felicidad, ¡cuando se entere Harry que es tío, seguramente se va a morir de felicidad!.

— Concuerdo contigo, señora Baynard — sonreí, mirando a uno de los gemelos.

— ¡¿ Se casaron?! — preguntó lanzando un grito, Lily.

Asentí, y Briela le mostró el anillo en ese momento, todo el clima era alegría y felicidad absoluta, hasta que tocó el timbre.

— Yo voy — dijo Briela. La ví irse hasta la puerta, hasta que escuche que se abrió, desde aquí de la cocina no podía escuchar, no quería ser una persona metiche, siempre trataba de ser educado y no hacer algo que después me arrepienta, mire a mis pequeños que ahora no estaban despiertos, los tres estaban durmiendo en el sofá, le pedí en susurros a Lily si se podía fijar, ella dijo un “si”. Camine hacia la puerta ya no se escuchaban voces, sino sollozos, Briela estaba mirando contra la puerta, pero aún lloraba me acerque a ella y la abrace sin saber que era lo que estaba pasando.

— Era la policía. Atacaron a Cole, y ahora está muerto, Ha...rry — balbuceó, para volver a llorar — está gravemente herido, no creen que pase de está noche. Lo atacaron por qué los vieron besandose.

N/a;
Solo una pregunta, ¿cómo quieren que se llame la “princesa"?.
Busquen sus pañuelos. El próximo será muy largo.