Sangre Heredera [#1] ✔️

28. Frustración

Capítulo 28

~Damián Cowling~

Pase junto a los chicos todo el día entero buscando por todos los alrededores del bosque. Fuimos hasta el bosque húmedo al territorio del alfa Arthur, pero no encontramos nada, sin embargo él dispuso varios de sus hombres para ayudarnos con la búsqueda. También nos atrevimos a ir a la pradera y a pesar de haber rodeado toda la zona no hubo ninguna señal sospechosa.

Aún faltan muchos lugares por explorar. El bosque es sumamente enorme y por ello, se nos dificulta más porque no sabemos a dónde ir exactamente.

Asier intentó usar unos de sus hechizos para localizar a Taimy, pero tal parece que al sitio al que Jordan se la llevó está protegido por un sello mágico imposible de romper.

Y de las chicas no hay rastro alguno, no se identifica nada.

Todo esto parece un maldito laberinto sin salida. No hay opciones, ni una mínima pista, nada.

Llego con mis amigos al Instituto y observó a todos los miembros del Consejo reunidos en el área de «dirección» ellos al vernos de inmediato nos inundan con sus preguntas y damos la mala noticia de que no encontramos nada. La presidenta se acerca a nosotros para decirnos que no perdamos la fe, aunque creo que eso es algo que estoy empezando a perder.

¡Mierda!

Me alejo de todos y me siento en uno de los pasillos del Instituto, con mi cabeza gacha apoyada en mis rodillas, no me importa las repugnantes miradas que se posen sobre mí. Pasó mis manos por mi cabeza de manera frustrada y así duro largo rato. Minutos después, mis amigos se aproximan a mí, pero les hago saber que quiero estar solo. Ellos respetan mi decisión, me conocen muy bien como para deducir que es la única forma de poder desahogarme.

Odio esta maldita sensación de vulnerabilidad.

Más tarde, alguien se sienta a mi lado y al girar mi rostro me sorprendo mucho ver de quien se trata. Regina frota mi espalda y me brinda una sonrisa de boca cerrada.

—No te sientas mal Damián, hiciste todo lo que pudiste para encontrar a las chicas, pronto aparecerán ya lo verás.

—Tengo miedo que algo malo les ocurra y sobre todo a Taimy que está en manos del idiota de Jordan —espetó con mucho coraje mientras apretó mis manos en puños a ambos lados.

—Entiendo tu frustración, pero trata de no angustiarte, ella estará bien —me mira con compasión, y sus palabras me dan un poco de esperanza.

—Jamás me lo perdonaría si algo malo le pasara —digo mientras entierro mi cabeza sobre mis rodillas —. Aunque no me lo creas, esa chica se ha vuelto muy importante para mí  —levantó mi cabeza muy despacio y sonrió al recordarla, pero al instante niego con mi cabeza.

¿Qué estoy diciendo?

—Ella es una gran chica —afirma Regina con conmoción—. Dime algo Damián, quiero que seas muy sincero conmigo —ella me mira detenidamente—. ¿Qué sientes realmente por Taimy?, te lo pregunto porque te conozco y nunca antes te había escuchado hablar así sobre ninguna chica.

Su pregunta me agarra por sorpresa.

Regina me conoce bastante bien, recuerdo muchas veces cuando la presidenta llegaba con ella a cenar a nuestra casa. Ella siempre se encargó de preocuparse por mí y por Luna, nosotros la veíamos como una madre. Su especialidad de psicología nos permitía abrirnos con ella en donde las emociones fluían y ella siempre lograba encontrar la causa.