Sangre Heredera [#1] ✔️

27. Amenaza

Capítulo 27

~Damián Cowling~

Me sentí tan impotente al mirar a esos imbéciles llevarse a Taimy y por más que trate no pude ir tras ellos ni siquiera podía moverme, mi espalda estaba destrozada y el dolor era insoportable.

Mis amigos me ayudaron a levantarme y me llevaron a la enfermería ahí me dieron fuertes masajes para arreglar mis huesos rotos. Claro, sentí que me estaba muriendo, incluso di varios golpes a mis costados en la camilla donde me encontraba.

Mi frente está empapada en sudor y cuando por fin acomodan mis huesos me relajo un poco. La enfermera me coloca una venda cruzada en mi espalda tapando un poco mi pecho.

Me siento en la camilla aún adolorido, pero es cuestión de minutos, pronto sanaré.

Por orden de Adriana tengo que mantener reposo, es decir no hacer ningún tipo de esfuerzo, pero eso es algo imposible para mí. Necesito encontrar a Taimy no puedo dejar que esté en manos de un desquiciado como Jordan.

—¿Cómo te sientes? —Adrián se acerca con sus brazos cruzados al borde de la camilla, quedando frente a mí.

—Ya... mejor —balbuceó quejándome un poco de dolor mientras me acomodó mejor—. Tenemos que encontrar a Taimy.

—Si, pero tú no harás nada tienes que mantener reposo.

—Voy a encontrarla, no pienso quedarme aquí sin hacer nada.

Adrián me mira serio.

—No quiero que sigas estando cerca de Taimy, así que te pido que te mantengas lejos de ella y solo te comportes como lo que eres, su guardián —su tono de voz es muy tosco hasta se puede ver la rabia que refleja en cada palabra que dice—. Sé que muchas veces nos dijimos que ninguna mujer arruinaría nuestra amistad, pero en este caso se trata de mi hermana y no quiero que se ilusione y salga lastimada.

—Lo sé —exclamó exhalando un poco de aire—. Nunca he tenido la intención de lastimarla Adrián yo solo... —se me cortan las palabras—. solo quiero encontrarla y que esté a salvo, después de eso te prometo que me mantendré lejos de ella.

Adrián asiente con la cabeza.

Eres un completo idiota Damián.

—Tengo miedo de que ese imbécil la lastimé —Adrián apreta muy fuerte la barandilla de la camilla.

—Yo iré contigo a buscarla —hago un esfuerzo para levantarme.

—¿Estás seguro? Mira que no te encuentras muy bien y...

—Voy a ir y punto —lo corto.

Él alza sus cejas y medio sonríe.

—Okey, carajo por un momento se me olvidó lo terco que eres —se acerca a mi lado.

Por dicha Adriana no se encontraba, por lo que sería más fácil salir sin problema.

Apoyo uno de mis brazos por detrás de la cabeza de Adrián y justo cuando mi amigo abre la puerta aparece Alicia y su cara refleja preocupación.

—¿Qué pasa? —pregunta Adrián desconcertado.

—Luna, Sam y Emily desaparecieron.

—¡Maldición! —exclamó para luego salir corriendo, aunque claro al hacerlo tan rápido, siento un poco de dolor en la espalda, pero me aguantó.

Las chicas de seguro están en problemas, no es normal que desaparezcan así.

—¿Tú para dónde crees que vas? —dice mi abuela, deteniendo mi paso.