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𝑯𝑨𝑹𝑹𝒀

Harry se sentía como en la cima del mundo, su omega lo quería lo suficientemente para marcarlo para que todos pudieran ver a quién pertenecía. No solo eso, sino que dejó que Harry lo marcara también sin hesitación ni miedo. No se enlazaron, pero estuvieron cerca de hacerlo y Harry no tenía duda de que Louis lo quería tanto como él a Louis.

Lamentablemente, no tenían mucho tiempo para hablar, ambos siendo conscientes de que, si querían llegar al castillo antes del amanecer, tenían que empacar todo rápidamente. Se vistieron apresuradamente, pero no antes de que Louis le diera un pequeño pedazo de tela.

"Mi ropa interior," se encogió de hombros con tímidas mejillas rojas. Harry se había dado cuenta de que Louis no se sonrojaba con otras personas, que esos pequeños momentos de vulnerabilidad eran solo para Harry, algo que hacía a su pecho hincharse con orgullo y alegría. "Supongo que es tu culpa que estén sucias y rotas, así que tú deberías saber qué hacer con ellas."

Harry gruñó, su brazo envolviéndose en la pequeña cintura de Louis. "Cielos, gatito. Si no tuviéramos prisa, te follaría otra vez para darte una lección apropiada por esto," presionó su nariz en el cuello de Louis, olfateándolo, su cabeza dando vueltas al darse cuenta de que su propio aroma estaba alrededor de su omega, casi sobrepasando el aroma de Louis.

"Qué lástima," ronroneó Louis inclinando su cabeza hacia atrás, dejando que la Lengua de Harry lamiera las marcas que había dejado antes. "Amo una buena lección, especialmente las que tú me das."

"¡Okay! Eso es suficiente," gritó Liam desde afuera de la tienda, haciendo a ambos congelarse antes de romper en pequeñas risas. "Necesitamos irnos lo más pronto posible. Pueden continuar lo que sea que estén haciendo cuando lleguemos al castillo, y apreciaría si lo hicieran en la privacidad de sus propias habitaciones."

Fue un muy buen día, a pesar de lo cansados que todos estaban. Las esperanzas de todos eran altas. Louis les estaba dando a todos esos betas una mejor oportunidad cuando nadie más había pensado en ellos antes. Harry se sentía avergonzado porque él era parte de esas personas; pero para la mayoría, los betas solo eran eso: betas y nada más, no importaba lo frágil y débiles que lucieran — justo como Mitch se veía años antes, dejaron de ser un problema cuando las posibilidades de ellos siendo omegas desaparecieron. Pero con la ayuda de Louis, estaba aprendiendo a no solo prestar atención a todas las personas del reino sin importar su designación, sino a ser justo y un líder para todos ellos.

Su plan era simple: entrenar a tantos betas como era posible para proporcionarles mejores habilidades. Habilidades que también ayudarían al reino a la larga, porque después de todo, las personas viviendo dentro de tu reino eran un reflejo directo de tu reinado.

Así que por supuesto que todos se estaban sintiendo esperanzados y entusiasmados por el futuro. Eso fue, hasta que llegaron a la entrada del castillo.

"¿A qué te refieres con que no podemos entrar?" Harry le frunció el ceño a uno de los desconocidos alfas que custodiaban las puertas de hierro, cruzando sus brazos. "¿Quién rayos eres tú?"

El guardia mostró una sonrisa de superioridad. "Soy parte de los nuevos guardias y fueron ordenes directas del rey. Ustedes pueden entrar, pero los betas no, ellos ya no son necesarios."

"¿Ya no son necesarios?" dijo Harry bruscamente. "¿Y desde cuándo hay nuevos guardias?"

La boca del guardia se torció. "Desde que la corte y el rey lo decidieron. El rey está esperando al príncipe Louis en la sala del tribunal, hay algunos...problemas que le gustaría discutir con usted, su alteza."

𝒕𝒂𝒔𝒕𝒆𝒔 𝒍𝒊𝒌𝒆 𝒔𝒖𝒎𝒎𝒆𝒓, 𝒔𝒎𝒊𝒍𝒆𝒔 𝒍𝒊𝒌𝒆 𝒎𝒂𝒚 ♔traducción♔Where stories live. Discover now