ROYAL; ριℓυяяє

v e i n t e

—Wow, muchas gracias— Agradeció con una sonrisa el príncipe, sentado a mi lado, cuando mi padre le entregó su plato con dos tostadas francesas. —Ni mis padres recuerdan mi desayuno preferido— Bromeó, y aunque no estábamos en nuestro mejor momento, el corazón se me estrujó al escuchar la débil relación que tenía con las personas que le habían dado la vida. —Y gracias por la ropa— Río.
—No es problema, de verdad— Respondió mi padre con una sonrisa, y mi madre asintió.
—Pilu, estás muy callada— Habló mi madre con un dejo de preocupación en su expresión y en sus palabras.
—Solo estoy un poco cansada, no fue una buena noche— Hice una mueca, y por el rabillo de mi ojo pude ver a Purre bajar su cabeza. —Por el temporal, saben que odio la lluvia— Aclaré.

El sol comenzaba a salir y con él se calmaba aquel tortuoso clima. En las noticias anunciaban la reapertura de las escuelas para el día entrante y también la liberación de los caminos, dando aliento esperanzador con el anuncio de un sol radiante pronosticado para mañana por la tarde.

—Creo que es hora de que me vaya, muchas gracias por todo, de verdad— El príncipe de levantó de su asiento con una sonrisa que solo yo podía saber que era solo un disfraz.
—Fue un placer, puedes venir cuando quieras— Contestó mi madre besando su mejilla dos veces.

Él solo se limitó a sonreír, dándome una mirada triste y formando una mueca con su expresión.

Lo acompañé hacia la puerta y la cerré detrás de nosotros.

El silencio era nulo, pues autos y personas volvían a salir a las calles a transitarlas y volver a la vida otra vez. Eso iba a ser tarea difícil para mi. Pero la tensión ensordecía todos esos sonidos de fondo hasta convertirlos en un frágil susurro.

—Quiero que sepas que este no es el final— Suspiró y apresuró sus siguientes palabras para evitar las mías. —Aunque tú te hayas rendido, no significa que yo también lo haga— Bajó los dos escalones que separaban mi puerta de la vereda y antes de subir al auto que lo esperaba, terminó de hablar. —No voy a dejar de luchar.

Caminó sin mirar atrás y subió al vehículo negro que se desvaneció entre toda la multitud en un abrir y cerrar de ojos, dejándome sola en aquella puerta, con el corazón roto y enfermo.

Al adentrarme otra vez en el calor de mi hogar, mis padres estaban allí parados, preocupados como si pudieran sentir lo que yo estaba sintiendo. Mi madre puso su mano en mi hombro. Me toque la cara y noté mis mejillas húmedas por las lágrimas que ni había notado brotar de mis ojos.

—Tu celular estuvo sonando mucho— Comentó mi papá para cambiar de tema rápidamente, sin pedirme ni una explicación.
—¿Qué día es hoy?— Pregunté.
—Es viernes, hija— Conestó mi madre.
—Tengo una fiesta hoy— Recordé en voz alta—Bueno, en realidad solo voy a juntarme con mi nuevo grupo de amigos— Todo el remolino de sucesos de las últimas horas había borrado de mi mente el paso del tiempo y con el la fiesta a la que Connor me había invitado unos días atrás.
—Me alegra que estes haciendo amigos, cuando sea la hora avísame y te llevo hasta allí— Sonrió mi padre. —¿O prefieres llevarte el auto?— Sugirió y supone que mis ojos se iluminaron.
—¿De verdad? ¡Gracias!— Exclamé y los abracé, olvidando por una milésima de segundo el sentimiento agridulce que me colmaba.

Tomé mi celular y, en efecto, había un par de mensajes en el grupo al que me habían añadido, y también tenía una llamada perdida de Noah, así que marqué su numero y le devolví la llamada.

—¿Hola?— Se escuchó desde el otro lado de la línea.
—Soy yo, no escuché tu llamada antes— Respondí mientras subía las escaleras.
—Pili, ¿Estabas dormida cuando llamé?— Contestó preocupado.
—No, para nada, solo estaba lejos de mi celular.
—Te oyes algo apagada, ¿Te sientes bien?— Dijo con un tono preocupado, el mismo que estaba usando todo el mundo para dirigirme la palabra.
—Digamos que hoy no es el mejor día.
—Llamaba para recordarte de la fiesta de hoy.
—Ahí voy a estar— Respondí.
—Entonces nos vemos hoy— Dijo alegre. —Y, Pili...
—¿Si?
—No se que es lo que te está pasando, pero no dejes que te borren esa sonrisa que tienes— Sonreí al escucharlo.
—Nos vemos hoy, Noah— Me despedí y colgué la llamada.

(...)

Ya eran casi las ocho de la noche, y con la fuerza que nunca pensé que tendría, logré respirar profundo y comenzar el camino hacia una nueva vida, porque ese día algo dentro de mi se había roto, y siendo honesta, no creía que aquello podría alguna vez volver a ser lo que fue.

Agradecía poder tener ese grupo de amigos, tan reciente pero a la vez tan compañero.

Había tomado el auto y manejado hasta la dirección que había sido escrita en el grupo, con ayuda de mi GPS.

Toqué el timbre después de bajar del auto y guardar todas mis cosas en la pequeña mochila que había llevado, y unos minutos más tarde, Connor se asomó por el ascensor para abrirme y dejarme entrar.

Al subir a su departamento, me encontré con que ya todos estaban allí, que habían llegado tan solo unos minutos antes.

—Pareces una celebridad, Pili, tu teléfono no deja de sonar— Bromeó Harry.

La realidad era que ni siquiera me había percatado de eso, y había ignorado completamente todos los sonidos que provenían de mi celular. Pero toqué la pantalla para que se prenda, y lo primero que vi en la pantalla me llevó a inmediatamente apagarlo y posponer el sufrimiento para otro momento.

—¿Estas bien, Pili?— Preguntó Lara después de mi repentina acción.
—No realmente, pero creo que voy a estar bien— Respiré profundo y, por primera vez en todo ese día, empecé a creer en lo que estaba diciendo y esbocé una sonrisa sincera.

La chica a mi lado me abrazó con ternura y yo le correspondí el abrazo con gusto.

—Gracias por venir a Londres y permitirnos conocerte, de verdad necesitábamos otra mujer en el grupo— Dijo con ternura con su cabeza todavía apoyada en mi hombro.
—Gracias por darme una razón para quedarme— Sonreí regalándoles una mirada a cada uno.

Y para eso están los amigos.

Para crearte una realidad distinta siempre que quieras escapar de la tuya.

Y aunque yo estaba escapando, el mundo seguía esperándome allí afuera, y todo lo que me atormentaba no tenía intenciones de desaparecer.

"Prince P: (12 mensajes nuevos)"

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Nuevo capitulo!

Espero que lo disfruten; háganme saber que piensan en los comentarios!